Capítulo 16

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Han pasado semanas desde aquella discusión con Atenea, no hemos tenido ningún encargo por parte de Zayn ya que esta se estaba recuperando totalmente físicamente así que nos ha tenido de entrenamientos en entrenamientos cada día. Hace semanas que no me dirige la palabra, hasta ha dejado de turnarse para dormir en la cama prefiriendo quedarse permanentemente en el sofá. A veces me ha costado saber si sabe que estoy ahí, frente a ella, cocinando, durmiendo, si recuerda que vivimos en la misma casa y si es así, no hace nada por demostrarlo. No es que la extrañe en esa manera, su silencio es casi un regalo en ocasiones pero el no sentir su mirada, que pase frente a mí como si pudiera traspasar un fantasma, me hace sentir una pequeña presión en el pecho porque su ausencia trata de matarme lentamente por irme de la lengua.

Se de sobra que no le molesta el hecho de que haya tenido relaciones sexuales con la doctora Quintanilla... O sí. Pero tampoco encuentro algo sólido a lo que agarrarme para poder explicar qué le ocurrió aquel día, porqué se lanzó de esa manera contra mí.

Hoy es fin de semana, debería ser libre para los trabajadores pero aquí estamos nosotros, en un campo de golf tan grande que no se ve la frontera donde termina. Zayn ha colocado unas dianas a diferentes distancias hasta tal punto que se pierde de vista los colores para practicar tiro con cuchillos y dagas. La morena se ríe con un comentario que este le dice al oído antes de que lance, estira su brazo hacia atrás midiendo en una línea imaginaria y lo suelta hacia adelante casi sin esforzarse dando en el blanco, justo en el centro del diminuto círculo negro. Zayn le aplaude asombrado y esta hace una dramática reverencia entre risas, así han estado las últimas semanas, Malik se ha tomado muy en serio ser su protector y casi ni se ha separado de ella, a veces incluso se quedan horas hablando en el salón mientras me voy a dormir. Jamás había visto a Zayn tan abierto con alguien, ni con Liam y Atenea nunca se había reído así conmigo, ni aunque se quitara la careta de asesina perturbada.

- No te desilusiones hermano -Dice Jacob tras de mí apoyando una mano en mi hombro como consuelo-. El jefe tiene sus favoritos.

Jacob es uno de los empleados que no cubrió a la morena cuando una flecha la atravesó, ahora se estaba entrenando más duro y se culpaba a sí mismo por no haber evitado aquella tragedia, luego de eso ha sido un gran compañero. Todavía no hay noticias de Scarlett ni de Robert, la furgoneta se ha visto aparcada a las afueras de la ciudad pero más a allá de eso, nada, absolutamente nada. Como si no existieran.

- No pasa nada -Carraspeo antes de hablar y me rasco la nariz con nerviosismo por dejarme ver tan concentrado en ellos dos-. Era obvio que Atenea se ganaría su puesto.

- Tipa dura eh.

- Y difícil.

- Bueno, esas son las mejores.

Luego de una risa inocente se calla de inmediato cuando ambos se acercan a nuestro grupo. Mantengo los ojos en ella esperando una reacción pero no se inmuta, sigue mirando al resto de compañeros o a Zayn con ese semblante frío. Se coloca al lado de Jacob con las manos unidas al frente, su movimiento cercano me deja oler ese perfume que siempre lleva, tan caro y que me hace preguntarme dónde lo consigue. El moreno inspecciona nuestras caras una por una, luego sonríe a medias casi sin ganas y asiente con orgullo.

- Soy consciente de que es fin de semana y queréis descansar por los duros entrenos que os hago pasar después de que una de mis mejores asesinas estuviera a punto de morir porque sus compañeros no fueron lo suficientemente disciplinados -Viaja hasta Jacob y el otro compañero, luego se rasca la garganta interior con un grueso sonido y evita buscar a Robert, el ausente-. Pero tengo un encargo de vital importancia, esta noche hay un baile de máscaras en la mansión Chateau V, han llegado a mis oídos que habrá una dulce masacre por un ajuste de cuentas. Nuestro deber es encontrar al organizador y arruinar sus planes, sin la cabeza pensante no hay jugadores en el tablero.

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