CAPITULO XIII.

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Marcela se encontraba con Freddy en el apartamento de Armando, ahora esta más convencida que nunca que tenia otra mujer, ¿Por qué había cambiado la cerradura de la puerta principal? Cuando Marcela llego de Panamá se fue directo allí, creía que podría encontrar a Armando pero con lo único con lo que se encontró fue con que su llave ya no embonaba con la cerradura de la puerta, ¡Maldita sea! se dijo, así que cuando Freddy le comento que necesitaba ayuda con el husky siberiano que tenia Armando por mascota se ofreció inmediatamente a llevarlo ella personalmente a la residencia de su ex.

-Muchas gracias Doña Marcela por ofrecerse con la entrañable labor de cuidar de la magnífica mascota que tiene nuestro presidente - Decía Freddy mientras hacia la mezcla de comida del adorable animalito.

-Si, no hay apuro Freddy... oiga, necesito que me preste las llaves del apartamento un momento, necesito entrar a la recamara por unas cosas que olvide allí, y ya intente entrar pero tienen seguro- Decía Marcela con un tono desesperado, ¿Por qué todo estaba cerrado? será por Freddy pensó.

-Disculpeme mi estimadisima Doña Marcela, pero tengo ordenes estrictas de Don Armando de no brindar las llaves de su recinto a nadie.

-¿Cómo esta diciendo insolente? Deme las llaves de inmediato, mire que...

Para fortuna de Freddy el teléfono comenzó a sonar, todos los días a las 5:30 Armando hablaba a su apartamento para confirmar que el estuviera allí y preguntar por su mascota, así que antes del regaño que le proporcionaría Marcela se dirigió rápido a la sala y contesto el teléfono.

-¿Álo? ¿Don Armando?

Al escuchar esto Marcela sintió que por fin veía luz al final del túnel, ¡Era Armando! ¡Por fin sabría dónde esta!

-Hola Freddy, ¿Cómo le va? ¿Esta todo en orden?

-Muy bien nos va por acá por la fria Bogotá, y su adorable perrito esta comilón como siempre, discúlpeme pero tuve algunas dudas y como no quise molestarlo en sus tan importantes labores que se lleva laborando - Armando rodó los ojos- Tuve el atrevimiento de consultárselo a su querida prometida y me esta acompañando en este momento en su apartamento.

-¡¿QUÉ?! ¿Pero usted es idiota o que? - Freddy se despego el teléfono del oido y lo miraba asustado- ¿Por qué hizo eso? ¿Ah? ¡Dios mío! mire... no le de las llaves por ningún motivo ¿Sí?, no le dé explicaciones y punto, si ya termino de hacer los encargos ya se puede ir, y si pide hablar conmigo no me la intente pasar ¿Entendió? Le hablo mañana a esta hora otra vez, hasta mañana.

Y así sin más colgó Armando, no le daría la oportunidad de que Marcela pudiera comunicarse con él, y justo como lo pensaba, Marcela estaba a punto de quitarle el teléfono a Freddy para poder hablar con Mendoza, ¡Maldita sea! se dijo de nuevo cuando se puso el teléfono en la oreja y ya la llamada había acabado, estaba peor que al inicio, sin saber dónde esta Armando y ahora sin tener acceso a su departamento.

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-¿Está todo bien Armando? -Contestaba una mujer envuelta en una sabana asomándose por la puerta.

-Si mi amor... uyyy mi vida, pero no se me aparezca así por favor, mire que me pone loquito - Dijo Armando acercándose a Betty.

Armando camino hacia a Betty, él solo llevaba puesto un pantalón de pijama, había salido de la recámara para llamar a Freddy y no despertar a Betty.

Usted es la mujer que yo necesitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora