Capítulo 71.

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Me llevó poco a poco a nuestra habitación, cuando cerró la puerta me apartó de él y me tomó de el rostro con ambas manos.

—Ven conmigo a Australia...

Con solo escuchar esa frase sentí como el agujero se cerraba por completo, sentí que volví a la vida.

—¿Australia?

—Si... No quiero que te quedes sola aquí y tampoco quiero alejarme tanto tiempo de ti...

—Pero... Tu familia ¿No les molesta que vaya?

—Mi madre está muy feliz de que vayas...

—No sé si sea lo correcto Chan... —quizá si iba con el y algunos fans nos veían juntos, creo que sería más que evidente que salimos.

—Vamos... Por favor, ven conmigo —dejo un pequeño beso en mis labios. Lo odiaba porque sabía perfectamente que eso me hacía bajar la guardia.

—Esta bien...—Chan me abrazo de nuevo y tomo su portátil.

—Compraré nuestros boletos y el de Felix —dijo emocionado, se sentó en su cama y comenzó a comprar los boletos.

Me quedé de pie, mirando su sonrisa, la felicidad en sus ojos, debe de estar muy feliz de ver a su familia. Me senté lentamente en mi cama, como me gustaría poder ver a mis padres con vida una vez más, poder abrazarlos y decirles cuanto los quiero, odiaba diciembre porque siempre me traía melancolía.

—Katerina, acércate —Chan me extendió su brazo derecho para que me acercará, le hice caso y me recosté en su pecho.
El sabía que m sentía triste, comenzó a acariciar mi cabello, ví como compro los boletos y al terminar de la portátil aun lado y me abrazo. Comenzaba a no gustarme esto, comenzaba a ser dependiente a él y es horrible que tú estado emocional dependa de alguien.

Escuchamos cómo alguien tocaba la puerta.
—Pasa —Chan le indicó, Felix entro y sonrió al vernos.

—¿Compraste los boletos? —se sentó a él lado de Chan y recargo su cabeza en su hombro.

—Si, nos vamos el 4 —Felix asintió y se levantó para salir de la habitación.
Suspiré y busque mi maleta, no iba a llevar toda mi ropa pero si la suficiente para un mes.

—¿Que tanto frío hace en Australia?

—No lleves cosas tan abrigadoras, en esta época son más días lluviosos que otra cosa —tambien saco su maleta.

—¿Puede nevar?

—No, Australia no es mucho de eso —solto una risa un tanto dulce.

Extrañaba la nieve en Rusia, era increíble el nivel que alcanzaba, mis recuerdos no son muchos ya que era muy pequeña cuando nos fuimos.

—Me gustaría algún día volver a Rusia —comente —Ahí la nieve es hermosa, sus paisajes son una maravilla, mi prima ágata solía mandarme fotos desde que nos volvimos a encontrar.

—¿Te gustaría casarte en Rusia? —su pregunta me sorprendió y lo mire. El me regreso la mirada y me sonrió inocente.

—Ni siquiera sé si me quiero casar... —su sonrisa se desvaneció poco a poco y asintió.

Seguí acomodando ropa, el tema de bodas me ponía nerviosa, ni siquiera tuve tiempo de pensar en eso, ni siquiera sé si por el trabajo pueda hacer algo así, ni siquiera sé si algún día pueda formar una familia, en este trabajo todo es tan incierto.

Estuvimos durante mucho tiempo preparando nuestro equipaje, cuando creímos que todo lo necesario estaba en la maleta fuimos a comer con los chicos.

(...)

El vuelo de Corea a Australia no fue tan pesado como otras veces, quizá porque me emociona no pasar una navidad en la residencia, no odiaba el lugar pero hasta cierto punto era bastante triste, era solitaria hasta cierto punto, cuando bajamos del avión y recibimos nuestras maletas nos despedimos en la salida del aeropuerto.

—Quiero enseñarle un poco de la ciudad a Katerina ¿Quieres acompañarnos?

—¿Debería? No quiero que se sientan obligados a llevarme.

—Felix eres como nuestro hermano, más a parte si nos ven solos van a comenzar con muchos rumores...

—Sabes no debiste decir lo último —ambos comenzaron a reír, no pude prestar mucha atención a su conversación, solo podía mirar a mi alrededor. Habíamos venido muchas veces por algunos tours pero a decir verdad nunca tuve el tiempo de ver cómo tal, es estúpido porque incluso hace unos años grabamos un vídeo pero en ese entonces me sentía tan deprimida que no salí más haya de eso.

Felix y Chan comenzaron a despedirse fue entonces cuando los miré, abrace a Felix a forma de despedida y tomo un taxi para irse.

—Bien, vamos a casa —¿Casa? Era extraño que lo dijera así.

Subimos a un taxi, el cielo estaba nublado pero no llovía, el clima era bastante agradable, podías llevar un suéter ligero o no. Mi móvil comenzó a sonar, era Soobin.

—¿Si?

—Kat... ¿Porque no salimos hoy? Hace bastante que no lo hacemos —pude sentir como sonreía al otro lado de la línea.

—Estoy en Australia —Chan me miraba preguntándome quien era.

—¿Australia? ¿Fuiste a Australia con... Chan?

—Si... Después de todo el es el verdadero —con verdadero me refería a mi verdadero novio, escuché como suspiraba.

—Vas a arruinar todo a este paso...

—Es tu culpa —si el no hubiera firmado primero ese contrato no estaríamos metidos en todo esto.

—Te equivocas, tu me buscaste primero —termino la llamada y entonces mi estómago se revolvió.

El tenía razón yo lo busque la primera vez... Pero nunca pensé que terminaría esto de esta forma, no pensé que iba a terminar enamorado de mí.

—No hagas eso —Chris abrió mi puño, tenía un par de marcas rojas en mis palmas —¿Era Soobin? —Asentí.

Volví a mirar por la ventana, comenzamos a entrar a una zona privada, en dónde estaba la casa de Chris, al llegar el conductor nos ayudó a bajar nuestro equipaje, Chris pago con su tarjeta y su familia salió a abrazarlo.

Me sentí un poco pequeña, aún que la madre de Chan ni su hermana eran más altas que el, ambas me ganaban por un par de centímetros, Lucas sin embargo estaba más alto y el padre de Chan sin duda era bastante alto.

—¡Hija! —la señora Bang me miró —¡Me alegra mucho que hayas venido! —me abrazo, me quedé un poco estática, tenía bastante tiempo sin sentir contacto física aparte de los chicos y de algunos amigos y amigas.

The Best Leader (Bang Chan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora