Annie siguió besando el cuello de Poncho, mordisqueándolo mientras intentaba subirle la sudadera que llevaba. Poncho intentó hablar.
PONCHO: -Annie... ¿Cuánto tiempo... tenemos?- Annie se separó y lo miró con cara de "¿En serio me preguntas?". Hizo un gesto y suspiró.
ANAHÍ: -Que importa Poncho. Como estoy no voy a poder aguantar mucho- Sonrió y volvió a besarlo. Alfonso la tomó de la cintura, apretándola más a su cuerpo. Cuando la tuvo sobre sus piernas quitó la boca de la modelo de su cuello y la miró, segundos después era él quien devoraba el cuello de Annie, mientras le quitó la blusa. Cuando la tuvo en brasier bajó sus besos al comienzo de sus senos. Anahí gimió. Últimamente sentía sus pechos muy sensibles. Poncho llevó sus manos al broche del brasier, liberándolos. Ella gimió más fuerte al sentir su lengua en sus pezones. Su respiración se hizo pesada, sus gemidos inevitables. Poncho levantó su cara, mirándola, y Annie lo besó intensamente. Le quitó la sudadera que antes no le había quitado y acarició su pecho desnudo. Poncho, a su vez, bajó su mano hasta el cierre del jean de Anahí, bajándolo para luego meter su mano.
ANAHÍ: -Espera...- susurró con la misma respiración agitada. Se levantó y se quitó los jeans, Poncho la imitó quedando en bóxer y también dejando en evidencia su erección.
Annie levantó una ceja y él sonrió de un modo pervertido.
Él se acerco y la tomo del trasero, acercándola a su cuerpo al modo que su erección rosara su abdomen. Volvió a besarla.
Bajó sus manos a las tiras de la pequeña braguita de su mujer, deslizándola lentamente hasta que estuvo en el piso. Anahí ya se había quitado los zapatos y estaba completamente desnuda. Él quito su bóxer y llevó a Annie hacia la cama. Simplemente se quedaron parados a la orilla de ésta, Alfonso detrás de Anahí.
Ella sintió el aliento de él golpeando su nuca, estremeciéndola, impacientándola. Ahogó un grito cuando Poncho volvió a tocar sus senos hipersensibles. Con la otra mano el fotógrafo acarició sus muslos, obligándola a abrirlos. Ella lo hizo, y de un momento a otro sintió los largos dedos de su marido acariciándole su feminidad. Así la tuvo él por largos minutos hasta sentirla empapada y lista para recibirlo. Se sentó en el borde de la cama, con los pies apoyados en el piso dejándola a un lado y la miró lleno de deseo. Anahí tenía los ojos entrecerrados pero brillosos por el placer.
PONCHO: -Ven- Alargó su mano para que ella la tomara. Annie lo hizo y, cuando se iba a sentar de horcajadas sobre él, Alfonso negó con una sonrisa. -Así no- Ella frunció el ceño -Date vuelta- Annie lo hizo sin hablar, un poco confusa. Cuando estuvo de espaldas, Poncho le acarició el trasero y ella suspiró, luego la atrajo de las caderas y la obligó a que se sentara sobre su gran erección. Gimieron juntos cuando él la llenó.
Se movieron a la par, en un ritmo acompasado mientras él la guiaba con las manos en sus caderas, marcando el ritmo. La soltó y con su mano derecha acarició entre sus piernas el pedacito de carne hinchado y palpitante.
ANAHÍ: -Poncho...- Lo dijo con un tono tan placentero que Alfonso aumentó sus caricias y sus embestidas. Subió su mano izquierda para acariciar sus senos. Los estimuló de tal forma que sintió que Anahí se estremecía y se arqueaba. Ésta intentó quitar las manos de él de ahí, a ciegas debido a sus ojos cerrados, pero no pudo. Alfonso le pellizcó los pezones, y ella volvió a gemir salvajemente. Se aferró fuertemente con las manos a las piernas de Alfonso y clavó sus uñas cuando llegó al orgasmo. Su cuerpo temblaba, una oleada recorrió su cuerpo y se sentía sofocada. Apoyó su cabeza en el hombro de Poncho, luego giró su cara y Poncho la besó, aún embistiéndola buscando su propio orgasmo. Cuando llegó, se vació en ella mientras le mordía el labio inferior. Un desgarrador grito se escuchó en toda la casa.
Poncho la rodeó con sus brazos, apoyándolos en el plano vientre de ella y apoyó la cara en su espalda recuperando la respiración. Annie se giró quedando frente a él, y juntos se desplomaron en la cama. Alfonso seguía en su interior. Le acarició la espalda y besó su cabeza.
PONCHO: -¿Estás bien?- Annie respiraba con dificultad, su cuerpo no le respondía.
ANAHÍ: -Si. Solo quiero estar así... un ratito- susurró.
Escucharon las risas de Azul y Carmela. Anahí se levantó asustada. Luego recordó que le había puesto llaves a la puerta de la habitación.
ANAHÍ: -No se fueron nada- Miró el reloj -¿Apenas media hora?- se quejó volviendo a apoyar su cara en el pecho de Alfonso.
PONCHO: -Tal vez los niños necesitaban un cambio de pañal, o tienen hambre- La modelo bufó y sonrió.
ANAHÍ: -En cuanto los niños cumplan el año, organizaré nuestra boda. Me urge una noche de bodas intensa y una buena luna de miel- Poncho rió y la besó con intensidad. Luego Annie se incorporó y con un gemido, rompió la unión de sus sexos.
PONCHO: -No veo la hora de casarme contigo, mi amor- Expresó parándose.
ANAHÍ: -Ni yo- Sonrió -Te amo- Lo besó y Poncho la tomó de su trasero, haciendo que ésta rodeara sus piernas alrededor de su cadera -No tenemos más tiempo- Él no le hizo caso y la llevó al baño.
Azul sacó agua fresca del refrigerador y tomó los tres biberones de sus hermanos. Los llenó y los llevó hasta la sala donde Carmela jugaba con los niños.
CARMELA: -Gracias mi niña- Tomó dos biberones y le dio a Abril que reposaba en el sofá, algo cansada y André que estaba en sus brazos. Azul le dio agua a Alfonsito.
AZUL: -Tenían sed-
CARMELA: -Y están agotados- Sonrió -Apenas en media hora se agotaron. ¿Dónde quedó su energía?-
AZUL: -Me pregunto lo mismo- Rió -Pensé que íbamos a pasar más tiempo allí, a ellos les encanta-
CARMELA: -Puede ser que extrañaran a sus padres-
AZUL: -Hablando de ellos...- miró a su alrededor -No se escuchan. ¿Crees que hayan salido?-
CARMELA: -Creo que si. Está todo muy silencios-
AZUL: -O...- alzó la ceja -Puede ser...- Rió y señaló las escaleras -¿No crees que hayamos interrumpido?- Carmela abrió la boca en sorpresa.
CARMELA: -¡Azul!-
AZUL: -¡Ay Carme! Somos grandes caray. Segurito andan haciendo sus cochinadas. Y creo que interrumpimos-
CARME: -Ay mi niña, mejor tomemos a los niños y acompáñame a hacer las compras para la cena ¿si?-
AZUL: -¡Ámonos! ¿Ya te dio vergüenza? Si, mejor vamos- Tomaron las cosas, Carmela ubicó a los niños en el cochecito doble y Azul a su hermana en uno simple, y salieron de la casa.
Cuando Alfonso y Anahí salieron veinte minutos después, no los encontraron.
ANAHÍ: -Yo no estoy loca... los escuché-
PONCHO: -Habrán vuelto por algo y volvieron a salir- La miró y enarcó una ceja.
ANAHÍ: -Luego. Ahorita no, de seguro ya estarán por volver- Poncho le dejó un fugaz beso en el cuello y sonrió.
PONCHO: -¿Luego?- Esta vez fue Annie la que enarcó ambas cejas.
ANAHÍ: -Si, mas tarde- Sonrió y le tomó el rostro con las manos-¿Te piensas que media hora me alcanza? Obvio no- Lo besó y Poncho profundizó el beso.
En ese preciso momento Azul y Carmela entraron por la puerta.
AZUL: -Efectivamente- Le dijo a Carmela que disimuló una sonrisa al verlos a ambos bañados.
PONCHO: -¿Efectivamente que?-
AZUL: -Nada. Carme me entiende-
ANAHÍ: -Las oí llegar a casa hace unos minutos ¿Puede ser?-
AZUL: -Si, pero como ustedes... no estaban, fuimos a comprar-
PONCHO: -Si estábamos, arriba-
AZUL: -Ah, mira. No nos dimos cuenta- fingió indiferencia y miró a Carmela cómplice.
CARMELA: -Los niños están agotados- Cambió de tema cuando Anahí se puso colorada.
ANAHÍ: -Si. Los voy a bañar. ¿Preparas la cena?-
CARMELA: -Por supuesto-
AZUL: -Yo te ayudo a bañarlos- Se ofreció la chica, Annie asintió.
PONCHO: -Yo haré un llamado-
CARMELA: -Yo prepararé la cena-
Azul y Anahí bañaban a los niños. Azul estaba casi empapada.
AZUL: -¡Ya André!- Rió -Este niño me empapó toda-
ANAHÍ: -Así quedo yo siempre. Le encanta chapotear- Sonrió. Azul miró a Alfonsito.
AZUL: -No puede ser tan tranquilo este niño- Le tocó la cabecita mojada -Él siempre con su chupete, tranquilo-
ANAHÍ: -Y le encanta el agua. En realidad a los tres. A la princesa...- dijo mirando a Abril -cuando era bebé no le gustaba, pero ahora le encanta. Me cuesta hacerlos salir-
AZUL: -Oye má-
ANAHÍ: -¿Mmm?-
AZUL: -¿Para cuándo la boda eh?- Preguntó cambiando de tema.
ANAHÍ: -Lo hablé con tu papá. En cuanto los niños cumplan su añito, comenzaremos la organización. En realidad contrataré una weeding planer-
AZUL: -¿Ah si?-
ANAHÍ: -Pues si. Ellos son profesionales, organizarán una hermosa boda. Además quiero que sea todo perfecto-
AZUL: -Y además no debes estresarte, tienes que estar espléndida en tu boda mami-
ANAHÍ: -Por eso- Sonrió -¡Ya quiero casarme caray!-
AZUL: -Yo ya no veo la hora. ¿Entonces? ¿Será dentro de poco?-
ANAHÍ: -Mmm no sé ¿Se puede planear todo en dos meses?-
AZUL: -Supongo que si. Total los que se encargan son los profesionales-
ANAHÍ: -Entonces, ojala pueda decir "en dos meses me caso"-
AZUL: -¡Ay mamá! ¡Que alegría!- Ambas estaban muy felices, y esperaban ansiosa ese gran día.
Poncho seguía colgado al teléfono.
PONCHO: -¿Entonces si? (...) Muchísimas gracias, nos hacen falta estas vacaciones (...) Si, solo cinco días (...) No, es que Annie no quiere más días porque se acerca el cumpleaños de los trillizos y quiere tener todo en orden (...) Si (...) Muchas gracias otra vez (...) Azul perfecta gracias a Dios (...) Le mando tus saludos (...) Ok. Adiós- Luego de hablar con su jefe Poncho se dirigió a la cocina -Carme, invitaré a mi hermano y su familia a cenar ¿Puedes hacer un poco más de comida?-
CARMELA: -Claro señor- Sonrió -No se preocupe- Poncho sonrió y rodó los ojos. ¡Como le costaba a esa mujer tutearlo!
PONCHO: -Los llamaré-
Luego de llamar a su hermano, colgó y recibió una nueva llamada.
PONCHO: -¡Dul!-
DULCE: -Hola Poncho ¿Cómo estás?-
PONCHO: -Bien ¿Y tú?-
DULCE: -Perfecta. Llamaba para saber cómo estaba Azul-
PONCHO: -Está muy bien. Contenta de estar en casa nuevamente. Ahora está ayudando a Annie a bañar a los niños-
DULCE: -Que bien- Poncho notó que sonreía.
PONCHO: -¿Y tú? ¿Y mi ahijado?-
DULCE: -Aquí está con el padre, reclamando atención los dos. Estaba preparando la cena y me tomé un segundo para llamarlos. Mañana iré a visitarlos-
PONCHO: -Anda, que ya quiero ver a mi ahijado- Dulce volvió a reir.
DULCE: -Te lo llevaré. Les das mis saludos a mi hermana y mis sobrinos ¿si?-
PONCHO: -Por supuesto. Saluda a mi bro. Y un beso a ti. Hasta mañana. Te quiero enana-
DULCE: -Y yo a ti cuñado-
Anahí escuchó las últimas palabras de Poncho y abrió la boca a modo de sorpresa.
ANAHÍ: -¿A quién quieres tú charro?-
PONCHO: -¿Charro?- Rió -Me haces acordar a algo- A Anahí no le causó ninguna gracia y rió sarcásticamente.
ANAHÍ: -¿Con quién hablabas?- Poncho se puso serio en cuanto notó el tono de su mujer.
PONCHO: -Con Dulce, Anahí-
ANAHÍ: -Ah. Y le dices "¿Te quiero enana?"- Imitó con una voz parecida a la de Poncho, éste rió de nuevo. -No te rías-
PONCHO: -Ya Annie, es tu hermana. Obvio la quiero, es mi cuñada- La miró sonriente -¿Estás celosa?-
ANAHÍ: -¡Obvio Alfonso! Obvio que estoy celosa si te encuentro hablando todo melosito y cariñosito con mi hermana ¡Mi hermana!-
PONCHO: -Cálmate Anahí. ¡Es tu hermana! No estés celosa- Dijo acercándose y abrazándola. Annie no le correspondió.
ANAHÍ: -Imagínate encontrarme a mi hablando así con tu hermano. Te conozco, te pondrías celoso también, y más si antes no sabes que es tu hermano quien habla- explicó con la voz más suave. Poncho la entendió.
PONCHO: -¿Ya si?- Le acarició la espalda -Mi celosita. Tu hermana llamó para saber cómo estaba Azul y dijo que mañana vendría. Y, mi hermano y Sol vendrán a cenar con las niñas-
ANAHÍ: -Ok- respondió un poco seria. Poncho rompió el abrazo.
PONCHO: -Yo tendría que estar enojado, no tú. Anda mi amor, cámbiame esa carita- Se acercó y le hizo cosquillas. Annie rió. -Así me gusta más-
ANAHÍ: -Tonto-
PONCHO: -Hermosa-
ANAHÍ: -Te amo-
PONCHO: -Y yo a ti mi amor- Anahí se acercó y lo abrazó por la cintura. Poncho tenía razón, en todo caso el tendría que estar enojado, ella se había sobrepasado ¿Dudar de él? ¿Y de su propia hermana? Los celos eran así, y a Annie no le gustaban... pero era inevitable. Los celos siempre están cuando hay amor.
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Una fotografía de la vida | Anahi y Alfonso Herrera |
FanficHistoria rescatada del foro unvision, la subo con el permiso de la autora. Todos los derechos reservados