CAPITULO XI.

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-¡¿Cómo que Armando Mendoza no está registrado en este hotel?!

-Señorita disculpe, pero ya se lo dije, el Sr. mendoza si estaba hospedado aquí, pero justo hoy dejo la habitación hace aproximadamente dos horas, él y su acompañante.

-¡¿Qué?! ¿Cómo que hace dos horas? Se supone que iba a estar aquí hasta el día domingo.

-Así era señorita, pero los Señores salieron hoy, con mucho gusto le diría a donde se fueron, pero la verdad es que no lo sé y las políticas de privacidad de nuestro hotel no me lo permitirían de todas maneras.

Marcela estaba más que molesta, estaba que podría gobernar hasta el mismísimo infierno de la rabia que sentía en ese momento, con suerte había podido aterrizar en Panamá, su vuelo se retrasó tanto que tuvo que despegar hasta el día siguiente, el clima era terrible y estaba casi segura que no lograría tener un vuelo de regreso a Bogotá para esa misma noche. No tenía ni la más mínima idea de donde podría estar Armando y su asistente, estaba confundida y se sentía impotente, es como si Armando hubiera sabido el plan de Marcela, pero era imposible, a nadie se lo contó, solo Daniel lo sabía, ni siquiera Patricia, ahora que haría, donde se encontraría Armando ¡Y con esa! pensó Marcela. Decidió reservar una habitación y pasar la noche allí, no se podría ir, intentaría lo más temprano posible al día siguiente si es que el clima estaba a su favor, pero no podría dormir... ¡¿Dónde está Armando Mendoza y por qué se fue con esa mujer?!


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Un día antes


- Doctor ¿Cómo nos vamos a ir a Venezuela ya? ¡Esto es muy apresurado! Piénselo bien por favor.

- Betty es lo mejor que podemos hacer, mire, yo conozco bien esa empresa, y solo iríamos a ver el fashion y ya, no significa que hagamos negocios inmediatamente.

La platica el día miércoles con los proveedores resultó tan fructífera que hasta terminaron con invitaciones para un fashion en la ciudad de Caracas, Venezuela.

Armando conocía bien la capital de su país vecino, tenía contactos allá y rápidamente podría conseguir un buen hospedaje y pasajes de avión en primera clase. Beatriz no estaba segura de ir, no por no creer que no fuera una buena idea, si no que se supone que estaría en Panamá toda la semana, no de gira artística por toda Latinoamérica, tranquila Betty, solo son dos países, tu padre tiene que entender o ¿Qué tal si no se lo decía? Estaba tan indecisa, qué tal si pasaba algo y su familia la hacía en Panamá, Betty estaba mortificada con sus pensamientos y Armando lo noto.

-Betty, yo se, se que lo que le preocupa es irse de este país así sin más, pero, así es este trabajo, mire, si gusta, yo le ayudó con la llamada a su papá -Betty lo miraba sorprendida- Si, yo le diré que tenemos que ir, pero que el domingo llegamos de igual manera, además Venezuela está más cerca a Colombia trataremos de tranquilizarlo con eso, yo se que con su mamá no hay problema.

-Si, mi mamá en realidad se encantará con la idea que vaya a otro lugar -Ríe- Doctor, usted no tiene porque hacer nada de eso, de verdad, mi papá ni siquiera sabe que yo viaje sola con usted -Armando la mira extrañado- Yo no le dije que no vendría Don Mario, ni Doña Catalina, mi mamá me cubrió con eso.

-¿O sea que apenas de esa manera pudo venir conmigo de viaje?

-Claro doctor, mi papá sería incapaz de dejarme viajar sola con usted.

Usted es la mujer que yo necesitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora