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PONCHO: -Hola-
ANAHÍ: -¿Qué haces aquí?- Una sonrisa se le escapó a la modelo.
PONCHO: -¿No te contaron?-
ANAHÍ: -¿Qué cosa?- Aún seguían parados en la puerta –Perdón, pasa-
PONCHO:-Gracias- Pasó y dejó su maleta –Pues, que soy el nuevo fotógrafo de la campaña-
ANAHÍ: -¿Neta?- Preguntó sonriendo.
PONCHO: -Si. Y te aseguro que esperaba gritos de tu parte y una patada que me mandara nuevamente a México-
ANAHÍ: -No. Pues, la verdad ese fotógrafo no me gustaba-
PONCHO: -Algo me enteré. ¿Te sentías incómoda?-
ANAHÍ: -Bastante. Me desnudaba con la mirada-
PONCHO: -¿Y que piensas del nuevo fotógrafo?-
ANAHÍ: -Pues, está un poco mejor. Peor es el otro-
PONCHO: -¿Un poco mejor?- Preguntó acercándose a ella.
ANAHÍ: -Pues si, un poco- respondió dando pasos hacia atrás.
PONCHO: -¿Quieres hacer la campaña con el otro?-
ANAHÍ: -¡No!-
PONCHO: -Entonces admite que te encanta que sea tu fotógrafo-
ANAHÍ: -Eres bueno, y no eres un pervertido como el otro. Además me siento cómoda contigo porque te conozco, me conoces...- contestó nerviosa porque Poncho cada vez se acercaba más.
PONCHO: -Si te conozco, pero no lo suficiente-
ANAHÍ: -Entonces ya se dará la oportunidad- Poncho se acercó mas y la tomó de la cara.
PONCHO: -¿Vas a dejar que te conozca mas a fondo?-
ANAHÍ: -Veremos-
PONCHO: -OK. Oye, me dijeron que estabas de mal humor- dijo soltándola.
ANAHÍ: -¿Te cruzaste a mi hermana? Ella me puso de mal humor- puso cara de enojada.
PONCHO: -Si me la crucé, y la vi mal-
ANAHÍ: -Es que me choca que sea así-
PONCHO: -¿Así como? ¿Qué te hizo?-
ANAHÍ: -Nada. Quiere decidir sobre mi vida-
PONCHO: -No lo creo. Yo creo que quiere lo mejor para ti-
ANAHÍ: -Pues... está bien que me de consejos y eso, pero no que me diga que necesito un buen revolcón para que se me pase este mal humor- Poncho rió con ganas y la cara de Anahí cambió -¿De que te ríes Alfonso?-
PONCHO: -De las ocurrencias de Dul-
ANAHÍ: -¿Tú también piensas como ella?-
PONCHO: -Por supuesto que no. Tu humor se puede deber a otra cosa-
ANAHÍ: -Obvio- Se hizo un largo silencio, Annie miraba la pared y Poncho buscaba su mirada.
PONCHO: -Te extrañé- soltó Alfonso. Annie volvió la mirada encontrándose con el verde de los ojos del fotógrafo iluminados con un brillo especial. -¿Tú no?-
ANAHÍ: -Si- contestó simplemente –Digo, extraño todo...- corrigió nerviosa. Poncho acortó la distancia que los separaba y la volvió a tomar de la cara obligándola a que lo mirara.
PONCHO: -Me encantas cuando te pones así, nerviosa-
ANAHÍ: -No estoy nerviosa-
PONCHO: -Estás temblando Anahí-
ANAHÍ: -Hace frío aquí, es que dejé la ventana abierta-
PONCHO: -Bueno, si quieres te abrazo para que no tengas frío- dijo envolviéndola en sus brazos, a lo que Anahí reaccionó poniéndose tensa. Annie se zafó de su agarre y caminó hacia la ventana.
ANAHÍ: -Mejor cierro esto- Cerró la ventana y las cortinas y se quedó allí parada.
PONCHO: -Te manda saludos tu hija- la modelo lo miró y sonrió.
ANAHÍ: -La extraño ¿sabes?- respondió acercándose a donde estaba Poncho.
PONCHO: -Ella también. Te manda muchos besos y abrazos, me dijo que te los de ¿puedo?- Anahí asintió tímidamente. Poncho dejó un beso en cada mejilla y la abrazó, envolviéndola nuevamente en sus brazos. Annie se dejó abrazar, cerró sus ojos y disfrutó del contacto con su cuerpo, luego respondió el abrazo rodeando la cintura del fotógrafo con sus brazos. Alfonso corrió la cara y la miró, perdiéndose en esos ojos azules que lo llevaban a otro extremo. –Eres tan frágil a pesar de todo. Déjame estar contigo Annie, déjame protegerte, cuidarte y quererte. Déjame amarte-

