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Anahí esperaba una respuesta de su hermana, que estaba dura, parada sin mover ni un solo músculo, y con la mirada en el piso.
ANAHÍ: -Contéstame Dulce. ¿Cómo sabes tanto? ¿Tú estuviste embarazada, verdad?-
DULCE: -No- Negó -¿Embarazada yo? ¿En que momento? Ay Annie no digas tonterías- Annie la miró seriamente.

*Flashbacks*
ANAHÍ: -Ay Dulce ¿me hiciste cocinar para luego no comer?-
DULCE: -Yo no dije que cocinaras. Si era por mi me la pasaba en la cama. Me levanté por ti-
ANAHÍ: -Mira, es tu comida favorita-
DULCE: -Annie tengo el estómago revuelto, algo me cayó mal y no quiero nada-
ANAHÍ: -Siempre te veo tomando agua. Dulce ¡No vives a agua! ¿Por qué estas tan agotada?-
DULCE: -No lo sé. No he dormido bien últimamente, será por eso-
ANAHÍ: -Si tú lo dices-
*FinFlashBacks*

Anahí hizo que su hermana la mirara a los ojos. Su mirada estaba algo cristalizada, y unas lágrimas se debatían si salir o no.
ANAHÍ: -¿Sabes que puedes confiar en mi verdad?-
DULCE: -Si lo sé- contestó con un hilo de voz.
ANAHÍ: -¿Por qué estas así?-
DULCE: -Estoy bien- tomó aire y lo largó.
ANAHÍ: -Hay algo que no me dices-
DULCE: -¿Algo como qué?-
ANAHÍ: -Pues, no sé ¡Dime tú!-
DULCE: -Nada Anahí, no te oculto nada-
Anahí dejó de mirarla, recuerdos pasaron por su mente como una película, escena tras escena. Ató cabos y abrió su boca sorprendida.
ANAHÍ: -¿Fue casualidad que te encontraste con Paula? ¿Justamente con ella que es obstetra y ginecóloga?-
DULCE: -Si fue casualidad. El día que me hice los exámenes me la crucé en la clínica- mintió. Anahí la conocía perfectamente, no le estaba diciendo la verdad, porque ésta no la miraba directamente a los ojos.
ANAHÍ: -Ay Dulce- Suspiró –¡Soy tu hermana caray! ¿Por qué no me dices?- Dulce siguió sin mirarla –Aquella vez que te daba asco las comidas, que no comías nada, vivías con acidez, solo tomabas agua... dormías mucho, estabas cansada y mareada...- Le tomó el mentón obligándola a mirarla. Dulce no pudo contener más sus lágrimas -¿Por qué no me lo dijiste?-
DULCE: -Estás alucinando Annie-
ANAHÍ: -No. Tú sabes que no alucino. ¡Mira como estás!-
Dulce ya no soportaba ese secreto, pero por más que le dolía en el alma no se lo iba a contar. No podía, su hermana sospecharía. Y si le mentía diciéndole que no sabía quien era el padre, o que el padre del bebé era un tipo con quien pasó una noche, Anahí le reprocharía por qué no se lo contó antes. Y tampoco podía decirle del aborto, tendría que decirle que lo perdió. Pero... ¿Y si se lo contaba? A lo mejor se sacaba un peso de encima, pero obviamente ocultándole algunas cosas.
Estaba entre la espada y la pared. Sus lágrimas la habían delatado y no sería fácil convencer a su hermana.
DULCE: -Neta Annie, no sé por qué piensas eso-
ANAHÍ: -¿Entonces por qué lloras? ¿Por qué te pusiste así?-
DULCE: -Porque estoy sensible Annie- Anahí suspiró abatida.
ANAHÍ: -Yo tendría que estar sensible- sonrió de lado.
DULCE: -¿Entonces piensas que estás embarazada?- Cambió de tema, evadiendo el anterior.
ANAHÍ: -Creo que es muy pronto-
DULCE: -¿Desde cuando tienes estos síntomas?-
ANAHÍ: -Solo recién-
DULCE: -¿Estás mejor?-
ANAHÍ: -Si. Y ya volvamos que estarán preguntándose por nosotras- Dulce asintió y volvieron con sus padres.

***

Unas horas más tardes Anahí ya estaba de regreso en casa, pero ni señales de Poncho ni de Azul. Por suerte su hermana estaba allí con ella, y no se sentiría tan sola.

Por otro lado, Azul tocó el timbre de una casa que conocía bastante bien. Tenía las llaves, pero como ya no vivía allí no quiso invadir la privacidad de Maite. Así que esperó a que le abrieran.
Maite abrió con una sonrisa en el rostro, que amplió más al ver a Azul en la puerta.
MAITE: -¡Azul!- la abrazó eufórica, y la adolescente correspondió del mismo modo.
AZUL: -Hola-
MAITE: -Pasa- Se hizo a un lado y la niña entró. -¿Qué te trae por aquí?-
AZUL: -Sólo quería pasar a verte y a platicar contigo. Hace rato no lo hago-
MAITE: -Me encanta esta visita ¡Me hiciste el día!-
AZUL: -Mmm... ¿si? Porque cuando entré tenías una sonrisita...-
MAITE: -Pues, mi día ha sido perfecto, pero tu visita hizo que mi alegría se completara- Ahora estaban en la cocina -¿Qué te parece si preparo una merienda? Así platicamos-
AZUL: -Perfecto-

Una fotografía de la vida | Anahi y Alfonso Herrera | Donde viven las historias. Descúbrelo ahora