CAPITULO XII

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ADVERTENCIA.

Este capítulo contiene material que puede ser no apto para muchos, si no te gusta leer a detalle puedes saltarte este episodio y espera el próximo. El no leer este capítulo no hace que pierda la continuación con el siguiente. Gracias!

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Habían aterrizado justo a las 8:50 de la noche en el aeropuerto Simón Bolívar de Caracas. Los dos jóvenes se encontraban contentos porque todo les había salido bien desde que decidieron irse a Venezuela. Armando como se lo prometió a Betty, hablo con su papá. Don Hermes puso el grito en el cielo, pero se tranquilizó diciéndole que Catalina la seguiría acompañando. Tomados de la mano llegaron al hotel, Armando había reservado la mejor suite que tenían disponible, Beatriz no sabía que le tocaría dormir con él.

-Llegamos a la habitación Betty. -Armando estaba atento a lo que diría ella.

-¿Cuál será la mía doctor? -Preguntaba Betty dudosa.

-Esta.

-Ahh... ¿Y... la de usted?

-La misma - Decía Armando seguro.

-Doctor, yo creo que es muy pronto ¿No? - Sentía como se sonrojaba.

-Betty, yo le dije que usted sabrá cuándo será el momento oportuno... además solo tenían esta habitación disponible.

Betty lo veía incrédulo y con cara divertida -Doctor ¿Usted espera que me crea que en todo el hotel está era la única habitación disponle?

-Bueno... no, es que usted ya me está contagiando lo picarón. Entonces reservaré otra habitación para mi Beatriz.

Betty vio cómo Armando pensaba irse a recepción y lo detuvo.

-No doctor, esta habitación es de los dos, o ¿Ya cambio de opinión?

-Con usted jamás ¿Entramos?

La suite era más que espaciosa, tenía un recibidor que conectaba con una sala divina, contaba con una vista espectacular que dejaba ver el valle y la modernidad de la ciudad, el baño era amplio, de color marfil con ducha y bañera. La habitación principal era de ensueño, una cama amplia cubierta por sábanas de seda blanca, la iluminación la acompañaban una lamparas de noche y un gran ventanal que dejaba paso para el balcón.

-Doctor, ¡Esto está precioso, me gusta muchísimo!

-Me alegro -Se acerco a Betty y la abrazo por detrás - Pero, ya no me diga doctor ¿Si?

-Pero...

-Pero nada, quiero escuchar mi nombre salir de su boca, así solito.

-Esta bien... Armando.

-¿Cómo?

Betty ríe, amaba este momento, era mil veces mejor de lo que alguna vez pudo haber soñado - Armando...

Beatriz se volverá para quedar frente a él, le acaricia el rostro como intentado grabar en sus dedos el relieve de su piel, lo toma por las mejillas y le planta un beso tierno, pero Armando necesitaba más, el no es precisamente un hombre de sólo caricias, además sentía que tenía años sin tocar a una mujer. Con Marcela no había vuelto a estar íntimamente mucho antes del rompimiento y con modelos últimamente no le apetecía salir, pero con Beatriz no se podía controlar, había algo de ella que lo embriagaba, no quería parecer desesperado aunque recordó que ha en más de una ocasión le propuso tener intimidad con ella, Calderón tiene razón... ¡Soy un cabezon! pensó, pero no se la podía sacar de la mente, Beatriz era una mujer completamente sensual, pero había algo que también lo detenía... ¿Beatriz será virgen?

Usted es la mujer que yo necesitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora