20. ¿Durmiendo con el enemigo?

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Bueno, se que me he pasado de día, pero estuvo con un ataque de hígado todo el día que me mantuvo ocupada, y no del modo agradable. No quería dejar sin capitulo, principlamente porque el domingo no voy a poder publicar :( así que nos veremos el miércoles de nuevo!

CAPITULO 20

POV HERMIONE

Salieron de Gryffindor luego de que Hermione se pusiera un par de ropas más decentes, no solo por el hecho de que se iba con Draco, sino porque si sucediera lo mismo que la otra vez, nadie le creería al verla regresar con el salto de cama.

Caminaron con pasos rápidos y firmes, subiendo por las escaleras y pasando los pasillos. El silencio era su única compañía, aunque parecían haber miles de preguntas. Por lo menos de la parte de Hermione. Una creciente voz en su interior le preguntaba, repetidamente, que estaba haciendo, siguiendo a Draco Malfoy hacia la sala de los menesteres. Podría ser una trama, podría ser miles de posibles alternativas y ninguna de las que él había dicho.

De repente un empujón sorpresivo interrumpió la línea de sus pensamientos. Pero más que eso, la mano del rubio en su boca, y su rostro muy cerca del suyo, le descolocaron.

— Shh — susurró este, su rostro muy cerca del de Hermione — Flich — fue lo único que salió de su boca.

Hermione se quedó quieta y callada, pero nada tenía que ver con la presencia del consejer paseando por los pasillos con su gata, sino con la cercanía del rubio. Con su cabello casi rozando el suyo, con su aroma a un perfume embriagante, siendo el aire que respiraba. A su piel blanca a centímetros de la suya, a sus ojos plateados que, por fortuna, justo ahora no le observaban. Lo que le dejaba la posibilidad de mirarlo sin peligro de ser descubierta en el acto.

Sus ojos eran de un gris tan hermoso, que parecían hipnotizarme. La bruja trató de recordar si en algún momento había visto otros ojos de tono similar, pero le fallaba la memoria. O realmente no existían.

Él la soltó de golpe, aparentemente percatándose del análisis para nada discreto al que estaba siendo sometido. Pero no la dejó ir. Aún sostenían sus manos con las suyas. Y aunque sus manos estaban sobre las de ella con fuerza, sus cuerpos no se tocaban.

Su tacto era suave, y firme, pero sobre todo, helado.

— Te estás congelando — susurró ella, y él, que estaba observando el pasillo con devoción, desvío la mirada hacia la bruja, y la soltó de golpe.

— Ya se ha ido — respondió en cambio, haciendo oído sordo a su pregunta.

Siguió caminando sin esperarla. Hermione se mantuvo unos segundos clavada en el suelo. Pero se dio cuenta de que a esa altura ya no había muchas alternativas. A grandes zancadas eliminó la distancia que la separaba de él.

***

Entraron a la sala de los menesteres cuando la puerta se les presentó. Dentro estaba cálido y oscuro, solo iluminado por una estufa en un rincón. La cama era la misma que la otra vez. Seguían sus sábanas perfectamente dobladas, y su tamaño grande ocupando buena parte del centro del lugar.

— Deberías dejarme imaginar la sala la próxima vez— comentó Hermione al entrar. La verdad era que estar en un simulacro del cuarto de los padres de Malfoy no le resultaba para nada atractivo. Aunque darse cuenta que estaba pensando en una próxima vez no la dejaba para nada tranquila.

Él le dedicó una mirada pero no dijo nada.

— Puedes quedarte con la cama, yo dormiré en el sofá — dijo luego de unos segundos observando el lugar y ya dirigiéndose al sofá que estaba frente a la estufa.

Draco Malfoy - Dramione (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora