CAPITULO XXVI

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3 Horas antes

-¿Ahora si me vas a contar que te fue todo eso Marcela? ¿Estas bien?

Nicolas había entrado a la oficina de Marcela, espero a que ella entrara y cerro la puerta. Marcela se adelanto, no podía verlo a los ojos, tenia que ser fuerte, porque sabia que no podía huir más, la verdad estaba próxima a salir y era inminente, de alguna manera lo agradecía, no podía más con su cabeza, pasaba las noches sin poder dormir, esto se le salió de las manos, ni siquiera sabia como es que todo había avanzado, pero sobre todo, no tenia ni idea de como fue que termino enamorándose de Nicolas.

Creía que lo que sentía por Armando era fuerte, pero no, con el pasar de las semanas junto a Nicolas se dio cuenta que lo único que al final sentía por su ex prometido era una obsesión, pensar en él ahora era solo recordar los buenos momentos que tuvieron compartiendo su infancia y adolescencia, al final no podía negarlo, quería a Armando pero como quería a su familia, porque eso es lo que siempre serian, familia. Estando con Nicolas sintió lo que era sentirse una mujer amada, respetada y sensual, porque si, admitía que Nicolas la hacia sentirse verdaderamente mujer y por eso estaba a punto de caer en un colapso mental, porque el hombre que tenia frente a ella la había salvado dentro de esta jugarreta horrible que intento hacer, donde termino perdiendo.

Limpiándose las lagrimas volteo lentamente y lo vio, su cara denotaba preocupación genuina por ella, esta se acerco y lo abrazo con todas las fuerzas que podia, el respondió ese abrazo, reconfortándola, se separo un poco de ella y le dejo un beso casto en los labios, sin saber que era lo que estaba por pasar.

– Nicolas, yo tengo tanto que explicarte – Suspiraba de manera pesada – Siéntate, por favor.

Nicolas tomaba asiento en silencio, no tenia ni idea de lo que iba a suceder.

– ¿Ahora si me vas a explicar de una manera calmada que es lo que sucede, mi amor?

Marcela no podía seguir escuchando que la llamara así, le quemaba el alma, sabia que así seria cuando estuviera en el infierno, porque sabia que eso le esperaba, sabia que no tendría perdón de Dios, y mucho menos de Nicolas.

– De verdad que no entendí nada Marcela, comencé a escuchar murmullos por los pasillos, salí y las secretarias estaban alborotadas, haciendo señales para que entrara presidencia, entre y bueno... el resto lo sabes perfectamente, ¿Me vas a contar?

Marcela tomo un silla, se sentó frente a él, suspiro y comenzó a hablar.

– Primero quiero que sepas algo Nicolas, yo, me enamore profundamente de ti... quiero que tengas muy en claro eso. – Se aclaro la garganta y prosiguió – Los tres años que tuve de relación con Armando fueron muy duros, yo creía que todo este tiempo, pues –Ríe de manera nerviosa mientras Nicolas la miraba de manera serena –  estaba enamorada de él, pero no, claro... al principio de la relación lo amé demasiado, pero con el paso del tiempo me di cuenta que no era realmente lo que esperaba de él. Toda la vida he estado junto a él, al final del día somos como familia, pero conforme se acercaba el final de la relación, tiempo después, me di cuenta que ya no lo amaba, que en realidad era una obsesión mía por no acabar con algo que sentía yo me daba estabilidad, pero solo me estaba acabando, yo sola me hundía, yo sola me humillaba con algo que no merecía... pero, me di cuenta muy tarde Nicolas –Se le comenzaba a cortar la voz – Me di cuenta de todo eso cuando me enamore de ti, porque si, estoy enamorada de ti – Suspira de manera pesada – Pero... yo no te merezco, yo cambie gracias a ti, pero... ¿Acosta de qué?, Nicolas... –Y con una valentía impresionante se decidió a continuar – Cuando me acerque a ti por primera vez no... no era con buenas intensiones, debo de decir que desde el primer momento me cautivaste eso si, pero yo no buscaba eso yo... buscaba usar tu cercanía para poner nervioso a Armando... yo estaba loca de desesperación, no podría resistir la idea de que un compromiso de tanto tiempo se terminara en nada, me importaba más el que dirán de las amistades de la cancelación del matrimonio que en lo que realidad quería para mi... y si, comencé todo como un plan estupido... pero, eso ya no fue así, y no fue así desde el primer día, es que eres increíble Nicolas, eres...

Usted es la mujer que yo necesitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora