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Los cálidos rayos del sol entraban por el ventanal iluminando dos cuerpos que yacían abrazados en la cama. Era un día hermoso, nada comparado con el anterior; frío y sombrío. Eran alrededor de las ocho de la mañana, Annie y Poncho se habían dormido muy tarde luego de platicar muy a gusto.
La cara de Anahí reposaba en el pecho de Alfonso, un brazo rodeaba su cintura y su pierna derecha estaba entrelazada con la de él, nunca antes había dormido tan a gusto. Un sonido en la habitación hizo que se moviera un poco pero no llegó a despertarla, Poncho escuchó lo mismo y a éste hizo que se moviera para abrazar más al cuerpo que estaba encima suyo. Otro golpe un poco mas fuerte despertó al fotógrafo que miró confundido hacia todos lados, sonriendo al darse cuenta donde se encontraba. Un nuevo golpe, que provenía de la puerta, lo sacó de sus recuerdos de la noche anterior.
DULCE: -Maldició*n Annie, abre o entro- Se escuchó del otro lado de la puerta. Poncho se movió un poco más y esto hizo que la modelo abriera un poco los ojos.
ANAHÍ: -No- dijo incoherentemente y somnolienta, volviendo a cerrar sus ojos
PONCHO: -Annie, despierta- La movió un poco pero Annie sólo se aferró mas a su cuerpo.
DULCE: -¡¿Annie?!-
PONCHO: -¡Dulce, ya va!- gritó mientras separaba a Annie de su cuerpo. Se levantó, tapó a la modelo con el edredón y buscó un short y una sudadera, se la puso y le abrió a la insistente chica.
DULCE: -Buenos días Poncho, perdón pero es tarde ya- Miró a Annie que estaba toda desparramada en la cama –Tenemos que estar en una hora en el Hotel Made para las fotos-
PONCHO: -Lo siento, a ver como despierto a tu hermana-
DULCE: -Fácil- dijo entrando a la habitación. Se acercó a la cama donde su hermana dormía plácidamente -¿Está desnuda?- Poncho sonrió y negó con la cabeza.
PONCHO: -¿Qué vas a...?- No terminó la oración cuando Dulce ya había destapado completamente a la modelo y ahora estaba sacudiéndola haciendo que ésta despertara completamente y en tan solo dos segundos.
ANAHÍ: -¡¡¡¡¡Ahhhhhhhhhhh Dulce María!!!!!- gritó incorporándose en la cama aún somnolienta pero despierta -¿Qué manera es esa de despertarme?-
DULCE: -¡Es que parecías muerta caray! Llego media hora tocando la puerta-
ANAHÍ: -Estaba soñando lindo- habló cerrando los ojos.
DULCE: -Yo también me dormí tarde y aquí estoy, así que arriba hermanita- Poncho sonreía al ver a las hermanas en esa situación.
ANAHÍ: -Te odio, no es manera de despertarme y...- miró el reloj -¡¿Las ocho de la mañana?!- dijo recordando que debía estar a las nueve en el Hotel haciendo las fotos.
DULCE: -Tienes menos de una hora, y conociéndote no vas a llegar- Se volvió hasta la puerta –Yo que tú la dejo sola si no quieres que el ogro te tire con algo- indicó a Poncho.
PONCHO: -¿Para tanto?- preguntó divertido.
DULCE: -Ni lo sabes- contestó desapareciendo del lugar. Poncho giró a ver a Annie que ahora estaba buscando ropa en el mueble.
ANAHÍ: -Ay no llego, no llego- dijo afligida revolviendo toda su ropa. Alfonso se acercó a ella abrazándola por la espalda.
PONCHO: -Está loca tu hermana. No es manera de despertar a una princesa como tú- le dijo dejándole un beso en el cuello. ¿Por lo menos dormiste bien?- Ante su contacto Anahí cerró sus ojos y sonrió.
ANAHÍ: -Muy bien. Pero mi hermana arruinó todo. Hubiese preferido despertar con tus besos- declaró volteándose y abrazándolo por el cuello –Por lo menos dame uno a ver si se me quita el mal humor que dejó mi hermana- Sonrieron y Poncho la atrapó en un tierno y lento beso que ambos disfrutaron.
PONCHO: -Buenos días-
ANAHÍ: -Buenos días- respondió sonriente.
PONCHO: -No quiero arruinar el momento, pero si no nos apuramos no llegamos- Annie se separó de él y nuevamente desesperada comenzó a buscar su ropa. Tomó un jean azul, una blusa de tirantes blanca y otras cosas personales.
ANAHÍ: -Ya me voy a bañar-
PONCHO: -Yo también. Me voy a mi habitación, nos vemos  luego-
ANAHÍ: -Ok- Poncho estaba por salir, pero se volvió y dejó un fugaz beso en los labios de Anahí.


Habían llegado justo a tiempo, las cosas para la toma de fotos estaban preparadas, Tony había llegado una hora antes y esperaba impaciente a los tres, además aún no conocía al fotógrafo.
Luego de platicar los cuatro muy a gusto y luego de que prepararan a Anahí, se hicieron las fotos. Tony y Dulce eran dos de los presentes a parte de otras personas que trabajaban para la producción. A la modelo se la vio muy cómoda y entregada, algo que definitivamente no pasó nunca con el fotógrafo anterior.
Trabajaron por más de cuatro horas sin parar, hasta que Tony dio por terminada la toma de fotos por ese día.
TONY: -No hace falta que trabajemos durante todo el día dado a que las fotos quedaron espléndidas. Les daré lo que resta de hoy libre, mañana hacemos las demás- expresó satisfecho. –Alfonso, te felicito. Has hecho un gran trabajo, me hubiese encantado conocerte antes y contratarte desde el primer día. Pero aquí mi castañita ha hecho una buena elección- dijo abrazando a Dulce. Annie miró confundida.
ANAHÍ: -¿Cómo? ¿No lo conocías?-
TONY: -No. La que me lo recomendó fue...- miró que Dulce le hacía unas señas y no entendiendo mucho trató de arreglarla –fue un conocido-
ANAHÍ: -¿Y por qué dices que "tu castañita" ha hecho una buena elección?- volvió a preguntar confundida, Poncho y Dul solo se miraban.
TONY: -Es que... bueno, me recomendaron dos fotógrafos, yo me había decidido por Alfonso y Dulce me dijo que era una buena elección-
ANAHÍ: -Ah- expresó no muy convencida.
DULCE: -Bueno, bueno. Tú y yo tenemos que platicar- dijo tomando a Tony de la mano y llevándoselo –No me esperen-
ANAHÍ: -¡Dulce María ven aquí!- gritó la modelo frenando a su hermana. Dul frenó de golpe y se volteó. –Tú y yo tenemos que hablar, así que me perdonan- miró a los hombres –pero me llevo a esta niña por unos minutos-
TONY: -Bien. Aprovecharé para hablar con Alfonso. Ven, tengo unas cosas que platicarte y proponerte- se dirigió a Poncho. Éstos desaparecieron y Annie se llevó a su hermana al camerino que le habían adicionado.

DULCE: -Dime... ¿de que quieres hablar?- preguntó esperándose algún regaño de parte de la castaña.
ANAHÍ: -No soy tonta dulce-
DULCE: -¿A que te refieres?-
ANAHÍ: -Tú contrataste a Alfonso ¿no?-
DULCE: -¿Yo? No Annie, solo le...-
ANAHÍ: -Dulce no me mientas, no soy boba. Noté como se pusieron los tres nerviosos y Tony no sabia como arreglarla-
DULCE: -Bueno si- admitió –Es que sabía que no iba a haber mejor fotógrafo que él, ni iba a haber un fotógrafo que te hiciera sentir tan cómoda con Poncho. Entonces, pues, le dije a Tony y él aceptó, entonces lo llamé- Annie sonrió ampliamente, sorprendiendo a su hermana. -¿No estás enojada?-
ANAHÍ: -¿Cómo crees que voy a estar enojada? Si me trajiste a mi amor- respondió tímidamente y con un brillo en sus ojos que a Dulce le agradó ver.
DULCE: -¡Ámonos wera! Si te enojabas no te iba a creer, porque supongo que la pasaste muy bien anoche con mi sorpresita- enuncio pícaramente.
ANAHÍ: -Gracias porque fue la mejor sorpresa que me diste en toda la vida-
DULCE: -Anda, cuenta-
ANAHÍ: -¿Qué cuente que?-
DULCE: -Pues, dime tú-
ANAHÍ: -No hay nada que contar-
DULCE: -Poncho se quedó a dormir en tu habitación, dudo que no haya pasado nada-
ANAHÍ: -Yo no dije que no haya pasado nada, solo dije que no hay nada que contar porque no voy a contarte mis intimidades-
DULCE: -¡¿Entonces si?!- preguntó eufórica parándose de golpe.
ANAHÍ: -¡Ya Dulce! Si, pero no te voy a contar-
DULCE: -Soy tu hermana y siempre me cuentas las cosas-
ANAHI: -Pero esta vez no te pienso contar-
DULCE: -¡¿Annie?!- Se sentó nuevamente al lado de su hermana.
