Capítulo 53.

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Ahora mismo estábamos en Australia por segunda vez, estábamos en la casa donde Chan creció, estaba con Hannah en su habitación, éramos casi de la misma edad así que su mamá nos hacía convivir para que no nos aburrieramos abajo con ellos, me molestaba que me excluyeran pero lo entiendo quizá no se sienten muy cómodos conmigo.

—Ojala pudiera tener tus pechos— ella parecía algo triste.

—No son la gran cosa... Son molestos y sinceramente no sirven para nada, los hombres todo el tiempo te miran con morbo... Es asqueroso.

—Bueno creo que con el hecho de existir nos miran con morbo.

—Tienes razón— soltamos una pequeña risa.

—¿Te gusta mi hermano?— Hannah pregunto de la nada.

—¿Lucas? Es muy pequeño...— me hice la tonta y seguí abrazando un delfín de felpa que tenía sobre su cama.

—¡Sabes que no hablo de el! Habló de Chris ¿Te gusta?

—No...

—¿Estás segura? Pareciera que sí, a él le gustas...

—Lo se— escondí mi rostro en el delfín de felpa.

—¡¿Te lo dijo?! ¡Cuéntame cómo te lo dijo!— me tomó de la mano.

—No fue muy interesante solo me lo dijo...

—Chris siempre es muy aburrido— soltó mi mano e hizo un puchero— Pero... ¿Estás segura que no te gusta?

—No debe gustarme...— dije asintiendo.

—¿Que significa eso?

—Chicas dice mamá que bajen a comer— Lucas el más pequeño de la familia entro a la habitación, dios era aterrador el parecido de los tres hermanos.

—¡Vamos a comer!— Hannah salió corriendo.

No quería bajar, no quería rechazar la comida de la madre de Chan, pero tenía que cuidar mucho mi peso para el próximo comeback.

Salí de la habitación y baje lentamente las escaleras, últimamente los conciertos me dejaban mucho más agotada de lo normal, desde la salida de Woojin he tenido más líneas y las coreografias fueros ajustadas y es un poco difícil acostumbrarme, a veces pensaba que no daba lo mejor de mí en los últimos conciertos y eso me ponía triste.

Los chicos ya estaban sentados en la enorme mesa que habían puesto en el jardín de aquella casa, solo quedaba un lugar entre Chan y Felix ¿Era una coincidencia? ¿O era un castigo divino?

—¡Katie!— escuché una voz femenina detrás de mí provocando que me asustara y me golpeara en la puerta de vidrio que dividía la casa de el jardín— ¡No era mi intención asustarte!— era la mamá de Chan, llevaba más comida a la mesa.

—No se preocupe— dije sobando mi frente.

—¡Ven vamos a la mesa!

—Ire a lavar mis manos.

—¡Claro! Te esperamos— me sonrió.

—Pueden empezar sin mí— le sonreí y comencé a caminar hacia el baño.

Cerré la puerta y me recargue en ella, me sentía triste por alguna razón, quizá era porque hace meses que pasó lo de Felix y yo, Chan aún no sabía nada, sentía que lo estaba engañando.

—Mamá... ¿Que hice?— mire hacía el techo de la casa esperando alguna respuesta, algún consejo.
Un crujido vino del espejo, lo observé fijamente asustada.

—¿Mamá?— un escalofrío recorrió mi espalda, rápidamente lave mis manos y salí del baño.

Me acerque un poco tímida a el jardín.
—¡Katerina! ¡Ven! ¡Solo faltas tú!— Hannah me habló animadamente.

Me acerque y me senté en el único lugar que quedaba, entre Chan y Felix.
Me sentía tan incómoda que ni siquiera pude prestar atención a lo que los padres de Chan decían.

Vi que todos comenzaron a comer y yo solo existía prácticamente en esa silla.

—¿No vas a comer?— la madre de Chan me habló.

—Oh es que...

—Tiene una dieta más estricta que la nuestra— Felix habló.

—¡Aun así deberías comer! Estás mucho más delgada desde la última vez que te vimos ¿Cuánto pesas?

—No losé— comencé a jugar con los cubiertos— ¿45? Creo que sí.

—¡Dios mío! ¡Come mucho por favor!— la señora realmente se veía preocupada— ¡¿Tus padres no están preocupados por tí?! ¿¡No lo saben!?

—Mamá... Detente...— Chan habló serio, entendía el porque lo hacía pero ella no sabía.

—¿Que pasa?— ella se cubrió la boca.

—Mis padres murieron hace ya 3 años— sonreí con nostalgia.

—¡Perdóname! ¡No lo sabía!— se levantó y me abrazo por la espalda

—¡No sé preocupe!— di un par de palmaditas en sus brazos, no sabía que más hacer, por suerte mi móvil comenzó a sonar.

Ella se apartó para que pudiera sacar mi móvil de mi pantalón y al ver el nombre que estaba registrado un nudo se hizo en mi estómago.

—¿No vas contestar?— Chan me preguntó.

—Si... Debería hacerlo...— seguía sin moverme de mi asiento.
Cuando dejó de sonar me levanté y salí de la casa, había un parque frente a la casa de Chan así que busque una banca y me senté.

Cómo lo esperaba mi móvil volvió a sonar, tomé aire y conteste.

—¿Que quieres?

—¿Así le contestas a tu tía?

—¿Que se te ofrece?

—Tu abuela murió, deberías al menos venir a su funeral... Al menos haz eso, después de todo el dinero que le robaste ella seguía apoyándote— hablo con odio.

—Yo no le robe nada, ese dinero por derecho era mío— me levanté enfada.

—¿Tuyo? ¡Estaba a nombre de tu abuela!

—¡Mis padre lo pusieron a su nombre porque yo era menor de edad! ¡Ese dinero era mío!

—Veo que ahora que eres famosa eres más grosera...— se burlo— ¿Vendrás o no?

—No lo sé, estoy muy ocupada ¿Cuando será?

—En tres días, a mi no me importa si vienes o no, al menos hazlo por ella— termino la llamada.

Mi abuela nunca fue mala conmigo, ella sabía que sus hijos me quitarían el dinero así que retiro los seguros de vida de mis padres y me lo dió, me dijo que me fuera y cumpliera mi sueño... Me dijo que no la llamara hasta que fuera muy famosa... Creo que tarde mucho.

Volví a sentarme en la banca y mientras miraba un punto fijo comencé a llorar, las personas que más me habían apoyado habían muerto, fue aquí cuando comencé a sentirme mas sola que nunca y la ansiedad volvió peor que nunca.

The Best Leader (Bang Chan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora