Draco Malfoy - Dramione (TERMINADA)

51. Un hechizo y sus consecuencias

51.
Un hechizo y sus consecuencias

Hermione contemplaba la puerta de madera con diseños de ángeles niños tallados en distinta postura, como si en cualquier momento se fuera a abrir y revelar a un Draco Malfoy completamente recuperado y recordándola, pero mientras comprendía que eso no era verdad, la angustia de la realidad era todo lo que en lograba sentir.

Habían pasado ya casi 24 horas desde su última conversación, que siquiera había sido una conversación propiamente dicha, ya que él no había creído una palabra de lo que ella había dicho, sumido en su memoria vacía de recuerdos de ellos. Cuando lo había encontrado en la mansión él decía recordarla, pero serían fragmentos sin sentido en la mente del rubio, que solo servían para confundirlo aún más.

Como si eso fuera poco, aún estaban las intensas y constantes miradas de los Slytherin, como si quisieran arrancarles la verdad con los ojos. Ninguno de los tres presentes, Blaise, Pansy y Nott, dejaba de mirarlos, aunque este último era bastante más sutil.

Mientras las lágrimas bajaban silenciosamente por su mejilla, dejando un rastro cálido y húmedo, la bruja estaba segura de que no habían más lágrimas capaz de derramar, pero acudía otro recuerdo a su mente, otro momento único compartido, otro momento que nadie entendería y que si algún día llegaba a compartirlo con alguien, no lo sentirían del mismo modo que ella.

Porque una cosa del amor es que por más que todos en algún momento de su vida lo sientan, nadie puede sentir lo que vos sentiste, y cuando tu corazón es roto en miles de fragmentos nadie comprende completamente cuánto duele, por más que ya hayan pasado por eso. Duele ensordecedoramente, duele tanto que no quedan ganas de hacer nada, de sentir nada más. Es un vacío que aísla, que ahoga sin ruido, sin agua. Es un fin aplastante, una verdad dolorosa, una herida que nadie ve. Y ¿cómo sanar algo que no se puede ver? ¿Cómo curar algo que está dentro, y no fuera?

Tu corazón llora, tu boca calla, tu cuerpo sufre las consecuencias. Hermione jamás había admitido realmente que estaba completamente enamorada de Draco hasta que estuvo por perderlo. Hasta ese momento no se había dado el lujo de pensar en ellos, de pensar en lo que significaban. Sabía que él era importante, pero no sabía qué tan importante y por qué. Ahora era consciente de que su ausencia haría más ruido en su vida de lo que podría hacer cualquier cosa. Era como perder una parte de ella misma, era como si fuera un día de lluvia constantemente, y el sol una mera idea lejana.

Sus caminos se habían cruzado por una fracción de segundos que bastó para que los dos voltearon el rostro, para que los dos quisieran volver a sentirlo. No se arrepentía de lo que había hecho, excepto quitarle la memoria. Eso seguramente no lo hubiera hecho si tuviera la oportunidad de volver atrás, pero ya no podía jugar con el tiempo de ese modo. Ahora solo quedaba una dolorosa espera.

Cuando las puertas por fin se abrieron el corazón de Hermione pareció volver a la vida. Ver a Poppy Pomfrey fue tanto alivio cuánto dolor. No quería oír malas noticias, pero no podía dejar de escuchar cada cosa que la mujer decía.

— Malfoy tuvo múltiples ataques de víbora, pero no fue envenenado, lo que es bueno. El medimago traído de San Mungo pudo sanar la mayoría de las heridas causadas por el ataque. Aún muestra señales de la maldición imperdonable crucius, con temblores y espasmos principalmente en sus extremidades. Tuvo una contusión cerebral muy grave y perdió mucha sangre, pero se pondrá bien completamente en unos pocos días….

La bruja siguió hablando pero Hermione dejó de escucharla. Sus oídos parecieron taparse hacía sus palabras mientras la que ya había escuchado hacía eco en su mente una y otra vez como si se tratase de un disco rayado. Todo lo que sabía corría a una velocidad vertiginosa por su mente, como si deseara aplastarla recordando cada pequeño detalle de lo que había sido su historia, la historia de Draco junto a ella.