Draco Malfoy - Dramione (TERMINADA)

22. Una tragedia

CAPITULO 22

POV DRACO

Las clases de la mañana fueron lentas y aburridas. O es quizá que su cabeza estaba en otras cosas. Temía que su tía invadiera su mente en cualquier momento, y aún estaba preocupado por no recibir ninguna carta respuesta por parte de su madre. O por qué comenzaba a dolerle la cabeza nuevamente, y sus compañeros no ayudaban.

Por lo que cuando se les dio permiso para retirarse fue un alivio. Relajo los hombros instintivamente y salió de la clase cargando sus libros en mano. Dejó para atrás los murmullos de todos, y la voz irritante de Pensy.

Se alejó con paso apresurado, de repente volvía a ser el mismo malhumorado de siempre. Un dolor agudo comenzaba a invadir su mente cada vez con mayor frecuencia. Necesitaba ocultarse en algún lugar por si la cosa se ponía peor.

A duras penas llegó hasta un salón vacío y cerró la puerta a su espalda, trancando con magia. También lo insonorice por si acaso.

Se sostuvo de una mesada justo cuando las piernas le fallaron, y a nada estuvo de caer. Solo no lo hizo porque se aferró con dedos temblorosos a la punta de la mesada, pero lo peor aún estaba por venir.

Un dolor le atravesó el cerebro de principio a fin, como una aguja fina cortando y desgarrando todo a su paso. Y en seguida otro, sin tiempo de que se recuperará del primero.

Cerró los ojos, ya dejándose caer al suelo, reclinado contra la mesa. Y entonces lo escucho.

Draco

Lord Voldemort nos precisa

No lo podemos decepcionar

Haz lo que te pide

Hijo, hazlo.

Cayó rendido en el frío suelo del aula, y entonces todo se volvió negro.

***

Cuando Draco volvió a sí el lugar estaba completamente oscuro. Ninguna luz entraba por ningún lado. Por un momento tuvo miedo de haber sido encontrado y ahora estar encerrado en algún lugar, o algo aún peor. Pero cuando sus finas pupilas se adaptan a la oscuridad pudo corroborar que seguía en el mismo sitio, del mismo modo en que le había recogido la inconsciencia.

Se incorporó con dificultad, levemente mareado y aturdido. Pero nada tenía que ver con lo físico, sino con la invasión de su mente, ahora por parte de su padre.

De repente todos habían decidido entrar en su mente, y jugar con ella. Sin tener en cuenta las consecuencias de eso.

En verdad que Lucius había sido más sutil y rápido que Bellatrix. Ella era más impetuosa y no le gustaba simplemente entrar, dejar su mensaje y salir. Ella tenía que jugar con la mente, deleitarse con el dolor del otro.

Draco apretó la mandíbula, frustrado y enojado. Debería resolver esto lo antes posible. No les dejaría el camino tan fácil para la próxima.

Pero para eso precisaba de la sangre sucia.

Destrancó la habitación y, tras corroborar que no había nadie cerca, abandonó el lugar con paso apresurado. Tenía que encontrarla.

Lleva deambulando por el pasillo algunos minutos, un poco aturdido con el tiempo. Le costaba esfuerzo centrarse en algo, en una idea. Su mente iba y venía, como si estuviera en el mar, flotando sin rumbo fijo. Una de las consecuencias de tener su mente invadida tan a menudo.

Pero sabía que tenía que encontrar a la Gryffindor. Cerró los ojos, tratando de ordenar sus pensamientos, pero para cuando los volvió a abrir la visualizó en una esquina. Y para su beneficio no iba acompañada de sus inseparables.

Draco se acercó a ella sin preámbulos. Ella no le vio pues estaba de espaldas a él, pero el rubio eliminó la distancia que los separaba y se detuvo a su lado. Por un momento olvido que no eran viejos amigos, que se suponía que mal se hablaban.

— Tenemos que hablar — espetó, en un tono que pretendía que fuera bajo, pero que aparentemente no lo fue, a juzgar por las miradas que recibió. Estaba claro que su presencia no era esperada, y más al lado de una sangre sucia.

Hermione abrió los ojos como platos, y dejó su mandíbula caer ante la sorpresa. Pero se recuperó de golpe, para cerrar la boca y dedicarle una mirada fulminadora.

— ¿Qué quiere?— preguntó, clavando en él sus ojos.

Las chicas que lo acompañaban hicieron lo mismo, pero el rubio siquiera les prestó atención.

— Necesito algo — Draco susurró las palabras, como si le costase formularlas. Y la verdad era que así era.

Un Malfoy  pidiéndole algo a una sangre impura, a una impostora, hija de muggles, era, desde luego, una tragedia, pero la necesitaba, y por más que le doliera admitirlo, ella era la la bruja más brillante de su generación, y la única que le podía ayudar.

Granger relajo el semblante, y algo pasó por sus ojos avellanados. Abrió la boca para decir algo, pero en su lugar se volteó a sus amigas.

— Las alcanzó luego — le dijo al pequeño grupo curioso.

— Hermione... — intervino una y recién entonces Draco se percató de su pelo rojo, de sus pecas desparramadas en su rostro... una Wesley. Quizá la menor, sí es que no tenía más hermanos en su casa.

— Está bien, Ginny. — La detuvo Hermione sin dudarlo y comenzó a caminar. Draco, en cambio, sí dudó por unos segundos, observando a las dos chicas, pero luego reanudó su paso para seguir a la Gryffindor de su interés.

— ¿Qué es lo que necesitas? — le preguntó ella en cuanto Draco alcanzó su paso.

El rubio hizo una mueca, analizando la forma de abordar el tema y compartir su plan sin que ella saliera corriendo. Estaba al corriente de que el trío de oro solía armar sus planes, y que no solían ser de los más inocentes, pero estaba seguro de que ninguno incluía pedirle a Granger que realizará una maldición imperdonable. 

Bueno, este capitulo me gusta mucho por que tenemos un Draco muy impulsivo e imprudente. Esta bastante afectado por las invasiones en su mente.

Quiero dejar en claro que me estoy tomando mis libertades con respecto la las consecuencias de las invasiones en la mente, para darle más emoción a la trama. 

¿Son de los que creen que Hermione va a aceptar, o de los que creen que lo va a dejar hablando solo? ¿Qué harían en su lugar? 

Pasando a NOTICIAS IMPORTANTES, esta también publicado el capitulo V de Draco Malfoy: Efecto Azkaban, y en ese capitulo van a encontrar un propuesta. La idea es que dejen en los comentarios link, o nombres de Dramiones o escritoras de Dramiones que recomienden, así podemos ampliar nuestra red de lecturas, y también porque, no se ustedes, pero yo siempre busco y busco y siempre encuentro los mismos. Estoy segura de que hay Dramiones menos conocidos que están muy buenos, y me encantaría leerlos.