Mientras que en México...
AZUL: -Mamita ¿No quieres salir un rato? Te hará bien un poco de aire-
MAITE: -No tengo ganas hija-
AZUL: -Ándale. Mientras la abuela prepara la cena, vamos un ratito-
MAITE: -¿A dónde quieres ir?-
AZUL: -Vamos a tomarnos un café al bar de la esquina. No te estoy llevando lejos, son apenas unos metros ¿si?- casi suplicó.
MAITE: -Está bien- Salieron dejando a la mamá de Maite en la casa y caminaron hasta el bar de la esquina.
AZUL: -¿Te sientes mejor? Digo, anímicamente-
MAITE: -Es duro, pero de a poco estoy mejor-
AZUL: -Podrás tener más bebitos. Hay que agradecerle a Dios que estás viva, no soportaría la idea de perderte. Se que es difícil, pero las cosas pasan por algo mami. Dios no te falla, siempre te tiene algo mejor-
MAITE: -¿Algo mejor que un hijo? No lo creo-
AZUL: -No estaba en tu destino ese bebé, por algo pasó. Tú me hiciste creer en el destino, me hiciste creer que existe-
MAITE: -Si que existe, todo está escrito. Pero... no sé porque Dios escribió eso en mi hoja de vida-
AZUL: -Tal vez no era el momento, o papá no era el indicado para ser padre de ese bebé... o tal vez el destino te tiene a alguien que te hará perder la cabeza de amor y querrás tener muchos hijitos con él. Te mereces volver a enamorarte mamá-
MAITE: -No estoy preparada para estar con otra persona, no por el momento- Llegaron al bar y pidieron un café cada una.
AZUL: -Pues, uno nunca sabe- respondió con una sonrisita –No te cierres mami. Date chance de hacer y sentir lo que con papá no sentiste. No dudo que alguna vez hubo amor pero...-
MAITE: -Tu papá me quiso, mucho... pero no llegó a amarme como yo lo amé a él-
AZUL: -Para mí si te amó-
MAITE: -No Azul... me quiso muchísimo, que no es lo mismo que amar-
AZUL: -¿Por qué piensas que no te amó? Sino no hubiesen durado tantos años-
MAITE: -Supongo que tu papá necesitaba una compañera, alguien que lo ayudara contigo... pues, yo siempre estuve allí y confundió el cariño con el amor. Pero en el fondo, sé que él no me amó. Si me quiso, no lo dudo... pero él amó, ama y amará a otra persona-
AZUL: -Mi mamá- Maite asintió y tomó el café que el mesero le trajo.
MAITE: -No podía seguir con él, no podía obstruirle el paso de su felicidad. Por más que lo amé las cosas cambiaron, y hasta te diría que soy feliz si él es feliz-
AZUL: -¿Qué harás con tu amor?-
MAITE: -Lo recordaré como algo bonito-
AZUL: -Te volverás a enamorar mami, y esta vez de alguien que se enamore igual o más que tú. Te lo mereces, eres una excelente mujer y muchos hombres quisieran tener una novia o esposa así como tú-
MAITE: -Gracias mi amor. Te quiero mucho-
AZUL: -Yo también. Y siempre serás mi mamá, por más que tenga una verdadera y que ya no estés con mi papá, tú me criaste, me diste amor y todo lo que una madre te da, por eso siempre serás mi mamá pase lo que pase. ¡Y mira que afortunada soy! Tengo dos madres hermosas, buenas... y las amo- Maite se emocionó por las palabras de la adolescente y lloró. –No llores- le pidió alargando su mano y secándole las lágrimas.
MAITE: -Siempre serás mi chiquita. Contigo aprendí a ser mamá y eso no se olvida-
AZUL: -No te irás nunca de mi vida ¿verdad?-
MAITE: -Jamás. Te amo-
AZUL: -Yo también mamá-

Los Ángeles, California.
ANAHÍ: -Ya sabes lo que pienso Poncho- respondió soltándose nuevamente, escapando de los brazos de Alfonso.
PONCHO: -Si, sé lo que piensas. Annie, no estoy más con Maite- Annie, que estaba dándole la espalda, al escuchar eso se volteó y lo miró –No estoy mas con ella, ya terminamos todo-
ANAHÍ: -¿La dejarás sola con el bebé? Está bien que te hagas cargo, pero los niños merecen crecer en una familia-
PONCHO: -No hay bebé, Maite lo perdió- respondió bajando la cabeza. A Anahí se le encogió el corazón al verlo así y lo abrazó.
ANAHÍ: -Perdóname, no lo sabia. ¿Cómo que lo perdió?-
PONCHO: -¿Te acuerdas que te conté del embarazo ectópico? Tuvo muchas hemorragias seguidas y lo perdió-
ANAHÍ: -Lo siento- Seguían abrazados, Poncho estaba aferrado fuertemente al cuerpo de la modelo, no quería soltarla.

Afuera estaba Dulce saliendo se su habitación cuando ve que alguien se encamina hacia la última habitación del pasillo; la de su hermana.
DULCE: -Ey!-
RODRIGO: -Dulce-
DULCE: -¿Qué haces aquí?- preguntó furiosa.
RODRIGO: -Me enteré que Annie está aquí y vine a verla-
DULCE: -*****a. Tú no tienes nada que hacer aquí-
RODRIGO: -¿Y tú quien eres para impedírmelo?-
DULCE: -Soy su hermana, y te quiero lejos de ella-
RODRIGO: -Eso me lo tiene que pedir ella-
DULCE: -Te aseguro que ella no tendrá tanta paciencia como la estoy teniendo yo ahora. O te vas o te hecho de una patada-
RODRIGO: -Voy a hablar con ella quieras o no-
DULCE: -No voy a dejar que interrumpas-
RODRIGO: -Me vales Dulce María- dio media vuelta y siguió su camino hacia la habitación de la modelo. Dulce corrió y lo agarró del brazo.
DULCE: -¿Eres sordo, estúpid*o o que? Vete de aquí-
RODRIGO: -Ya te dije que no me iré-
DULCE: -¿Quién te crees eh? No voy a dejar que vuelvas a lastimar a mi hermana. Te vas o te golpeo esa cara de *****a que tienes-

Volviendo a los A's. Éstos seguían abrazados y perdidos en el espacio mirándose a los ojos. Poncho se acercó y acarició los labios de la modelo con sus labios.
PONCHO: -Te lo voy a decir, así me cueste tu rechazo o lo que sea te lo voy a decir, ya no puedo aguantarme esto-
ANAHÍ: -Pon...-
PONCHO: -Shh... déjame hablar. Quiero estar contigo Annie, y voy a hacer hasta lo imposible por conquistarte. Me vuelves loco, me pusiste el mundo patas para arriba... Quiero amarte, quiero que me ames- Cerró los ojos al igual que Anahí –Te amo, como jamás pude amar a nadie. Fuiste, eres y serás siempre el amor de mi vida-
ANAHÍ: -Yo ya no lo puedo evitar- tomó de la nuca a Poncho y pegó sus labios con los de ella en un dulce beso, donde se demostraban todo el amor que se tenían, todo ese amor que estaba guardado y que salió a la luz al momento de volver a verse.
Era inevitable para ambos no dar el siguiente paso, lo necesitaban, ambos se deseaban. Poncho profundizó el beso y devoró literalmente los labios de Anahí. La castaña le correspondió del mismo modo, pero ahora la que metía sus manos dentro de la ropa era ella. La piel de Alfonso era suave, pero no dejaba de ser varonil. Su espalda era ancha y ardía. Al sentir su toque, el fotógrafo la pegó mas a su cuerpo, haciendo que el abdomen de Anahí tocara su virilidad. La respiración de la modelo ya no era acompasada, ahora era acelerada no solo por sentir a Poncho, sino por los besos que éste le estaba dando. Lo volvía a pensar, jamás la habían besado así y jamás había sentido algo igual.

Afuera Dulce seguía discutiendo con Rodrigo.
DULCE: -Aish, me cae que te quieres comer un buen golpe-
RODRIGO: -Siempre tan fina Dulce-
DULCE: -*****a. Vete o llamo a seguridad-
RODRIGO: -Dulce, métete en tus cosas. Necesito hablar con Anahí-
DULCE: -Y yo ya te dije que no hablarás con ella. No querrá verte esa cara espantosa que tienes, así que vete o las dos te daremos una patada y te mandamos a volar- Rodrigo se zafó del agarre de Dulce abruptamente y siguió caminando.

Poncho había quitado ya la blusa de Annie que se encontraba en brasier aferrada a su cuerpo. Seguían parados cerca de la cama, y lentamente éste fue recostando a la castaña en la cama subiéndose él encima suyo, controlando su peso para no aplastarla. Estaba besando fanáticamente el delicado cuello de la chica cuando ambos sienten que la puerta se abre de par en par. Alfonso miró para atrás encontrándose a un desconocido parado en la puerta, viéndolos sorprendido con oscuridad en sus ojos. Milésimas de segundos después llegó Dulce corriendo y gritando, queriendo evitar que interrumpiera lo que ya había interrumpido.

Una fotografía de la vida | Anahi y Alfonso Herrera | Donde viven las historias. Descúbrelo ahora