N A R R A
R U S I AGritaban a mi alrededor, no prestaba mucha atención, me encontraba absorto en mis pensamientos, culpandome por no haber visto por donde iba, por haber estado más concentrado en unos putos troncos.
Yo sólo debía ver por donde iba, ser más caballeroso y decirle que aguarde, que espere aunque sea 5 minutos, que la acompañaría, que recorreriamos todo mi país si ella quería de la forma que sea.
Apretaba mis oídos con la palma de mis manos, mientras que mis lágrimas trataban de salir de nuevo, pero las contenían, ella no está a mi lado, molestandome o simplemente brindandome el calor de su presencia, ni siquiera terminaba de prestar atención a mi alrededor.
—Silence!— ordenó la ONU, alzando la voz, volteando a verme, parecía un niño, y es que me sentía como uno, uno que le habían arrebatado lo que más quería.
Un puto día, 24 horas y 90 minutos de su desaparición, no dormí, no comi, no hablé con nadie más después de la discusión que tuve con Moscú.
Claramente cuando pasaron las 15 horas de desaparecida, tuve que llamar a ONU e informarle que Argentina estaba desaparecida, y que la última vez que la vieron estaba en mi territorio de vacaciones, esta de más decir que sospechan que yo le he hecho algo, y sus acusaciones me ofenden, pero no me sorprenden. Yo no sería capaz de hacerle daño.
—¿Rusia?— la voz de la ONU me obligó a verlo, había compasión en sus ojos, pero no quería su lástima, no quería nada de él, a menos que pueda traerla de regreso— ¿hay alguna novedad?.
Un nudo se instaló en mi garganta mientras que negaba y trataba de mantener mis emociones a raya, solo dos segundos, me descuide dos segundos y estoy a punto de perderlo todo. Mi flor, ¿dónde estás?
—Tranquilo, estoy seguro que la vas a encontrar.
—Rusia, quiero colaborar con la búsqueda, pero mi personal no puede soportar las bajas temperaturas, así que te ofrezco todos mis recursos, linternas, provisiones, todo lo que necesites— hablo España, había un deje de preocupación en su voz, que no le tome importancia y me sumergi de nuevo en mis pensamientos.
Que a un país se lo trague la tierra, como había parecido ser el caso de Argentina era tan sospechoso y alarmante, sobre todo que haya desaparecido en una tierra extranjera, tanto su familia como amigos empezarían a atacarme, hasta Estados Unidos sería capaz de acusarme de algo a pesar de que no le agrade mi amiga albiceleste.
—¿Cómo pudiste perderla?— aquel murmuró, me hizo levantar la vista, en dirección a México, había lágrimas que bajaban por su rostro, como casi todos los latinos, que miraban a cualquier otro lado.
—México...— trato de intervenir ONU.
—¡¿Cómo pudiste perderla?!— estalló, haciendo que me sobresaltara— ¡Es tu culpa! ¡debías cuidarla! ¡¿Por qué no la cuidaste?!— estalló México, empezando a llorar de forma desconsolada, logrando que mi pecho se apretara aún más.
México empezó a gritar y llorar de forma escandalosa, sollozando su nombre, yo también estaría en el mismo estado que él, pero no podía llorar, no me permitiría llorar delante de esta manada de buitres. Muy pronto su estado era tan inestable que tuvieron que sacarlo para que puedan proceder con la reunión.
Estados Unidos trató de ver mi estado, pero me negué a levantar mi vista, porque quería que ella me consuele, quería que ella esté conmigo ¡que ella me abrace y me defienda! Que con su pequeño cuerpo me cubra del mundo y me muestre el suyo, lleno de colores y amor.
Mi flor...
—Wenn ihm etwas passiert, wenn sie verletzt oder so ist, schwöre ich Ihnen. {Si algo le pasa, si esta herida o algo, te despedazare Rusia}— me amenazo Alemania con tranquilidad, luego de palmear mi hombro.
Ni siquiera me moleste en contestar a su amenaza, estaba seguro que no seria la única que recibiría, pero nada de eso me importaba, pues porque yo no había hecho nada malo, nada que merezca un castigo severo, además, ninguno de sus ataques o palabras podían ser más hirientes que mis recuerdos y mis propias mortificaciones.
De nuevo, fui arrastrado a la realidad, y lo que me hizo despertar de mi ensoñación era el sonido de un bastón al ser golpeado contra el suelo, y sabía quien era, el único que seguía utilizando bastón era Inglaterra, pero por lo que sabía, era porque sufrió una lesión en la rodilla durante la segunda guerra mundial, y tenía que usar el bastón quiera o no.
Mire con frialdad la figura de Inglaterra, quien no parecía intimidado en lo absoluto bajo mi escrutinio, hasta tenía el descaro de parecer desinteresado, acomodando su saco y terminando por sentarse a mi lado.
—Can I ask you something boy? {¿Puedo pedirte algo muchacho?}— pregunto con tranquilidad dejando su bastón al lado de su asiento, ni siquiera me miraba, miraba al frente en dirección a Francia, quien también estaba utilizando un bastón algo parecido al de Inglaterra, sólo que mientras Inglaterra lo utilizaba por cuestiones de estilo, Francia lo utilizaba porque fue herida en la rodilla, tan gravemente que es probable que tenga que utilizar ese bastón por el resto de su vida.
—я скорее бы не {Preferiría que no}— asegure con mala cara, estaba de muy malhumor y no deseaba lidiar ahora con Inglaterra.
—Relax, I'm sure it will be something you want to fulfill {Tranquilo, estoy seguro que será algo que tu querrás cumplir}.
Eso llamo mi atención, aún así no me moleste en contestar, pues sabia que Inglaterra era amante de provocar a las personas, deseoso de que respondan de alguna manera, y la forma más fácil de irritar lo era no responder a sus incitaciones.
El país que tenía al lado tomó mi silencio como respuesta y procedió:—Look for it, and find it, I still have a seat to solve with my daughter {Búscala, y encuentrala, aún tengo asuntos que resolver con mi hija}.
Inglaterra tomó su bastón, se puso de pie y camino hacia Francia, dejándome solo de nuevo. Sus palabras no me sorprendieron, Argentina me dijo que Inglaterra no parecía del todo disgustado con el hecho de que sea su hija, y eso estaba bien, supongo que esa era su forma de demostrar que se preocupaba por ella aunque sea un poco.
Mas para mí, no me pedía nada extraordinario, pues la buscaré, aunque me lleve toda la vida, y prometo encontrarla, aunque tenga que talar cada árbol.
:(
ESTÁS LEYENDO
Niños buenos [#C.H 2] |COMPLETA|
Fiksi PenggemarLa hija del mal. Eso es lo que susurraban a las espaldas de aquella bella e inocente joven, que ninguna culpa tenía de los crímenes que su padre había perpetuado, pero que tendría que pagar por los mismos. Una chica que había nacido con el único p...