The Best Leader (Bang Chan)

Capítulo 87.

Después de prácticamente deshidratarme en el hombro del manager limpie mi rostro, nos sonreímos por una ultima vez y yo bajé de la camioneta.

Me gire para mirarlo y el se despidió con una mano para después comenzar a conducir. Observé como la camioneta se iba, comencé a observar la casa desde fuera, era enorme, era extraño que a nuestra edad y para nuestra estabilidad económica siguieran viviendo juntos, la mayoría de los chicos tenían ya un auto... Incluso algunos comenzaban a conocer algunas chicas.

Suspiré al darme cuenta que poco a poco estábamos creciendo, quizá yo no tanto ya que apenas tengo 21 años pero ellos... Ellos realmente estaban creciendo.

Me acerqué a la puerta e inconscientemente puse el código de la antigua puerta y obviamente no se abrió. Toque el timbre y Jisung abrió la puerta.

—¿Porque tocas el timbre?

—Nadie me dijo el código —entre a la casa y por algún motivo mi cerebro esperaba ver el antiguo sillón pero no fue así.

—Esta casa es mucho más grande que la antigua, hay más espacio y más habitación.

—¿Más habitaciones?

—Tranquila seguirás durmiendo con Chan —Jisung se burló —Al menos ahora solo habrá dos personas en cada habitación.

—No lo decía por eso...

—¿Entonces ya no quieres dormir con Chan? Puedes venir a mi habitación si quieres... —comenzo a bromear.
Lo golpeé en el hombro y se quejó.

—¿Dónde están los demás chicos? —la casa era extrañamente silenciosa.

—Fueron a seguir durmiendo, por cierto mañana nos iremos desde temprano —Jisung sonrió y levantó las cejas juguetón.

—¿A dónde iremos? —comence a buscar la cocina.

—Tu y Chan a ningún lado —Me detuve y me gire para mirarlo —No me mires de esa forma, Chan nos pidió que los dejáramos solos.

—¿Chan? —de la nada comencé a sentir mucho calor.

—¡Yaaah! ¿¡En qué pensaste!? ¡Tu rostro esta más que rojo!

—¡Cállate! ¿Dónde está mi habitación? —Cambie rápidamente de tema.

—Sigueme —Jisung comenzó a reír.

Subimos por las escaleras cosa que se me hacía increíble, está realmente era una casa y me parecía aún más increíble que todos viviéramos juntos.

—Es la habitación de hasta el fondo, es la más grande ya que son un matrimonio —Jisung volvió a bromear y yo volví a golpear su brazo.

—Ire a descansar, deberías hacer lo mismo te vez fatal.

—Ya quisieras que me viera fatal —Jisung puso una mano en su cintura e hizo una pose demasiado forzada.
Me reí y me despedí con la mano.

Comencé a caminar a la habitación, era extraño todo esto.

Abrí la puerta con cuidado ya que Chan dormía, la habitación era demasiado grande, lo que más me sorprendió era de que solo había una cama...

La cama era gigante y se veía bastante cómoda pero seguía siendo todo tan extraño.

Chan daba la espalda hacia la puerta así que no sabía si estaba dormido pero por su respiración tranquila pude más o menos deducir que dormía.
Mi equipaje estaba en una esquina de la habitación, me sentía demasiado cansada como para empezar a desempacar así que caminé a la cama y me deje caer.

—Casi me tiras de la cama... —escuche la voz ronca de Chan.

—No exageres —dije aún con mi rostro en la cama.

—Ven... —levante la cabeza y el extendía sus brazos. Me arrastre hasta el y me oculte en su pecho, el me abrazo fuerte, sentí como acariciaba mi cabello, comencé a quedarme dormida poco a poco.

...

—Katerina... —desperte de golpe al escuchar mi nombre —Tranquila, soy yo —Chan me miraba divertido.

Hasta cierto punto me acostumbre a qué nadie me despertara en un año, los últimos meses que estuve con Rina yo tenía que despertarla a ella.

—Perdon, creo que me acostumbre a estar sola... —el sonrió de lado y me miró a los ojos.

No sabía porque pero comencé a sentir mis mejillas terriblemente calientes, sus ojos me transmitían múltiples sentimientos tantos que hacían mi pecho arder.

Me tomó de la nuca y me besó, paso un años para que pudiera volver a sentir sus labios, se sentían tan bien, tanto que realmente no quería separarme de él, también lo tomé de la nuca y lo acerqué más a mí, rodeo con su brazo izquierdo mi cintura para no dejar ningún espació entre nosotros.

Escuchar su respiración agitada me hacía sentir que todo valió la pena y que todo lo que pasó después también lo había valido. Se alejo un poco y acarició mi rostro con sus dedos, comenzó en mi frente, después mi nariz, mis labios, mi barbilla, mi cuello, mi pecho... Se detuvo ahí porque el no iba a tocarme de otra forma al menos no hoy, después de casi 4 años de relación nunca me tocó de una manera sexual, siempre fue con cariño. Sus ojos siempre me decían lo tanto que me deseaba pero sus manos me decían que podía esperar.

Deje un último beso en sus labios y le sonreí, el también lo hizo, beso mi frente y se levantó de la cama.

—Vamos a cenar, los chicos pidieron comida.

—Ire en un momento —el asintió y salió de la habitación no sin antes mirarme una última vez y volver a sonreír.

Rodee en la cama y me cubrí con las mantas de nuevo, comencé a quedarme dormida pero escuché como abrían la puerta con brusquedad.

—Se que no vas a levantarte si me voy —Chan intento levantarme pero me aferre a la cama —Por dios Katerina no me hagas ser brusco.

No le hice caso y seguí aferrándome a la cama. Me tomó con ambas manos de la cintura y me apartó de ella, por un momento me sentí como una muñeca de trapo Chan nunca me había tomado con tanta fuerza, me envolvió en la sábana y me llevo en sus brazos.

En ese momento parecía prácticamente un burrito, me llevo escaleras abajo y me sentó en una silla aún envuelta, los chicos comenzaron a burlarse y yo salí de esa prisión de sábanas.
Extrañaba la comida coreana y agradecía que no hubieran pedido pizza o pollo.

—¿Que tal Rusia? —Changbin pregunto.

—Muy fría.