Draco Malfoy - Dramione (TERMINADA)

PARTE II

CAPITULO 28

POV DRACO

Draco espero. Espero dos días seguidos. Estaba seguro que ella ya se lo había contado a Potter y al tonto Wesley. Incluso no tenía dudas de que Gryffindor entero estaba al tanto de que él era un mortifago.

En esos dos días no durmió, y cuando lo hizo, por treinta y cinco minutos, soñó que Hermione se paraba ante él y le apuntaba con un dedo acusador. Luego el colorado y San Potter aparecían a su lado de la nada, mirándolo con asco y repulsión, igual que Hermione. En el sueño quiso salir corriendo pero en lugar de eso se despertó sudoroso y lo primero que vio fue el rostro de Pansy. Se había quedado dormido en la sala común de su casa y la morocha tenía su cara casi pegada a la suya. Salió de una pesadilla para meterse en otra.

Después de ese sueño de lo más perturbador paso a divagar como sería que esto realmente sucediera, y llegó a una horrible conclusión: No saldría corriendo, aceptaría su destino. Y se dio cuenta que estaba esperando con ansias que ella apareciera y le obligará a que mostrara su brazo, su marca, y lo haría. Revelaría quien era, porque quizá así, solo quizá, podría sacar el peso que lo oprimía cada vez más.

Cuando al tercer día ninguno del trío de oro se presentó ante él, sus delirios alcanzaron otros niveles. Ya no eran ellos quien se presentaban, sino Dumbledore junto con los aurores, y lo arrastrarían por los pasillos, ante todos sus compañeros, y lo llevarían directamente a Azkaban.

Draco apretó la mandíbula ante la humillación, y apretó el puño hasta sentir como sus uñas se clavaban en la palma de su mano. Sentía la mirada de asco de todos, sentía el dolor en los brazos de los aurores apretándolo con fuerza...

Sintió algo impactar contra su cara y se movió de su lugar.

— No puedes quedar encerrado para siempre en tu habitación. Minerva quiere saber qué te pasa — Zabini preguntó desde la puerta de entrada.

Draco salió de sus pensamientos y se alejó de la ventana. No había ido a clase en los últimos tres días. Tenía miedo de encontrarla, no sabía cómo mirarla.

— Mañana voy — espetó. Lo último que necesitaba era que los profesores comenzaran a hacer preguntas.

— Mañana es el baile — respondió el chico, que se había sentado en la cama, y miraba a Draco.

— ¿El baile? — cuestionó el rubio, que a decir verdad no tenía siquiera idea de qué día era.

— Si, el baile. Se ha estado organizando hace una semana. Dumbledore consideró que era una buena idea hacer un baile en plena guerra. Yo digo, está loco.

Draco jugó con su varita entre sus dedos. Un baile, y se le había pasado por completo. Quizá no era una idea tan mala.

— ¿qué se supone que nos tenemos que vestir? — cuestionó, de repente interesado en el asunto.

— Amigo, ¿dónde has estado? — preguntó Zabini mirándolo incrédulo. Literalmente era de lo único que se hablaba en la última semana.  

Bueno, vengo con un pequeño adelanto de lo que se viene. Están prontas para bailar? Se viene una noche inolvidable, vayan preparando sus mejores trajes! 

No abandone esta historia, sigo trabajando en ella: el 17/03 estaré de regreso con más. Hasta allá, las que aún no han leído Draco Malfoy: Efecto Azkaban, pueden comenzar a hacerlo, Draco esta en problemas por allá. 

Nos vemos!