Usted es la mujer que yo necesito

CAPITULO I. (EDITADO)

Para contextualizar...

El primer cambio de Betty sucede ya dentro del engaño de Armando y Mario Calderon, en esta historia retrocederemos al momento en que Betty confiesa a Armando el soborno que estuvo apunto de hacer con lo de RagTela. Así que, si... todavía no existe tal plan.

*Los tiempos de la historia pueden variar*

(Los personajes de esta historia no me pertenecen, son del grandioso Fernando Gaitan QEPD).

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Betty estaba temblando, sabia que venia lo inevitable, su despido. Don Armando había entrado a la sala de juntas junto con su prometida y su cuñado, la situación no pintaba nada bien.

No sabia donde meterse de la vergüenza que sentía de si misma. Gracias a Dios tuvo la valentía de hablar con su padre y que este le recordará sus principios, que ella es una muchacha recta y decente y que por más necesidad que hubiera ella no daría su brazo a torcer a tan infame acto, menos en contra del Doctor Armando, su Doctor, Beatriz solo se sentía más avergonzada cada vez que recordaba el amor que sentía por su jefe y lo que ella estuvo apunto de hacer.

La puerta que conecta la sala de juntas con presidencia se abrió y se dejo ver a un Armando bastante alterado y desconcertado. Alterado por el hecho de ver a Daniel Valencia, siempre era desagrado para él ver su rostro, además nunca traía noticias nuevas o algo innovador para Ecomoda, siempre eran quejas, y desconcertado porque no sabia que pensar de Beatriz, sin duda no estaba pensando algo malo, pero creía que la conocía mejor.

— Llámeme a Mario Calderón, quiero que venga a acá mismo — Dijo Armando molesto.

— Doctor, yo me siento muy mal acabo de escuchar la conversación que tuvo con el Doctor Valencia, me siento muy culpable y...

Armando desesperado se sienta en su silla viendo a Betty — Usted me advirtió a tiempo ¿Si?, Si no, esto hubiera sido algo gravísimo, ya paso, ya tranquila.

Betty desesperada se sienta frente a Armando
— Doctor yo, yo, yo renuncio...

Armando gritando y desesperado — ¡Le estoy diciendo que ya paso Beatriz!,  ¿Porqué me va a renunciar ahoritica ah?, ¡Que más la necesito —Armando ya calmándose poco a poco continuo — Ya me lo contó, ya todo quedo claro, usted me hablo a mi ¿Si?, Eso es lo importante, usted no acepto ninguna plata...

Betty llorando lo interrumpe —Doctor... Doctor es que hay cosas que usted no sabe y me gustaría que supiera — Betty hace silencio y continua — Hay un problema económico muy fuerte en mi casa y estuve muy tentada en recibir esa plata, pero yo no se que me paso Doctor, yo perdí el horizonte... Yo alcance a indicarle al señor Miguel Robles donde girarme la plata — Armando mira al techo molesto — Comencé a pensar que podría hacer con ella, pero yo no soy esa Beatriz Pinzón, se lo juro — Armando la mira sereno comenzó a entender todo — Estuve a punto de traicionar lo mas sagrado para mi doctor, mis principios, a mi familia y a usted Doctor, usted que me ha dado tanto, yo nunca debí de aceptar esa comisión, por eso quiero irme de aquí Doctor.

Armando la mira con ternura, se levanta y se detiene detrás de ella y la toma por los hombros
— Beatriz... Betty, vea, usted me acaba de demostrar mucho más, si señora, usted es mucho más de aquel computador que piensa la gente que es, del que se burlan, yo nunca he esperado de usted una mujer perfecta, espero esto, una mujer que sea humana, se lo digo de verdad, me alegra que haya confiado en mi y me lo haya contado todo a tiempo, así que límpiese esas lagrimas y búsqueme a Mario Calderon ¿Si?