Capítulo 94.

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—¿Porque quieres ir a ese lugar? ¿Porque quieres verlo?

—Chan solo llévame por favor —el suspiro y comenzó a conducir hasta la cárcel de máxima seguridad a las afueras de Seul.
Chan se veía muy serio, fruncía el entrecejo con frecuencia u apretaba el volante con fuerza.

—Voy a hacer un directo en Instagram... —el no contestó —Amor ¿Que te pasa?

—No entiendo porque quieres ir ahí... ¿Porque querrías ver a ese idiota? —Chan se veía frustrado.

—Verlo me ayudará a dejar esta etapa atrás...

—Pero te pondrás mal al verlo... No quiero verte mal... Creo que daré la vuelta —Comenzó a ver por los espejos para dar la vuelta.

—Christopher Bang ni se te ocurra... —Chan me miró con una mezcla de sentimientos, enojo y frustración. Salió de la carretera y se estacionó.

—No quiero verte triste entiéndelo... — sus ojos se veían algo irritados parecía que quería llorar.

—No te diré que estaré bien porque te estaría mintiendo pero Chan has esto por mí... Te amo —el se recargo en el asiento y cerro los ojos.

—Ven —palmeo sus piernas.
Me senté en ellas un poco incómoda ya que estábamos en el auto el me pegó a su pecho abrazándome haciéndome sentir más cómoda.

—No quiero adoptar una posición tóxica... Pero tengo tanto miedo a perderte —el comenzó a llorar.

—Chan, lo entiendo pero sabes que no puedes detenerme, casi muero por dos ocasiones y sigo aquí... Soy fuerte a pesar de ser pequeña —jugue con sus dedos.

—Te amo —dejo un beso en mi cabeza.

—Y yo a ti —me acerqué lo más que pude al hueco que había entre su barbilla y su hombro. Estuvimos así unos minutos hasta que me aleje de él tomando mi lugar de copiloto —¡Vamos! —hice una pose rara y el empezó a reír y volvió a la carretera.

Empecé el live en el auto, Chan interactuo también, nunca confirmamos nuestra relación como tal pero no es un misterio que Chan y yo éramos más que amigos, cuando comenzamos a acercarnos a la prisión termine el live y comencé a sentirme nerviosa.

Conocería a la persona que casi me quita la vida y en este punto no sabía que estaba haciendo aquí, quería irme.

—Chan... —me gire a verlo cuando se estacionó.
Al conectar nuestra miradas me hizo saber que si yo sé lo pedía nos iríamos ahora mismo porque él tampoco quería estar ahí, pero esto era necesario aún que no me gustará tenía que ver a ese tipo tras las rejas.

—¿Que pasa? —tomo mi mano.

—Estoy asustada.

—Podemos irnos.

—Tengo que hacer esto...

El asintió y salió del auto, suspiré para después salir yo también, antes de entrar detuve a Chan y con mi mano lo tome de su playera para poder besarlo, nunca lo había besado de esta forma en un lugar tan público pero estaba tan asustada que necesitaba sentirlo cerca. El se agachó un poco más y me tomó de la cintura acercándome a él.
Me aleje un poco y lo mire a los ojos, el me sonrió acariciando mi mejilla.

—Tu puedes, eres fuerte —le sonreí —¿Quieres que entre contigo?

—No, estaré bien, puedes esperar en el auto si quieres —el asintió volvió a besarme y se alejo para regresar a él auto.

Suspiré y caminé hasta la puerta principal, tuve que hacer un chequeo de rutina y firmar algunas cosas para poder entrar. El lugar esa bastante deprimente a decir verdad.

—Puede esperar aquí en un momento lo traerán —el oficial que me guío hasta la sala de visitas me informo, le agradecí y salió para resguardar la puerta.

A este punto estaba casi que temblando, mis palmas sudaban demasiado y no sabía que le diría exactamente.
Escuché un par de rejas abrirse y después ví como la puerta del otro lado del cristal se abrió, pude ver a un chico no más de 30 años, físicamente era muy atractivo y parecía que recientemente se había metidoo en una pelea ya que tenía el labio lastimado al igual que su ceja.

El oficial que venía con el lo dejo en la silla y el chico me miró por primera vez. Sus ojos me demostraron sorpresa.

—¿Porque sigues viva? —estaba enojado.

Ni siquiera podía formular ni una palabra.
—¿¡PORQUE SIGUES VIVA!? —se levantó de la silla y se acercó al cristal.

Automáticamente retrocedi ya que estaba asustada.

—¿Porque me hiciste eso? —por fin pude hablar.

—¿Porque? Tu no puedes salir con ese tipo ¿Chan? Es un imbécil, tu tenías que salir conmigo, soy mucho mejor que el.

—No, no lo eres, el nunca me haría daño, nunca me haría algo como lo que me hiciste...

—¡FUE TU CULPA! ¡DEBISTE NOTARME A MÍ!

El realmente estaba mal, a pesar de todo el no se arrepentía de nada.

—Me alegra que estés tras las rejas... —eso pareció endurecerlo más.

—Cuando salga te asesinare con mis propias manos...

—Suerte con eso, serás muy viejo para hacerlo —me levanté de la silla —Eres una mierda de persona como me alegra no haberte conocido —camine a la salida mientras el me gritaba que me detuviera, cuando estaba apunto de cerrar la puerta pude escuchar como comenzaba a llorar.

Salí de la prisión y Chan me esperaba en el estacionamiento, fuera de el auto, al verme corrió hacia mi y me abrazo levantándome de el suelo.

—¿Cómo estás?

—Bien... Estoy bien

(...)

—¿Con quién deberíamos firmar?

—¿Estás seguro de que quieres firmar con alguien?

—¿Tu no?

—Aun no lo sé, la única empresa que me convence es Pnation...

—Firmemos ahí entonces —Chan y yo estábamos acostados en la cama, pensando que haríamos con nuestras vidas, había pasado un año desde que fui a la prisión desde entonces no habíamos hecho más que estar encerrados en el departamento, debes en cuando los chicos venían a visitarnos, Minho se casaría la semana próxima.

—Casemonos —Chan se puso sobre mi.

—¿Que?

—Casemonos —Repitio.

—Dame un año más —deje un beso en sus labios.

—Solo uno —afirmo, se acercó a mis labios y volvió a besarme.

The Best Leader (Bang Chan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora