The Best Leader (Bang Chan)

Capítulo 95

Hoy era la boda de Minho, Chan me ayudaba a depilarme las piernas mientras yo observaba mi teléfono.

—Sigo sin poder creer que Minho vaya a casarse...

—Ya es mayor, creo que es bastante normal... —Chan seguía muy concentrado con mis piernas.

—¿Quien crees que sean los siguientes en casarse?

Chan se detuvo y me miró con una ceja alzada.
—¿En serio lo preguntas?

Entonces me di cuenta que la había cagado, Chan estaba demasiado ilusionado con casarse conmigo el próximo año.

—Chan yo...

—Esta bien, sabes que nunca te obligaría a nada que no quisieras —me sonrió pero fue una sonrisa que me transmitió tristeza.
Termino de depilarme las piernas y salió del baño.

(...)

—Te ves hermosa.
Minho vino a nuestro departamento para cambiarse y prepararse.

—Ya lo se— dije acomodando su corbata.

—¿Que le pasa a Chan? Lo veo muy cabizbajo desde que llegué ¿Está triste porque me casaré? —Minho bromeó.

—Quisieras —Me rei —Hace unas horas la cagué... Fue mi culpa, no quiero hablar de eso.
El asintió y se miró en el espejo.

—Es extraño —el sonrió.

—¿Que cosa?

—Tener una amiga cercana... Por lo general tendrías que estar con mi prometida, no conmigo.

—No somos cercanas, en cambio tú y yo lo somos.

—Hace tiempo nos besamos creo que lo somos —el comenzó a reír.

—¿Se besaron? —Chan estaba parado en la puerta, no sabía si estaba enojado o si solo estaba sorprendido, parecía ambas cosas.

—Fue hace años Chan, tranquilo —Minho también pareció darse cuenta.

—Como sea —Chan salió de la habitación de nuevo.

—Bien creo que la cagué está vez yo —Minho sonrió avergonzado.

(...)

Ni Minho ni su futura esposa eran religiosos así que solo se casarían por medio del civil, Chan y yo iríamos como testigos de Minho, Chan a pesar de que estaba algo enojado se preocupaba por mí, cuando subí al auto abrochó mi cinturón de seguridad cuando vio que yo no lo hice, al llegar abrió mi puerta y tomo mi mano, todo esto con el ceño fruncido.

Odiaba decir que me gustaba mucho su rostro cuando se enojaba, lo hacía ver tan varonil tanto que me hacía querer besarlo hasta desmayarme.

—Oye amor —me di cuenta de algo, Chan se detuvo y me miró —¿Y Minho?

Levantó una ceja y miró a su alrededor.
—¿No se bajó del auto? —Caminamos de regreso rápidamente y ahí estaba el, mirando hacia enfrente en los asientos traseros parecía inmerso en sus pensamientos.

—Minho perdón pensamos que...

—¿Creen que ella realmente me ame? —su pregunta tan fuera de contexto me sorprendió.

—¿Que?

—Siempre los envidie —miro sus manos —Los dos se miran con una intensidad increíble, su conexión siempre fue la mejor... Tengo miedo de no poder lograr algo como ustedes, tengo miedo al rechazo —Minho me miró y parecía que quería llorar. Me senté a su lado y tomé sus manos.

—Si ella no es la indicada vendrá alguien más... Recuerda que existen los divorcios —bromee y el río —¿Acaso no estás seguro de quererla?

—La amo como no tiene idea —Comenzo a llorar —Pero tengo miedo que haya alguien mejor que yo y me la arrebaté, no podría soportar perderla.

—Si eso llegará a pasar, definitivamente no sería tu culpa porque eso demostraría que no era la indicada y que probablemente ambos vivirían infelices... —el seguía llorando —Todo estará bien Minho.

Chan en todo este rato no habló. Minho se detuvo después de un rato, limpió su rostro y retoque el poco maquillaje que llevaba.

Salimos del auto y me abrazo.
—Gracias... Eres la hermana que nunca tuve —dejo un beso en mi frente y corrió a la oficialía.

Comencé a caminar detrás de Minho y sentí un agarré en mi muñeca, me gire y ví a Chan. Acarició mi rostro con su otra mano y dejo un beso en mis labios, tomó mi mano arrastrandome hasta aquel lugar, llevamos 5 años de relación y aún me siguen mareando sus besos.

Entramos y en la recepción esperamos a la chica, me sorprendió que su vestido fuera tan grande, no entendía como es que podía moverse con eso pero sin duda yo quería uno igual o más grande.

Minho al verla comenzó a lagrimear mientras reía, se veía realmente feliz y enamorado, no quería nada más para mis amigos que su felicidad.

(...)

Minho prácticamente invito a media industria del Kpop ya que había muchas caras conocidas, Chan conversaba con los chicos muy alegré ya que había bebido un poco, me levanté y salí del gran salón ya que me sentía algo aturdida por la música, me senté en una fuente que estaba en el centro del patio y solo me límite a ver el cielo, había un par de nubes pero ninguna amenazaba con lluvia.

—La noche es bastante agradable ¿no lo crees?— tenía tiempo sin escuchar su voz, no lo había visto desde aquella vez.

—Lo es —lo miré, Kim Woojin estaba sentado a mi lado, después de irse volvió un mes después a pedirnos disculpas de rodillas por todo lo que pudo haber causado, desde entonces no hablamos más, ni siquiera en las premiaciones.

—Me sorprendió que Minho me invitará a su boda —el veía su vaso con una sonrisa nostálgica.

—Ninguno te odiamos si es lo que piensas —le sonreí.

—¿Cuando se casaran tu y Chan? Llevan tiempo saliendo...

—Chan quiere casarse lo antes posible pero yo aún no lo sé... Me aterra la idea de un embarazo...

—Creo que a todos nos aterra —bromeo.

Estuvimos conversando durante casi toda la noche, por un momento dejamos de ser la Katerina de 22 años y el Woojin de 28 para volver a ser Katerina de 16 años y Woojin de 22.

—¡KATERINA! —escuche la voz de Chan gritar mi nombre —¡MI AMOR! ¡¿DONDE ESTAS?! ¡NO ME DEJES! —Chan se cayó casi frente a la puerta estaba demasiado ebrio.

—Creo que tengo que llevarlo a casa —vi como se intentaba arrastrar mientras gritaba mi nombre.

—Definitivamente tienes que llevarlo —Woojin comenzó a reír, me despedide del y caminé hacia Chan.

—Amor es tiempo de ir a casa —me agache a su estatura y acaricie su cabello.

—No me dejes —me abrazo.

—No lo haré pero estás muy ebrio y tenemos que irnos a casa —intente levantarlo pero me fue imposible.

—Te ayudo —Woojin me ayudó a levantarlo y a llevarlo hasta el auto.

—Gracias, si no hubieras estado ahí no se como lo hubiera traído hasta aquí.

—Es lo menos que puedo hacer, bien me tengo que ir, me desaparecí y mi novia debe de estar preocupada.

—Claro... Ve —volvimos a despedirnos y Vi como se alejaba.

Le puse el cinturón de seguridad a Chan, murmuraba un par de cosas pero no podía comprender nada.

Entre al auto del lado del conductor y abroche mi cinturón, mis pies dolían por los tacones así que me los quité y los lance a la parte trasera. Observé a Chan casi inconsciente a mi lado, no podía creer que aún en ese estado me gustara tanto.