Niños buenos [#C.H 2] |COMPLETA|

《43》

N A R R A D O R
O M N I S C I E N T E

No habrá explicación divina, no habrá un fin del show, ni un cierre del telón, pues la obra llamada vida sigue su rumbo, sin detenerse en ninguna muerte, pérdida, o llanto, la vida sigue y las personas deben seguir protagonizandolas a pesar de que el papel que les toco no sea de su agrado.

La pequeña niña sabia bien aquello, sabían bien que debía seguir, que no había tiempo para llanto o lamento, y que ninguna de sus acciones, enemigos o amistades se lapidaria de ella si descubrían lo que la chica tramaba, entonces pensó, que tal vez sí fue lo mejor terminar siendo odiada por Rusia, pues si él la odiaba no habría nadie que lo ligue a ella y a sus acciones.

—¿Ya están listos?— pregunto la chica a A.L.P.H.A mientras que cruzaba sus largas piernas con elegancia, su mirada tan neutral y abrasadora ponía incómodos a sus creaciones, pero mostrar temor delante de alguien como Argentina era el mayor error que podrías cometer.

La chica sabía bien cómo manipularte para dejarte hacer cosas que no querías y mostrarles tus miedos o deseos era siempre algo que debías evitar si querías salir victorioso de su juego, pues para ella en eso se resumía la vida, un juego mal jugado, uno que no terminaba hasta que ella diga basta, pues hasta sin saberlo, la chica logró monopolizar todo el juego, porque así funcionaba su mente, si no controlaba todo, entonces todo estaba destinado al fracaso, y sorprendentemente logro convencer a alguien como China de eso.

—Están listos, pero aún así, son pocos, no nos vendría mal una ayuda— informó A.L.P.H.A con severidad.

—Diles a los hombres enviados a Cuba que partan, los encontrarás en la frontera de Belice con Guatemala y en Honduras, que avancen desde allí y que acorralen al ejército estadounidense, BETA, alerta a la frontera de México para que este tan controlado que retirarse para ese lugar sea imposible, tú lideraras las tropas de Guatemala, te quiero en el centro de la acción, A.L.P.H.A, ve a Honduras y controla las cosas allí, la ultima vez Estados Unidos mando tropas desde allí y Guatemala cayó. Quiero acción señores, quiero sangre, y quiero venganza, nadie toca un país de centro América y América del sur sin que yo haga algo antes, y quiero que ese mensaje quede bien grabado en todos, no quiero sobrevivientes, ni uno solo.

Las organizaciones asintieron, listos para cumplir con las órdenes que su líder les había impuesto, pues sabían que nada, ni nadie la detendría, era imposible retroceder en este punto, la liberación de Guatemala del poder extranjero estadounidense llegaría a su fin y estaba a punto de suceder, era la primera movida visible que la chica haría, y planeaba estremecer al mundo.
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La albiceleste veía demasiado ajetreo para ser un día tan normal, sólo una reunión más, nada fuera de lo normal, pero aún así varios países se veían agitados o emocionados.

—Che ¿Sabes por qué pija están re manija?— pregunto la argentina a México, quien se limitaba a ver su celular, pero que despegó su vista de la pantalla del mismo con tal de echar una mirada alrededor de la sala.

Comprobando así que la argentina no exageraba, y que en serio todos parecían ansiosos y nerviosos.

—No sé, vaya a saber lo que les pasa ahora a estos hijos de puta.

México estaba en uno de esos días en los cuales mirarlo hasta parecía una ofensa, estaba a la defensiva y actuaba de forma distante, no era su actitud normal, sólo que como cualquier persona o país, tenía sus días buenos y malos, el mexicano parecía no haber despertado con la mejor energía como solía hacerlo.