Prólogo

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Me siento atrapada, todos esos ojos observándome sin pudor alguno, me ponían incómoda, pero aún así me mantuve relajada, tratando de mantener la compostura.

Sonreí a todos con cortesía, poniéndome de pie, tratando de forma desesperada alejarme de la sombra de la existencia de mi padre, su sombra, detrás de mí, asechandome, susurrando a mi oído todos sus planes y secretos, sentía sus manos frías y muertas apoyarse sobre mis  hombros, casi hasta podía imaginarme su muerta presencia detrás mío, sonriendo con suficiencia y arrogancia. Era un hombre malo que justificaba sus acciones minimizandolas.

—¿Gran República Argentina?— murmuró ONU, impactado con la noticia, yo también lo estaría en su lugar.

—Un gusto conocerlo— salude con formalidad, sintiendo mis pies prontamente fríos.

ONU diría algo más, seguramente tratando de controlar la situación, siempre tratando de imponer orden y paz, pocas veces lo lograba, pero cuando estaba por argumentar o siquiera preguntar sobre mi presencia, las puertas del auditorio fueron abiertas bruscamente, dejando paso a mi capital, Buenos Aires, que se dirigía rápidamente a mi, sin sorprenderle en lo absoluto mi presencia, ni el aroma de la sangre y la tierra, sabía lo que iba a pasar.

Sabia que su padre iba a morir.

—Gran República Argentina, es un honor conocerte, te juro lealtad y honrar nuestra patria, espero que su camino se llene de grandezas y libertad, logros y honor— Buenos Aires sostuvo mi mano con confianza y beso el dorso de la misma con delicadeza, haciendo que asienta completamente complacida por su respeto y comportamiento, lastima que la historia de mis anteriores sucesores me enseñara que Buenos Aires debía ser el que mejor tenía que controlar y encadenar a mi lado, como un fiel perro que no puede vivir sin su amo.

—Mis disculpas por todos los alborotos causados, espero y se nos permita retirarnos sin inconvenientes, tengo un territorio que dirigir, si desean, les concedere una reunión a todos aquellos que la requieran necesarias, a mi también me gustaría tener una reunión con algunos de ustedes. Nos veremos en otro momento.

Mis pies descalzos se encaminaron a la salida, con mi próxima mascota a mi lado, sosteniendo mi mano en alto con elegancia y caballerosidad, sonriendo con cordialidad en dirección a los países, pero sin detenerse en ninguno en específico, luego abrió las puertas para mi, cediendo mi paso y pidiéndome de una forma discreta que no mirara atrás, y que no bajara la cabeza.

Era ahora la representación de una gran nación, ahora era la culpable de sus crímenes, y a la que castigarán como la candidata más factible y lógica, pero lo que ellos no sabían, era que yo ya tenía un plan, yo ya tenía un objetivo en esta vida.








































Bueno bueno bueno, tardamos en llegar a éste momento, pero llegamos, que es lo que cuenta, estoy súper emocionada con esta segunda parte y espero que ustedes la amen tanto como yo amaba escribirla, prometo que voy a ser más "tranquila", o bueno, no sé, mi mente creo esto así que no esperen algo demasiado tranquilo. Peeeeero van a ver a una nueva Argentina, una niña más dulce que el dulce de leche, pero que de a momentos breves saldrá a relucir aquella tan peculiar personalidad que el argentino tenía y que yo sé que querían
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Sólo quiero decirles que disfruten, amen y se rían, que es es lo fundamental, no se dejen estresar y disfruten de ver cómo el nuevo y buen país se adentra al mundo de los contrys;

Amantes del yaoi les presento, a la nueva, a la inesperada, a la cariñosa ¡Gran República Argentina!



Posdata: presten mucha atención a su nombre.

Posdata N° 2: perdón por no actualizar ayer como había prometido, tuve problemas de conexión así que este día en recompensa voy a publicar también el capítulo 1.

Niños buenos [#C.H 2] |COMPLETA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora