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Anahí y Azul se estaban preparando para salir, Poncho llevaba media hora esperándolas tirado en el sofá.
PONCHO: -¡¿Cuánto les falta?!- preguntó en un grito desde la sala. Sus mujeres se encontraban en la habitación.
ANAHÍ: -¡No mucho!- respondió del mismo modo la modelo. El fotógrafo suspiró y se paró impaciente. Caminó y observó detenidamente cada cuadro que tenía Anahí, se frenó en un retrato que tenía la modelo de ella con su hija.
PONCHO: -Son tan hermosas- suspiró tomándolo en las manos. En ese momento salieron madre e hija listas para la salida.
AZUL: -¡Ya estamos!-
PONCHO: -¡Wow!- se asombró –Hermosas-
ANAHÍ: -Gracias- Le dedicó una tierna sonrisa -¿Qué hacías?-
PONCHO: -Tardaban mucho, así que me puse a ver tus fotos- mostró el cuadro que tenía. Annie miró el retrato.
ANAHÍ: -Faltas tú-
AZUL: -Traeré la cámara- dijo sonriente mientras se retiraba.
PONCHO: -Tengo a la mujer mas hermosa que existe en el mundo- halagó haciendo sonrojar a la modelo. Annie se acercó más a él y entrelazó sus brazos alrededor del cuello de éste.
ANAHÍ: -Gracias mi amor- Poncho la miró a los ojos, esos ojos azules profundos que lo hacían delirar. Subió su mano y acarició su mejilla.
PONCHO: -Te amo tanto Anahí, tanto. Eres mi todo, tú y mi hija lo son todo en mi vida-
ANAHÍ: -Lo mismo siento yo, mi amor. Me siento tan feliz, tan plena como jamás me sentí en la vida. Ustedes son lo más hermoso que me dio la vida... y los amo. Te amo- Sonrieron y Alfonso se acercó lentamente a los labios de su amada, primero rozándolos para luego besarlos tiernamente. Una perturbadora luz hizo que se separaran, encontrándose a su traviesa hija con una amplia sonrisa mirando la foto que había tomado de ambos.
AZUL: -¡Perfectos! Será para mí- sonrió. –Ahora los tres- dijo poniéndose en medio de ellos dos. Alfonso tomó la cámara y tomó un recuerdo de ese momento.

Por otro lado Christian preparaba un té para su amiga que se encontraba más nerviosa que nunca. Tomó un saquito de té y lo preparó, luego lo llevó en una bandeja hasta el dormitorio.
CHRIS: -Te traje un té- Dulce se volteó, pues estaba recostada en posición fetal mirando hacia la ventana, y se incorporó.
DULCE: -No te hubieses molestado, no voy a tomarlo-
CHRIS: -Dulce, no quisiste comer nada, no tomaste nada... Por lo menos toma este té-
DULCE: -¿Falta mucho?-
CHRIS: -Me preguntaste lo mismo hace cinco minutos cuando bajé a preparar el té. Sólo cinco minutos más-
DULCE: -Si no te molesta... Quiero verlo sola- Chris asintió y le ofreció la taza.
CHRIS: -Como quieras. Pero tómate esto- Dulce a regañadientes tomó la taza y le dio un sorbo.
DULCE: -¡Que asco! ¡¿Chris que le pusiste?!-
CHRIS: -Es solo té Dulce, con un poco de miel-
DULCE: -¡Ay por Dios! Es un asco esto, está muy dulce- El chico sonrió al ver la cara de enojo y de asco de su amiga.
CHRIS: -Ahora odias lo dulce-
DULCE: -¡No! Odio la miel. ¡Sabes que no me gusta!-
CHRIS: -No tenías azúcar, y sé que también odias lo amargo-
DULCE: -No quiero más- expresó devolviéndole la taza con cara de repulsión.
CHRIS: -¡¿Quién puede contigo?! ¡Ay Dulce María!- se quejó pero con una sonrisa leve en los labios.
DULCE: -¿Cuánto falta?- volvió a preguntar. Chris la miró con el rostro desencajado.
CHRIS: -¿En serio me preguntas?-
DULCE: -Es que estoy nerviosa-
CHRIS: -Falta menos. ¿Necesitas que te deje sola?-
DULCE: -Te necesito, pero a la vez quiero ver el resultado sola- Chris asintió.
CHRIS: -Bueno. Mientras tú ves el resultado, yo voy al supermercado por algo para preparar la cena ¿Qué te parece?- Dul lo miró y él supo lo que quería decir -¡Oh no! tú vas a comer por lo menos un poco de caldo, o arroz o lo que sea, pero vas a comer- la regañó y Dul gruñó. -¿Quieres algo especial?-
DULCE: -Lo que quieras-
CHRIS: -Bien. En seguida regreso- Dul asintió y se paró para ir hacia el baño, mientras Chris se iba.

La familia Herrera, si así se los podía llamar, habían llegado a un restaurante donde cenaron muy a gusto. Platicaron, rieron, se tomaron fotos y contaron anécdotas de la vida.
AZUL: -¿Y como elegiste ese nombre mamá?-
ANAHÍ: -Pues, me gustaba. Siempre decía que ibas a ser mía, entonces me parecía el nombre indicado, además era un nombre corto y con mi apellido que no es tan largo quedaba perfecto-
PONCHO: -Mía Puente. Era bonito- expresó contento.
AZUL: -¡Muy lindo!-
ANAHÍ: -Pero Azul es mas hermoso, mucho más su significado- Miro a Poncho –Hiciste una buena elección amor-
PONCHO: -Cuando tengamos otro hijo dejaré que tú lo elijas, yo ya elegí el de Azul- Annie sonrió tiernamente.
AZUL: -¿Para cuando un hermanito para mi?-
ANAHÍ: -Es muy pronto- dijo acomodándose la servilleta sobre sus piernas, algo nerviosa.
AZUL: -Ya lo sé. Pero ¿me darán uno?- Poncho miró a Annie y notó la incomodidad de ésta.
PONCHO: -Ya habrá tiempo de hablar de eso, es pronto aún. Mejor terminemos de cenar ¿A dónde quieren ir luego?-
AZUL: -Mmm ¡al parque de diversiones!-
ANAHÍ: -¡Si!-
PONCHO: -¿Está abierto?-
ANAHÍ: -Pues...- miró su reloj –Cierra en dos horas-
AZUL: -Traguemos rápido así vamos-
PONCHO: -¡Ey señorita! ¿Qué manera de hablar son esas?- Azul rodó los ojos.
AZUL: -Lo siento. Terminemos de cenar así vamos al parque de diversiones- corrigió fulminando a su padre con la mirada y haciendo una mueca. Annie largó una carcajada ante los gestos de su hija.
ANAHI: -Ya. Terminemos- expresó entre risas, contagiando a Azul y a Poncho.

Dulce dio algunas vueltas en el baño antes de tomar la prueba que se encontraba reposando sobre una mesita al lado de la grifo.
Se tomó de las manos nerviosamente, frotándolas para luego pasarlas por su cara y suspirar una última vez, antes de tomar la prueba de embarazo. Cerró los ojos y la tomó en sus manos, apretando la barrita sobre su pecho. Una vez más tomó aire profundamente y lo largó, para luego abrir los ojos y encontrarse con el resultado, sorprendiéndola por completo.

***

Maite se encontraba cenando con Mane gustosamente hablando de música, de la familia, amigos, de trabajo y proyectos muy sonrientes.
La morena no había notado la presencia de ciertas personas a unos cuantos metros de ella, pero cuando giró su rostro para evadir la mirada penetrante de Mane, los vio. Allí estaban ellos, riendo quien sabe por qué, como una familia. ¡Y en verdad eran una familia! Y se los veía muy bien juntos. Su rostro mostró un poco de contrariedad, que Mane lo pudo notar.
MANE: -¿Te pasa algo Maite?- La morena solo negó con la cabeza y evadió su mirada -¿Segura?- Quiso sonreír para no preocuparlo, pero solo le salió una mueca.
MAITE: -Si... si-
MANE: -Te noto rara ¿Viste algo?-
MAITE: -No, nada. ¿Podemos irnos a otro lado?- suplicó y Mane acepto.
Salieron del lugar, Maite trató de pasar desapercibida tomando del brazo a Mane y escondiendo su cara.
MANE: -Maite, algo viste allí-
MAITE: -No... nada. En serio Mane-
MANE: -Está bien, si no me quieres contar te respeto. ¿A donde quieres ir?-
MAITE: -¡Sorpréndeme!- Sonrió y Mane le devolvió la sonrisa. No iba a dejar que nada arruinara su salida. Ya había superado la separación, sabía por completo que Poncho estaba enamorado de la madre de su hija, pero algo de dolor le producía al verlos juntos. Así que tomó aire, sacudió la cabeza sacando esas imágenes de su mente y se dejó llevar, guiada por la mano del cantante.

Dulce se encontraba sentada con las piernas cruzadas en la cama, y como siempre, con la mirada perdida. La puerta de la recámara se abrió dándole paso a su amigo.
CHRIS: -Regresé. Haré un poco de pollo con papas ¿te parece?- Dulce no le respondía, asi que pasó una mano por su vista chasqueando los dedos -¡Ey!-
DULCE: -¡Oh! Perdón-
CHRIS: -¿Cómo ha salido todo?- Dulce lo miró seriamente. Tardó unos largos segundos en contestar. Largó todo el aire que había contenido en sus pulmones y respondió.
DULCE: -Negativo-
CHRIS: -¿Negativo?-
DULCE: -Si- Pero su cara no demostraba ni decepción ni alegría.
CHRIS: -¡Eso es genial!- gritó abrazando a su amiga, pero parecía estar abrazando a una muñeca de plástico, que no emitía ningún sonido y ni articulaba ningún músculo. -¿No estás contenta?- Dul lo miró y trató de sonreír.
DULCE: -Si- contestó inaudible.
CHRIS: -¿Entonces por qué esa cara?-
DULCE: -Es... sorpresivo. Trato de asumirlo, nada más-
CHRIS: -¿Segura que es eso? ¿Nada mas?- La chica asintió –No te dí el tiempo necesario, lo siento. Iré a preparar la cena y vuelvo por ti- Dejó un beso en la frente de ésta y salió, dejando a una Dulce aún pensativa.
Cuando la puerta se cerró fue hacia el baño y tiró la prueba, luego buscó su celular y buscó un número en la agenda de su teléfono; apretó Send y esperó a que del otro lado contestaran.
******: -¿Bueno?-
DULCE: -Julia, soy Dulce-
JULIA: -¡Dulce! ¿Cómo has estado?-
DULCE: -Bien, gracias ¿Tú?-
JULIA: -Perfecta. Ya sabes, viviendo aquí en Monterrey. ¡Wow! Tanto tiempo, pensé que habías cambiado el número-
DULCE: -Si lo cambié hace poco, pero ya te queda mi numero marcado ¿verdad?-
JULIA: -Si, luego lo agendo. ¿Cuál es el motivo de tu llamada?-
DULCE: -Necesito tu ayuda, por favor-
JULIA: -Por supuesto amiga, sabes que puedes contar conmigo-
DULCE: -Es urgente, si es posible mañana mismo voy a Monterrey. Necesito tus servicios- dijo caminando por la habitación y tomándose la cabeza.
JULIA: -¿En que puede ayudar esta doctora a su amiga?-
DULCE: -Escúchame bien ¿si? Necesito una cita contigo lo antes posible-
JULIA: -Si puedes viajar mañana mismo, pues...- tardó unos segundos, pues se estaba fijando en su agenda –Tengo un turno libre por la tarde-
DULCE: -Bien. Mañana mismo viajo a Monterrey-
JULIA: -¿Pero me vas a contar?-
DULCE: -Si...- se sentó en la cama –Te contaré todo-

Annie, Poncho y su hija se encontraban en el Parque de Diversiones hace unos minutos, disfrutando de los juegos que aún estaban abiertos. Se habían subido al martillo, a la montaña rusa y a varios juegos que a Annie le daban miedo, pero Azul y Poncho terminaban de convencerla y se terminaba subiendo siempre agarrada de Poncho.
ANAHÍ: -¡Ah no! Ahí yo ya no entro-
AZUL: -¡Ándale mami!-
ANAHÍ: -No, no, no por favor. A este sí que no me subo-
PONCHO: -Annie, te subiste a todos los demás ¿no te puedes subir a este trencito?-
ANAHÍ: -Si, trencito... ¡Trencito pero que te lleva a una casa embrujada! Ay no por favor... Me subí una vez con Dulce y salió un loco psicópata corriéndonos con una motosierra. ¡Por favor! No keye- hizo un puchero que enterneció a padre e hija.
AZUL: -¡Está bien! Pero yo si me subiré-
PONCHO: -OK. No te dejaré sola, así que amor vamos por palomitas o gaseosa-
ANAHÍ: -Ay si, antes de que se arrepientan- contestó asustada, haciendo reir a los Herrera.

Una fotografía de la vida | Anahi y Alfonso Herrera | Donde viven las historias. Descúbrelo ahora