Mis ojos por primera vez están inyectados en agua, puedo parpadear libremente y lo que veo al ser consciente de ello es la cara esculpida de Harry en un estado de conmoción. Por la puerta entra corriendo uno de los hombres que nos escoltaba en la misión de rescate de Scarlett y detrás de él la susodicha. Mis palabras han dejado atónito al moreno con mi voz ronca que me ha sorprendido más a mí que a nadie por el poco uso que le he dado en no sé cuánto tiempo. El guardia que no conozco se abalanza sobre mí para evitar que siga con el acto de levantarme y en seguida se gira para mirar las máquinas que están enchufadas a mí, yo solo dirijo mi mano libre a la cabeza para mantener a raya el dolor que he sentido de repente ya que la otra sujeta la mano de Harry.
- Buenas noches bella durmiente -Dice el hombre a mi lado, tiene una voz grave pero no tanto como la que recuerdo del moreno. Miro con cuidado los vendajes que tengo alrededor del abdomen pero lo que me sorprende en la sangre que corre por mi cuerpo hacia abajo.
- ¿Por qué sangro?
- Sangrabas -Corrige Scarlett desde la puerta, parece temer acercarse demasiado-. Alguien te ha inyectado veneno.
La mano de Harry se apretuja contra la mía, tanto que me hace daño, parece contener alguna clase de ira pero al mirar su cara sigue teniendo los ojos abiertos alucinando con la situación, la mandíbula tensa y cortante.
- Sentirás un poco de sueño, es normal pero no llegará a dormirte del todo -Informa este tocando algunos botones-. Por favor, no la atosiguen, intenten hacerle una estancia agradable, no sé si recuerda algo o si sabe dónde está, solo hagan que no se esfuerce demasiado.
Los dos presentes asienten, yo les sigo el gesto porque he entendido que debo quedarme quieta y eso lo puedo hacer yo sola. Reposo la cabeza hacia atrás, un mando me permite reclinar un poco la camilla y darme cuenta de que estoy en un hospital o al menos eso parece. Cuando el hombre se despide con la mano escucho el nombre de "Robert" salir de los labios de la rubia que alerta unos segundos antes para decirle algo en bajo. Harry ni siquiera se molesta en mirar hacia ellos y prestarles atención, no aparta la vista de mí como si temiera que me fuera ahora mismo.
Cierran la puerta que es ahora cuando noto que está blindada, quiero preguntar porqué pero se que no obtendré respuestas, o eso dijo Robert como aviso para no descolocarme. ¿No sabe si recuerdo? ¿Recordar el qué? Hago memoria pero no tengo nada importante en ella, se quién es Harry, se quién es Scarlett y porqué está aquí, no sé porqué se parece a mí. Recuerdo a Zayn, el psiquiátrico, Liam, Wilde, mi madre, Fallon, mi familia de acogida, la guarida de Malik, mi nueva casa, todo parece en orden. Tengo la imagen de aquella flecha a través de mí, solo veía la punta de ella en el estómago y ahora no está, el coche en la carretera y la cara borrosa del moreno antes de caer rendida.
- Has estado demasiado tiempo durmiendo -Dice a mi lado tomando asiento y soltando mi mano después de un largo rato-. Tenemos mucho que hablar.
- No hay que atosigarla -Recuerda Scarlett como una amenaza dando un paso hacia delante. Harry la fulmina con la mirada y algo me dice que estos dos no se han llevado bien, me ocultan algo.
- No he dicho que le vaya a contar ahora y menos contigo delante, mascota Donovan.
- ¿Donovan? -Mantengo el ceño fruncido y una mueca de dolor cuando siento una punzada en el pecho e impacto la mano ahí. El moreno se levanta para examinarme preocupado, sus ojos viajan por mi cuerpo buscando respuestas y ve que no es nada físico.
- Mishel Donovan, es de quien tenemos que hablar -Informa de nuevo él-. Pero ahora necesito que descanses para poder ir a casa lo antes posible y alejarte de aquí.
- ¿No estamos a salvo aquí?
- Los enemigos de Zayn están buscando a su hermana, un blanco fácil, pero ella está aquí contigo, otro blanco fácil y no se ha alejado de ti ni un segundo.
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Medicine
RomansaDespués de tantas mentiras, es hora de contar la verdad aunque con ello le cueste vida. A cada paso suyo es una pista, un nuevo recuerdo, avanza hasta que no puedas más y jamás confíes en nadie. "Mira allí, donde más te duela".