CAPITULO XVII.

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Nicolás Mora por fin pisaría el suelo de Ecomoda por primera vez, se sentía nervioso como de costumbre, no solo porque comenzaría a trabajar formalmente por primera vez en su vida si no porque se toparía con, según el, el amor de su vida: Patricia Fernández.

Pero había algo que lo frenaba a internar algo con la Fernández, al menos por este momento: su amiga Betty.

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Hace una semana su amiga le había hablado para comentarle esta grandiosa oportunidad, así que al día siguiente de esa conversación se pusieron de acuerdo para salir a almorzar, Nicolás se reuniría con Betty y Armando en un restaurante al centro de Bogotá, algo un tanto selecto pero nada pretencioso. El joven llegó y la pareja de novios ya estaba esperándolo.

-¡Quibo Nicolás!, mire, le presento al Doctor Armando Mendoza, presidente de Ecomoda. - En ese momento se levantan para darse un apretón de manos como saludo.

-Mucho gusto Nicolás... disculpe, ¿Nos hemos visto alguna vez?

-Mucho gusto Doctor, y si, en la casa de Betty, usted llegó preguntando por ella ¿Recuerda? Yo le dije que si se encontraba en casa, solo que yo me tuve que ir.

-Ah claro, por supuesto, tiene razón, por favor, sentemos.

Los jóvenes fueron interrumpidos por el camarero que se dispuso a tomar la orden.

-Betty yo no entiendo nada de estás comidas, me hubiera traído el lonchecito de Doña Julia -Ríe junto con Betty.

Armando los observaba y no podía evitar sentirse un poco celoso, se veía que eran muy amigos y la confianza se notaba, intentaba pasar desapercibidos sus sentimiento pero no se dio cuenta en que momento puso su mano en el muslo de Betty y lo apretó haciendo que esta saltara un poco sobre su asiento y que Nicolás se diera cuenta.

-¿Qué pasó, Betty? como que la veo muy inquieta ¿No?

Betty suspiro, si Armando le contó a Calderón que ellos dos estaban juntos, ella tenía todo el derecho de decírselo a su mejor amigo, así que le hizo una señal a su novio, el comprendió y le tomó la mano, cosa que hizo que Nicolás se pusiera ansioso por la respuesta.

-Nicolás, vea, no se como decirle, aunque bueno, creo que ya lo vio... nosotros...

-Si, si, si... ¿Son novios, no? Ayer que se quedó calladica al teléfono cuando le hice esa broma pensé que algo había sucedido, y ahora me lo confirma, ¿Es en serio esto Betty?

Armando no había pronunciado palabra, y viendo a Betty tan nerviosa decidió hablar por ella.

-Si Nicolás, yo le pedí a Beatriz que fuera mi novia.

-Ya veo Doctor Mendoza, pero ¿No era que usted estaba comprometido? Según por lo que sabía por Betty y algunas revistas pronto se casaba ¿No?

Beatriz se removía incómoda en su asiento, Armando entrelazó su mano con la de ella para brindarle apoyo y se digirió nuevamente con Nicolás.

-Así era, pero desde hace unas semanas terminé todo compromiso con Marcela Valencia, yo era hombre libre cuando caí ante los encantos de Beatriz.

-Pues no se que tantos encantos le vio -Nicolás ríe- Ya es su novia, no tiene porque mentir tanto.

-Mire Nicolás- Armando se comenzaba a molestar un poco - Yo se que son amigos muy cercanos, pero no me gusta la manera en la que intenta bromear con esto, quizás porque no nos conocemos y no conozco su sentido del humor pero no me parece gracioso. Si, me enamoré de los encantos de Beatriz, y caí ante ella mucho antes de lo que yo pensaba.

Usted es la mujer que yo necesitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora