Una fotografía de la vida | Anahi y Alfonso Herrera |

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Cuando Poncho entró Annie estaba sola. Ni Azul ni los niños estaban allí.
PONCHO: -¿Y los niños?- Fue lo primero en preguntar al entrar.
ANAHÍ: -A los niños se los han llevado para examinarlos. Vinieron a curar mi herida y se los llevaron. Y Azul... bajó. Tu familia estaba abajo-
PONCHO: -¿Qué?-
ANAHÍ: -Si. No sé como llegaron hasta aquí, pero recién bajó Azul. ¿No te los cruzaste?-
PONCHO: -Entré por la parte de atrás- Annie asintió -¿Qué tienes?-
ANAHÍ: -Todo. Lo de Dulce, lo que le hizo Rodrigo, además su mentira... todo Poncho. Súmale que estoy agotadísima y aún no salimos del hospital. Ni me quiero imaginar cuando nos vayamos a casa-
PONCHO: -Allí estarás más tranquila, sin nadie que te controle si haces bien algo o no-
ANAHÍ: -Se supone que la tranquilidad es en el hospital y el caos al llegar a casa- sonrió de lado.
PONCHO: -Verás que saldrá todo bien. ¿Hace mucho se los llevaron?-
ANAHÍ: -Apenas diez minutos- Suspiró –Es increíble como, hace apenas unas horas nacieron y se lo llevaron solo unos minutos y ya los extraño. Me acostumbré a tenerlos conmigo-
PONCHO: -Yo me fui y ya quería llegar para verlos- confesó con una sonrisa.
ANAHÍ: -¿Cómo está Dul?- Preguntó cambiando de tema.
PONCHO: -No lo sé-
ANAHÍ: -¿Cómo no lo sabes? ¿Hablaron?-
PONCHO: -Unos minutos, casi nada. Luego la dejé en su casa- Contestó fríamente.
ANAHÍ: -¿Y entonces? ¿Cómo la dejaste?-
PONCHO: -No sé... estaba llorando-
ANAHÍ: -Eso es obvio-
PONCHO: -Necesita un tiempo a solas, Annie-
ANAHÍ: -Tengo miedo de que haga algo-
PONCHO: -¿Algo como que?-
ANAHÍ: -No sé. Ha sido capaz de eso, y está mal, así que tengo miedo que atente contra su vida-
PONCHO: -No manches Annie, no lo hará. La conocemos. Solo necesita un tiempo-
ANAHÍ: -Es que... no creo. Yo creo que necesita compañía en estos momentos, no quedarse sola, sentirse abandonada sin que nadie la consuele. Aish no debí dejarla ir- se quejó.
PONCHO: -Tranquila ok- trató de tranquilizarla al ver a la modelo levantarse impaciente. –Siéntate- la ayudó a sentarse –La llamaré, si eso te deja más tranquila-
ANAHÍ: -Por favor. Necesito saber como está-

Dulce reposaba su cabeza sobre el pecho de Ucker. Aún estaban en el sofá, Ucker se había dormido pero ella no podía ni pegar un ojo. El sonido de su celular la sacó de sus pensamientos.
DULCE: -¿Bueno?-
PONCHO: -¿Cómo estas?-
DULCE: -Ya sabes como estoy- Dijo incorporándose tratando de no despertar a Christopher e yéndose a la cocina.
PONCHO: -Pero dentro de todo. ¿Estás bien o...?-
DULCE: -Estoy tratando de estar bien. Estoy con Ucker, él me escuchó y pude desahogarme-
PONCHO: -¿Entonces estás bien?-
DULCE: -No podría decir bien. Pero, apuesto a que Annie te pidió que me llamara. Dile que no haré nada absurdo-
PONCHO: -Bien-
DULCE: -¿Eso es todo?-
PONCHO: -Si. Bueno, no. Quería pedirte perdón. Siempre reacciono así cuando no debo, cuando en realidad tuviera que consolar a las personas salgo corriendo. Lo siento. Quisiera hablarlo mejor contigo-
DULCE: -No hay nada que hablar Poncho. Las cosas fueron así, como te las conté. No hay nada más, así que no te preocupes. Gracias igual. Mándale un saludo a Annie- Dicho esto colgó.
Annie miró expectante a Poncho.
PONCHO: -Está bien- dijo colgando –Está con Ucker, y me dijo que no hará nada absurdo. Así que ahora te acuestas y...- No llegó a terminar cuando toda la familia de Poncho entró a la habitación.
ALFONSO: -¡Felicitaciones hijo!-
OSCAR: -¡Hermano! ¡Muchas felicidades!-
SOLANGE: -¡Felicidades Anahí! ¡Oigan, no se olviden de felicitar a Annie que tuvo el trabajo más duro!- Dijo regañando a los hombres.
Junto a ellos estaban Alejandro (el hermano menor de Poncho) y Ruth, la mamá de Poncho que miraba desde lejos.
ANAHÍ: -Gracias-
ALEJANDRO: -Hola Anahí- Se acercó y la saludó -¡Poncho!- Dijo palmeándole la espalda a su hermano.
ANAHÍ: -Hola-
PONCHO: -¡No lo creo! Te dignaste a aparecer- Poncho parecía muy contento con la llegada de su familia.
RUTH: -Felicitaciones hijo- Lo abrazó –Igual a ti Anahí- dijo con una sonrisa falsa. -¿Dónde están mis nietos?-
ANAHÍ: -Los llevaron para examinarlos-
SOLANGE: -¿Cómo son eh?-
ANAHÍ: -¡Hermosos! Ya los verás- dijo sonriente. -¿Y tus niñas?-
SOLANGE: -Las dejé con mi mamá. Iba a traer a Amparito sola, pero al final se quedó con sus hermanas-
ANAHÍ: -Yo no podría alejarme de mis hijos ni siquiera unas horas. Se los llevaron hace minutos y ya los extraño-
SOLANGE: -Pues si, las extraño, pero como tienen clases tuve que dejarlas- Oscar se acerca y abraza a su cuñada suavemente.
OSCAR: -¿Va todo bien Anahí? ¿Cómo estás?-
ANAHÍ: -Perfecta. Pero ya me quiero ir a mi casa, no aguanto más. Se me hacen interminables los días-
OSCAR: -¿Cesárea?- Annie asintió.
SOLANGE: -Yo estuve casi cinco días internada por la cesárea que tuve con Amparo-
ANAHÍ: -Ni me lo digas. Ya me quiero ir- se quejó. Solange la miró divertida.
SOLANGE: -Oye, pero estás perfecta eh. Con ese vestido y... maquillada. No pareces recién parida-
ANAHÍ: -Ah pues, me arreglé porque tuve que bajar a hacer las identificaciones de los niños y unos trámites más-
SOLANGE: -Me parece bien. No te dejes estar Anahí-
ANAHÍ: -No lo haré-