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Unos días después...

Poncho ya vivía en la casa de Annie. Sólo se había llevado su ropa y cosas personales ya que había rentado el departamento amueblado. Se mudó el mismo día que su familia había llegado, y los Herrera se quedaron en el departamento, así se ahorrarían de ir a un hotel a hospedarse.
Solange y Oscar habían ido a Cancún en busca de las otras dos niñas, ya que se iban a quedar un tiempo más de vacaciones, para festejar el cumpleaños de Azul.
Como volverían en el día y Amparo había entablado una muy buena relación con Annie y no se quería separar de ella, decidieron dejarla. Annie encantada aceptó cuidarla por ese día.
Se habían ido muy temprano, así que quedaba el día entero para disfrutar, y dado que era viernes, la modelo iba a esperar a su hija en la casa a que llegara de la escuela y luego saldrían a dar una vuelta con la niña.
Antes del mediodía Azul llegó a su casa, y vio a su madre preparando el almuerzo con la ayuda de Amparito.
AZUL: -¡Buenas, Buenas!!- saludó sonriente al llegar -¿Cómo están estas bellezas?-
ANAHÍ: -Uy, alguien aquí está muy contentita- le habló a la pequeña que la miró y sonrió ampliamente, sin dejar de jugar con una masita que la modelo le había dado. -¿Cómo estás amor?-
AZUL: -¡Perfecta!- contestó sin borrar la sonrisa.
ANAHÍ: -¿Y a que se debe tanta felicidad?-
AZUL: -Aprobé el examen de matemáticas que tanto estudié-
ANAHÍ: -Felicitaciones princesa. Yo te dije que lo ibas a aprobar- se secó las manos y abrazó a su hija.
AZUL: -Con un diez. Así que valió la pena-
ANAHÍ: -¡Ves que no era tan difícil!-
AZUL: -Gracias a ti que me ayudaste. Para mi era chino más que matemáticas-
ANAHÍ: -Ay Azul-
AZUL: -Neta mami- miró a su prima que jugaba con una masita -¿Qué hacen?-
ANAHÍ: -Hoy comeremos pastas-
AZUL: -¡No lo creo! ¡Que rico! Me cansé de verdura-
ANAHÍ: -Tu papá también-
AZUL: -Hablando de papá ¿no está?-
ANAHÍ: -No. Me dijo que llegaba a almorzar, así que debe estar llegando-
AZUL: -Mami...-
ANAHÍ: -¿Qué hija?-
AZUL: -Tengo que hablar contigo- Anahí asintió.
ANAHÍ: -Por supuesto hija. Dime-
AZUL: -Pero no ahora, porque está por llegar papá-
ANAHÍ: -¿No quieres que se entere tu papá?- la niña negó con la cabeza -¿Ocurre algo?-
AZUL: -No. O sea, simplemente quiero hablar algo contigo antes de hablar con papá-
ANAHÍ: -Está bien. Almorzamos y salimos con Amparo a dar una vuelta, si quieres al parque de aquí cerca y hablamos-
AZUL: -Bien- contestó en un susurro y algo nerviosa. Annie la notó su nerviosismo.
ANAHÍ: -Lo que sea sabes que me lo puedes contar, soy tu madre y puedes confiar en mi ¿si? No dudes hija-
AZUL: -No. No lo dudo ma, es que esto es... nuevo para mí- La modelo frunció el seño... se imaginaba lo que podía ser, así que le dedicó una sonrisa sincera para que Azul dejara el nerviosismo de lado.
ANAHÍ: -Ok. Entonces luego hablamos-
AZUL: -¡Ay! ¡Es que no aguanto!- largó la chica.
ANAHÍ: -Entonces cuéntame ahora-
AZUL: -¿No te vas a enojar? ¡Ay! Que pregunta es esa, es obvio que tú no te enojarías- se respondió a si misma –Pero mi papá si- habló bajo, pero su madre la escuchó. –Esto es difícil de hablarlo- Annie miró a Amparo que estaba en la mesa con la masita que la entretuvo desde el principio, luego se acercó más a su hija.
ANAHÍ: -Has de cuenta que soy tu amiga. Si te da pena hablarlo con tu mamá, haz de cuenta que soy Brenda o Maia- Azul asintió, tomó aire y lo largó.
AZUL: -He estado conociendo a alguien- Miró a su mamá, que asentía con la cabeza comprensivamente –Pedro tiene 17 años y... es muy bueno conmigo, me quiere mucho y me lo ha demostrado- Annie se asustó ante la última frase, así que abrió los ojos asustada –No, no, no así no. No es lo que piensas- respondió Azul al ver a su madre así –Me lo demuestra cada vez que lo veo, con sus palabras, con sus cariños... Es sincero mami, y es un buen chico-
ANAHÍ: -Tú lo quieres-
AZUL: -Mucho-
ANAHÍ: -¿Dónde lo conociste?-