ANAHÍ: -No- negó con la cabeza –Necesito un favor tuyo-
DULCE: -¿Ves como eres? Yo siempre te hago favores y tú no me quieres contar. Si me cuentas yo te hago ese favor-
ANAHÍ: -No me chantajees-
DULCE: -Ni modo, búscate otra persona que te haga ese favorcito- Se paró para irse pero Anahí la detuvo.
ANAHI: -Aish, está bien. Te contaré, pero me haces ese favor ¿si?- Dulce asintió. Annie le contó lo sucedido con Poncho, pero no con detalles como lo quería Dulce. También le contó que no se cuidaron ya que la pasión del momento no los dejó pensar más que en amarse.  –Y entonces necesito que me compres la píldora-
DULCE: -¿De eso se trataba el favor?-
ANAHÍ: -Si. Pero es que Poncho no quiere que la tome-
DULCE: -¿Y tú por que la quieres tomar?-
ANAHÍ: -Porque si. ¿Mira si quedo embarazada?-
DULCE: -Pero sería otro hijo con el amor de tu vida-
ANAHÍ: -Pues sí, pero no es el momento, Dul. Recién hace unas horas comenzó todo esto, ni siquiera sabemos que somos... y aún no hemos hablado con nuestra hija. Sería hacer todo apresuradamente-
DULCE: -¿Se lo dijiste a Poncho?-
ANAHÍ: -Si. Dice que si quedo embarazada es porque asi lo quiere Dios, y que si no quedo es porque aún no es el momento-
DULCE: -Pienso lo mismo que él-
ANAHÍ: -Ya. ¿Me vas a ayudar?-
DULCE: -Está bien-
ANAHÍ: -Que Poncho no se entere- Dul rodó los ojos y asintió.
DULCE: -Si, será mejor que no se entere porque le romperás el corazón si le dices que no quieres tener otro hijo con él-
ANAHÍ: -Dulce, no es así. Es distinto... ¿Qué pasa si yo quedo embarazada y la relación no funciona? Aún hay tiempo para eso, quiero ver como se dan las cosas y disfrutarlas- explicó afligida.
DULCE: -OK. Iré a comprarlas, pero antes quiero contarte algo- dijo seriamente.
ANAHÍ: -¿Qué pasó?- preguntó un tanto asustada.
DULCE: -Rodrigo-
ANAHÍ: -Ay no ¿Qué con él ahora?-
DULCE: -Se está instalando en el Hotel donde estamos nosotros, y anoche me lo crucé- Suspiró pesadamente –Tenemos que irnos de ahí, no voy a dejar que se te acerque y te haga daño-
ANAHÍ: -No me hará daño. Me puedo defender-
DULCE: -Pero puede hacerte lo mismo que te hizo hace unos años-
ANAHI: -Pero ahora no estoy sola. Estás tú, está Poncho y tengo seguridad-
DULCE: -Sigo insistiendo en que nos tenemos que cambiar de Hotel-
ANAHÍ: -¿De que servirá? Irá a donde estemos- Dulce volvió a suspirar.
DULCE: -El estúpid*o se quiso propasar conmigo anoche-
ANAHÍ: -¡¿Qué?!-
DULCE: -Me dijo no se cuantas babosadas, pero lo golpeé y salí corriendo-
ANAHÍ: -Yo no voy a dejar que le haga daño a mi hermanita. Cuando me lo cruce le voy a decir unas cuantas cosas en la cara y si se atreve a hacerte algo lo mato-
DULCE: -Aish, es que yo te ayudo a matarlo. Lo odio-
ANAHÍ: -¿Que cosas te dijo?-
DULCE: -Puras babosadas. No te preocupes-
ANAHÍ: -Te juro Dulce, te juro que si te toca apenas un cabello lo denuncio y se pudre en la cárcel con la causa que ya tiene y aparte por lo que me hizo. Esta vez no voy a tenerle compasión ni miedo- acarició la cara de su hermana -¿Segura no te hizo nada?-
DULCE: -Te juro que no-
ANAHÍ: -Ay Dulce, yo que pensé que ya nos habíamos librado de él-
DULCE: -No nos va a fregar la vida, no va a arruinárnosla-
ANAHÍ: -Si algo pasa me lo dices ¿si?- Dulce asintió y Annie la abrazó –Te quiero mucho, mucho. No me perdonaría que algo te hiciera. Él está libre por mis miedos- se reprochó.
DULCE: -Tú no tienes la culpa... Nada me va a pasar porque se defenderme, así que no te aflijas. Te Quiero mas- dijo aferrándose más al abrazo de su hermana mayor.

Una fotografía de la vida | Anahi y Alfonso Herrera | Donde viven las historias. Descúbrelo ahora