Azul miró a Annie que estaba un poco nerviosa.
AZUL: -¿Nervios?-
ANAHÍ: -Bastante-
AZUL: -No tienes de que preocuparte, mi abuelo y mis tíos son geniales. Mi abuela es la complicada... pero ellos no te harán sentir mal-
ANAHÍ: -¿Tu abuela me haría sentir mal?- preguntó preocupada.
AZUL: -Pues, no sé... pero tiene su forma sarcástica de hablar que sin querer puede hacer sentir mal a alguien. En el fondo es buena, pero tiene un carácter que la hace muy especial-
ANAHÍ: -No se si deba decir esto, pero...-
AZUL: -Que suerte que no vino-
ANAHÍ: -Pues... no tan así, pero...- suspiró –Si- se lavó las manos y dejó que el almuerzo reposado en una bandeja –Siento que me va a odiar-
AZUL: -No mami, no te va a odiar. No si le cuentas como sucedieron las cosas. Mi abuela puede ser dura, pero sabe comprender-
ANAHÍ: -¿Tú crees?- La niña asintió –Bueno vamos a la sala- Tomó de la mano a su hija y fueron hacia la sala. Si, le tomó la mano, pero no solamente por querer guiarla de su mano, sino también en cierto modo como seguridad. Era el momento de conocer a la familia de su novio, y se sentía como una chiquilla en su primera cita.
Al llegar se encontró con Poncho de espaldas hablando con un señor de su misma altura, de alredor de 55 años, un poco canoso e increíblemente parecido al fotógrafo. A su lado con unas maletas se encontraba otro hombre, éste un poco menos parecido a Poncho y con unos años más que él. Unos centímetros más allá, cerca de la entrada había una mujer rubia, de cabello largo, delgada, que estaba de rodillas quitándole el abrigo a una pequeñita que miraba a Annie sonriente. La nena le dedicó un saludo con su manito, haciendo que su madre se volteara y sonriera cortésmente al ver a Annie y Azul. Poncho se volteó y vio a sus mujeres, y con un gesto las llamó. Éstas se acercaron, Anahí en ningún momento soltó la mano de su hija.
AZUL: -Tranquila ma, no es la muerte- le susurró la chica en voz baja, dándole una sonrisa de tranquilidad.
Cuando ya estaban a escasos pasos de los recién llegados, se presentaron.
PONCHO: -Annie, él es mi papá- miró a su padre –Papá ella es Anahí, mi novia-
ALFONSO: -¿Novia?- los miró y luego sonrió -Mucho gusto, Alfonso Herrera-
ANAHÍ: -Anahí Puente- sonrió tendiéndole la mano.
ALFONSO: -¿Anahí Puente? ¿Sabes? Me suena tu nombre-
ANAHÍ: -Soy modelo-
ALFONSO: -¿No lo escuché en otro lado?- le preguntó a Poncho.
AZUL: -Primero la presentación, luego hablan- se dirigió a su abuelo -¡¡Mi viejito hermoso!!- se tiró a sus brazos abrazándolo efusivamente.
ALFONSO: -Viejito los trapos- contestó bromeando y muy sonriente.
PONCHO: -Annie, él es mi hermano Oscar- El chico le tomó la mano delicadamente y le sonrió –Y ella es Solange-
SOLANGE: -Hola. Sol para todos- sonrió.
ANAHÍ: -Mucho gusto Sol, soy Anahí-
SOLANGE: -Anahí- se quedó pensativa y mirándola seriamente, pero luego volvió la sonrisa a su rostro –Mira, ella es Amparo, nuestra niña menor- La pequeña volvió a saludarla con la mano, y Annie se arrodilló para quedar a su altura y dejarle un sonoro beso en la mejilla.
ANAHÍ: -Hola hermosa-
AMPARO: -¡Hola!-Luego de las presentaciones, se dispusieron a almorzar y hablar.
ALFONSO: -Deliciosa la comida ¿Cocinaste tú Anahí?-
ANAHÍ: -Asi es-
ALFONSO: -Te felicito, está exquisito. Hijo, por fin una que cocina- Todos rieron.
AZUL: -¡Mi mamá cocina delicioso!- expresó Azul luego de tomar un poco de agua.
ALFONSO: -Maite no sabía cocinar, todos los sabemos- Los A's se pusieron serios, Azul dirigió la mirada hacia su madre, que había bajado la vista. –Perdón. ¿En esta casa no se habla de Maite? Lo siento, no quise incomodarlos-
PONCHO: -No. No es eso papá, es otra cosa- Todos se quedaron callados –No se si decirlo ahora o esperar a que terminemos de almorzar-
ALFONSO: -Dilo hijo- Poncho miró a Annie, que le dio una mirada de afirmación.
PONCHO: -Papá... Cuando dijiste que su nombre lo escuchaste en otro lado, no fue precisamente en la tele u otro lado, sino que lo escuchaste salir alguna vez de mi boca-
ALFONSO: -Ya me parecía-
PONCHO: -Primero escuchen lo que tenemos que decir, luego hablan ¿si?- Todos asintieron –Ella es Anahí, la verdadera mamá de Azul- Los rostros relajados de los invitados se volvieron serios, y sus ojos clavados en los de Anahí. –No pasó como todos ustedes creen, nos hicieron creer una cosa... pero la verdad es que, el padre de Anahí hizo desaparecer a Azul de su vida apenas nació, haciéndole creer a Annie que su bebé había muerto- Seguían mirando seriamente, pero atentos –Nos encontramos por pura casualidad...-
ALFONSO: -¿No la abandonó?- preguntó confuso.
ANAHÍ: -Señor, yo... Cuando mi hija nació me dijeron que no había sobrevivido por el golpe fuerte que tuve al caerme de las escaleras...- Alfonso la interrumpió.
ALFONSO: -¿Cómo te lo hicieron creer? ¿A caso no pediste ver a tu hija muerta?-
ANAHÍ: -Si lo hice, y la ví... bueno, en realidad fue planeado todo por mi padre porque me mostraron a mi supuesta beba muerta. ¿Qué podía pensar yo? ¿Que estaba en la morgue, en esa camilla fria pero que estaba viva? No quería creerlo, pero estaba allí, en ese frio lugar. La lloré minuto tras minuto, día tras día, años tras años... no lograba superar su muerte. Y cuando supe que era mentira, cuando por fin me reencontré con mi hija sentí que el mundo conspiró a mi favor, que escuchó mis plegarias, mis pedidos... Y sentí que volví a nacer al tener a mi hija de nuevo conmigo- contó llorando. Azul se paró de la silla y abrazó a su madre.
ALFONSO: -Nosotros te juzgamos porque no conocíamos esta historia, pero ahora que lo cuentas, quiero que sepas que entiendo. No se como tu padre fue capaz de hacerte eso-
ANAHÍ: -Yo no lo creía capaz. Él me tuvo encerrada los ocho meses de embarazo, pero pensé que sería lo único... por lo visto me equivoqué, hizo mas de lo que creí. Me mató en vida-
SOLANGE: -No quisiera imaginar lo que se siente que te arrebaten a tu hija por tantos años-
OSCAR: -Anahí, queremos pedirte perdón, por juzgarte. Es que ante una cosa así no sabes que pensar. Y cuando Poncho recibió a Azul, te creímos la peor. Pero ahora que lo sabemos, te pedimos que nos perdones-
ANAHÍ: -Entiendo. No me conocían como para juzgarme, pero entiendo que ante una situación así lo primero que se piensa es; que desalmada, no tiene corazón, que clase de madre es. No tengo nada que perdonarles, creo que si me pusiera en su lugar pensaría lo mismo-
OSCAR: -Gracias-
ALFONSO: -Queremos pedirte perdón todos-
ANAHÍ: -Ya les dije que no hay nada que perdonar- Azul había estado abrazando a su madre, y Poncho la tenía de la mano mientras la modelo contaba su historia. Por un tiempo más,la FamiliaHerrerasiguió hablando de lo sucedido años atrás.
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Una fotografía de la vida | Anahi y Alfonso Herrera |
FanfictionHistoria rescatada del foro unvision, la subo con el permiso de la autora. Todos los derechos reservados