AZUL: -¿Te acuerdas cuando ustedes estaban en Los Ángeles y yo fui a la fiesta de Brenda?- Annie asintió –Ahí lo conocí. Y lo seguí viendo como amigo, de hecho es mi amigo... no somos nada aún. Quería hablarlo con ustedes antes de dar ese paso-
ANAHÍ: -¿Estás segura de esto Azul?-
AZUL: -Si ma. Me encanta como es él conmigo, como me trata. Me siento bien cada vez que lo veo. Siento que se me pasa el tiempo rapidísimo cuando estoy a su lado... y no quisiera separarme nunca de él- A la modelo se le aguaron los ojos -¿Qué?- preguntó su hija al verla así.
ANAHÍ: -No puedo creer lo grande que estás- digo al tiempo que se acercaba y la abrazaba con todas sus fuerzas –No puedo creer que mi niña me diga eso... ¡Como has crecido!- lloró abrazada a su niña –No eres una bebé... ya eres una señorita- siguió en los brazos de Azul.
AZUL: -¿Tú crees que sea amor?-
ANAHÍ: -Eso solo lo sabes tú. Pero me has dicho que es tu amigo- dijo separándose.
AZUL: -Si. O sea, amigo casi novios-
ANAHÍ: -Te entiendo. Están conociéndose-
AZUL: -Exacto-
ANAHÍ: -Tienes que ir paso a paso ¿si? No quiero que saltees varios pasos y te estampes contra la pared- Azul sonrió ante ese ejemplo –Piensa bien antes de actuar. Cuando te pones de novia, tienes que madurar a la fuerza, para saber que hacer. No digo que no seas madura, pero sigues siendo una niña y puedes llevarte muchas decepciones. Quisiera conocerlo a ver que intenciones tiene con mi niña- dijo Anahí. Azul asintió.
AZUL: -Por eso quería hablarlo antes, porque quiero presentárselos. Pero luego de que seamos novios, no antes. No quiero presionarlo-
ANAHÍ: -Me parece perfecto-
AZUL: -Gracias ma. Por no regañarme, siento que papá me va a matar si se entera-
ANAHÍ: -¡Ni que fuera un ogro!-
AZUL: -No, no lo es. Pero desde chica me viene diciendo que el día que tenga novio lo tomará de la ropa y le preguntará que intenciones tiene conmigo, donde vive, que hace, si estudia, si trabaja, si me hará sufrir...- suspiró –Me muero si le hace eso a Pedro. Mami, neta Pedro es una excelente persona, y lo podrás saber cuando lo conozcas-
ANAHÍ: -No te preocupes por tu papá. Tienes una ventaja- le dijo a su hija.
AZUL: -¿Cuál?- preguntó.
ANAHÍ: -Nosotros nos conocimos cuando teníamos tu edad, y yo quedé embarazada de ti justo el día que cumplí quince años...- frenó en seco y miró a su hija -¡Tú no hagas lo mismo! ¿ok?-
AZUL: -No lo haré mami. Pero gracias por esto, será mi modo de extorsionarlo- dijo levantando una ceja en modo malévolo.
ANAHÍ: -Se llega a enterar que te dije esto y me mata-
AZUL: -Ay ma, eso ya lo sabía pero no lo había pensado así. Le diré que lo deduje-
ANAHÍ: -Ok. Ya quiero conocer a ese niño- le dijo a su hija.
PONCHO: -¿Qué niño?- preguntó Poncho entrando a la cocina. Ambas quedaron mudas en ese preciso instante.
ANAHÍ: -Este... el...- Poncho las miraba esperando una respuesta -¡El hermanito de Maia! ¡Ay caray! Me dijo Azul que es un amor de niño-
AZUL: -¡Si! ¡No sabes lo que es ese niño! Es lo más-
PONCHO: -¿Cuántos años tiene?- preguntó en modo protector y con algo de celos.
AZUL: -¡Cuatro años papá!- respondió en tono sarcástico al notar el tono de su padre.
PONCHO: -Ah. Pensé que era un adolescente con las hormonas alteradas- Madre e hija se miraron serias -¿Qué cocinas mi amor?- Annie miró a Poncho y luego la comida.
ANAHÍ: -¡Pastas!-
PONCHO: -Delicioso- respondió acercándose a Annie para tomarla de la cintura y plantarle un besazo en la boca.
AZUL: -¡Hay una niña aquí!- expresó con una sonrisa señalando a Amparo que los miraba sonrientes y atenta.
PONCHO: -Perdón a las dos niñas mas hermosas- dijo apretándole los cachetes a su hija y a su sobrina.
AZUL: -Ya no soy una niña- respondió seriamente.
PONCHO: -Para mi si eres una niña-
AZUL: -No papá-
ANAHÍ: -Bueno ya está la comida- dijo para que padre e hija dejaran de discutir si era o no una niña.
Anahí llevó a Amparo para lavarle las manos, mientras Poncho y Azul ponían la mesa.

Estaban almorzando. Annie se ocupaba mucho de Amparo. Le había preparado su platito con los fideos cortaditos para que pudiera comer, le había servido jugo y cuando la niña le pedía algo ella estaba atenta. Azul y Poncho las miraban con ternura.
La chica se acercó a su padre y le susurró cerca del oído.
AZUL: -No sé por qué aún no tienen un hermanito para mi-
PONCHO: -Yo tampoco sé-
AZUL: -¿Mamá no quiere?-
PONCHO: -¿Por qué no querría? Tal vez necesita tiempo. Pero no comas ansias, te aseguro que un día más con Amparo y Annie querrá un hijo-
AZUL: -¿Tú crees?-
PONCHO: -Completamente. Mira- le señaló con la vista a las dos que platicaban animadas.
AZUL: -Que lindas- sonrió.
ANAHÍ: -¿Qué cuchichean los dos?-
PONCHO: -Lo rica que está la comida- codeó a su hija -¿Verdad?-
AZUL: -Deliciosa mamá- asintió riendo.
ANAHÍ: -Gracias- agradeció sonriente.
PONCHO: -Oye amor... ¿Entonces no viajarán a San Francisco?-
ANAHÍ: -No me parece de buena educación dejar a tu familia aquí e irnos-
PONCHO: -Pues no, pero no podemos posponer más el viaje-
AZUL: -Tenemos que hacerlo cuanto antes-
ANAHÍ: -Lo sé... pero...-
PONCHO: -¿No estás segura Annie?- Anahí lo miró un largo rato antes de contestar.
ANAHÍ: -Si estoy segura. Pero no sé, aún hay tiempo-
PONCHO: -Tú sabes que no hay tiempo. Mira ¿Por qué no mejor viajan ustedes dos? Tu mamá dijo que las acompañaba-
ANAHÍ: -¿Tú no iras?-
PONCHO: -Iría, pero tú no quieres que deje a mi familia-
ANAHÍ: -Pues no-
AZUL: -Podemos ir y regresar en cuanto acabemos de hablar-
ANAHÍ: -Yo creo que tienen razón. Además se viene tu cumpleaños y será mejor hablar antes-
PONCHO: -¿Entonces?- La modelo suspiró.
ANAHÍ: -Está bien. Le diré a mi madre que nos acompañe- Pensó un momento –Será mejor que la llame hoy y que saque los pasajes, así viajamos mañana y volvemos el domingo, ya que el lunes es tu cumpleaños-
AZUL: -Perfecto. Por mi no hay problema- A la niña se la vio totalmente relajada, todo lo contrario a Annie.

***

El sábado a la tarde Annie, Azul y Elisa habían llegado a San Francisco. La modelo le había contado a la familia de Poncho todo, y por qué debía viajar. Se disculpó y prometió estar el sábado antes de la medianoche en México.
Estaban alojadas en un Hotel, lugar donde siempre se hospedaban y hasta eran conocidas por el personal, que las trataban como reinas.
Elisa fue la que se encargó de llamar al señor Puente. El señor las citó cuanto antes en su casa, así que fueron esa misma tarde.
Antes de tocar la puerta, Anahí inhaló mucho aire y lo exhaló con fuerzas. Tomó de la mano a su hija y le hizo una seña a su mamá. Ésta tocó el timbre.
AZUL: -Todo saldrá bien mamá-
ELISA: -Tranquila hija- Anahí suspiró. Estaba de los nervios, porque no sabía lo que le esperaba allí dentro. No sabía como reaccionaría su padre al verlas.
Una señora del personal abrió la puerta y las hizo pasar a la sala.
******: -El señor las está esperando. Pasen-
Allí estaba su padre. Muy presentable, como siempre, con traje pero ahora sin corbata, aunque no dejaba de ser elegante. Un tubo de oxígeno reposaba a su lado, y una sonda entraba por sus fosas nasales.

Una fotografía de la vida | Anahi y Alfonso Herrera | Donde viven las historias. Descúbrelo ahora