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Poncho tenía las manos sobre la cintura de la castaña, en inmediatamente se colaron dentro de la blusa de ésta, sintiendo así la suave, aterciopelada y tersa piel de Anahí. Mientras la besaba acariciaba su cintura, su abdomen y espalda, haciendo que a la chica se le erizara la piel.
Anahí hacía tiempo no sentía nada más placentero que los toques de aquel hombre, así que se dejó llevar. Los labios de la modelo estaban rojos y su respiración agitada, así que el fotógrafo la dejó respirar, pero bajó al cuello dándole placenteros lametones y mordiscos.
ANAHÍ: -Poncho...-
PONCHO: -Mmm- gimió contra la piel de Anahí.
ANAHÍ: -No... No está bien esto. Tú...- Las cosas se les estaba yendo de las manos, Annie quería frenar todo eso antes de cometer una locura pero lo que estaba haciendo Poncho no la dejaba pensar. Sus brazos seguían entrelazados en el cuello de Alfonso, lo cierto era que, si esto era una locura no le importaba perder la cabeza por ese hombre. La pasión se apoderó de ella y tomó la cara de él entre sus manos para besarlo, ahora llevando el control ella. Abrió su boca dejando que la lengua de Alfonso entrara y éste profundizara el beso. Seguían en medio de la sala, a escasos metros de la puerta principal, no se habían movido ni un centímetro. Dejó de besarla para subir el suéter de Anahí y de paso mirarla fijamente a esos penetrantes ojos azules. Cuando ya había quitado el abrigo, dejando a la modelo con una blusa de tirantes negra ajustada a su espectacular cuerpo, iba a volver a besarla pero unas voces hicieron que se separaran casi dos metros en cuestión de segundos. Se miraron asustados y ambos con la respiración agitada volvieron la vista a la puerta. En una milésima de segundos, antes de que se abriera la puerta, Annie lanzó el abrigo al sofá y se acomodó un poco la ropa que Alfonso había subido.
En cuestión de segundos la puerta se estaba abriendo dejando pasar a Azul con su amiga Brenda.
AZUL: -¿Papá?- preguntó sorprendida pero con una sonrisa.
PONCHO: -Hola Azul-
AZUL: -Hola papá, hola ma-
ANAHÍ: -Hola amor. Hola Brenda-
BRENDA: -¡Hola!
AZUL: -Los papás de Brenda se tuvieron que ir, así que vinimos a terminar el informe aquí-
ANAHÍ: -No hay problema hija-
AZUL: -¿Qué hacían?-
PONCHO: -Platicábamos-
AZUL: -Ah. Bueno, Bren vamos a mi habitación- Tomó de la mano a su amiga y la arrastró practicamente hasta su cuarto.

Las niñas entraron y se sentaron en la cama.
BRENDA: -Creo que interrumpimos algo- expresó levantando una ceja.
AZUL: -No, ellos...-
BRENDA: -Si Azul ¿viste como estaban? Es obvio que interrumpimos-
AZUL: -No puede ser Bren- respondió
BRENDA: -¿Por qué no?-
AZUL: -Mis papás... O sea, están... A ver, te voy a contar pero todo esto es muy largo ¿ok?-
BRENDA: -Tenemos tiempo ¿no?-
AZUL: -Pero primero hagamos lo que resta del informe y luego te cuento ¿va?- Brenda asintió y siguieron con la tarea que tenían.

En la sala ninguno de los dos se miraban, Anahí estaba avergonzada, no sabia como mirar a Poncho a los ojos... casi los descubrían en plena acción. Si no fuera porque Azul y Brenda habían interrumpido, no sabrían hasta donde habría llegado esa situación.
PONCHO: -Annie...-
ANAHÍ: -Ya Poncho...-
PONCHO: -¿Qué pasa? ¿No te gustó lo que pasó?-
ANAHÍ: Lo miró por primera vez, dio tres pasos largos hasta acercarse a él y lo tomó de la cara para encontrarse con sus ojos –Fue algo hermoso, pero no está bien esto. Tú estás con Maite, fue un momento de flaqueza y...-
PONCHO: -No fue un momento de flaqueza, lo hice porque quise Anahí. Deseé mucho tiempo poder hacerlo, y no me arrepiento. ¿Tú te arrepientes?-
ANAHÍ: -¡No! Pero no podemos... no quiero que se vuelva a repetir Poncho, no quiero hacerle esto a Maite-
PONCHO: -Annie, las cosas entre Maite y yo ya no son las mismas. La quiero, mucho pero...-
ANAHÍ: -No lo digas-
PONCHO: -¿Qué no diga que?-
ANAHÍ: -Lo que vas a decir. Tu la amas Poncho, por algo estuviste 14 años con ella, por algo vas a tener un hijo ahora con ella. No me digas que solamente la quieres-
PONCHO: -No la amo Anahí, desde que llegaste tú que no...- lo interrumpió.
ANAHÍ: -Esto no es correcto y no deberías decírmelo a mi-
PONCHO: -Pero quiero que lo sepas-
ANAHÍ: -No es momento de hablar, está Azul allí y puede escucharnos-
PONCHO: -Quiero hablar contigo, en otro momento ¿puede ser?- Le tomó las manos.
ANAHÍ: -Si- Lo miró a los ojos y se derritió con la mirada verde del fotógrafo. –Mañana...- éste le acarició la mejilla e hizo que sus piernas flaquearan –Mañana que tenemos que hacer las fotos, hablamos luego de eso- siguió
PONCHO: -OK. Nos vemos mañana- dejó un tierno beso en su mejilla y se retiró, mientras que Annie fue a la cocina en busca de jugo y galletas para llevarles a las niñas. Golpeó la puerta y entró.
ANAHÍ: -Con permiso-
AZUL:-Pasa mamá-
ANAHÍ: -Les traigo un poco de jugo y galletas, estudiosas- Sonrió y les entregó.
BRENDA: -Gracias, Annie-
AZUL: -Gracias ma- sonrieron.
ANAHÍ: -De nada princesas. Azul, me voy a casa de Dul que tengo que platicar unas cosas con ella. Se quedan solas por unas horas ¿si?-
AZUL: -No te preocupes mamá, ve tranquila. Con Bren ya casi terminamos, tenemos muchas cosas que hablar-
ANAHÍ: -Bien. Las veo luego. Bren, no te vayas sola eh! Yo te llevo-
BRENDA: La chica sonrió contenta –Ok, muchas gracias-

Una fotografía de la vida | Anahi y Alfonso Herrera | Donde viven las historias. Descúbrelo ahora