CAPITULO V.

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Los dos jóvenes se siguen mirando, así que Beatriz decide romper con el encanto y preguntarle al doctor porque se encontraba allí.

-Disculpeme Betty, no quise interrumpir, ya se que no es para nada horario laboral pero salí a beber algo con Calderón y me dijo que no podría ir al viaje con nosotros, y tiene razón, vea, la empresa no se puede quedar sola, sin ninguno de nosotros tres supervisándola, usted lo sabe mejor que yo, así que Mario se ofreció en quedarse a cargo, me parece que es la mejor opción.

-Pero doctor no hay necesidad de eso, yo me quedo a cargo de la empresa, usted y Don Mario son los más indicados para el viaje, de verdad, no pasa nada, así usted viaja más tranquilo y cómodo con Don Mario.

Betty dijo esto ultimo con un deje de tristeza, ella quiso que no se notara pero Armando la conocida mejor que antes. Armando se sentó en las escaleras que conducían a la entrada de la casa de los Pinzón Solano, Armando la miro divertido y Betty lo acompaño, estaban hombro con hombro, miraban hacia enfrente, pensando y analizando lo que decía cada uno.

-Mire Betty de pronto quizás no es buena idea que usted se quede a cargo de Ecomoda, mire, usted es la persona mejor preparada para eso, incluso más que yo -Armando sonrío melancólico- Pero, recuerde a Marcela, sobre todo a Daniel, cuando sepan que no estoy yo, ni Mario y usted sea la encargada brincaran sobre usted, y -Armando voltea a ver a su asistente-... Yo la tengo que proteger Beatriz.

A Betty esta que el corazón se le sale por la boca, ¡La quiere proteger!, ¡Y de su propia prometida! ¡Tan divino! Armando la mira con ternura, nunca había visto una mirada tan sincera y protectora, su Betty era divina, ¡Tan divina! se dijo. Beatriz bajo la mirada, estaba sonrojada hasta los codos, Armando no alcanzo a verla.

-Esta bien doctor, tiene razón, de pronto es mas peligros que yo me quede sola en la empresa... le veré el lado bueno, así es una preocupación menos para mi papá que no vayan dos hombres conmigo, aunque no se porque se preocupa tanto -Betty ríe- tampoco hay tanto que cuidar -Betty vuelve a reír y Armando se mueve incomodo- Solo que, le dije que Doña Catalina nos acompañaría -Armando la mira sorprendido- No se preocupe Doctor, un día antes o el mismo día le diré que no pudo ir, y ya no tendrá tiempo de decirme que no.

-¿Esta segura Betty?

-Si doctor, déjemelo a mi -Ambos rien.

-Esta bien Betty , confío en usted, no me falle en esto, este puede ser el inicio de la recuperación de ecomoda y necesito a mi mano derecha conmigo -Armando dice esto ultimo y se queda serio, Beatriz lo nota inmediatamente.

-Doctor ¿Esta bien? desde que llego lo noto un poco serio y hasta distraído, usted no es así, ¿Se siente bien?

Armando la mira y le sonríe con melancolía - Tengo muchos problemas con Marcela, no son los de siempre, esto ya esta sobrepasando mi limite, yo se que no soy el mejor hombre del mundo, pero ella esta lejos de ser la mujer perfecta, no soporto mas nuestra relación, Beatriz... yo creo que voy a terminar con Marcela.

Beatriz mentiría si dijera que se sentía triste con esa noticia, tenia que aceptar que una chispa de luz se vio en su camino, pero no debería pensar eso, no, no es correcto, no debería sentirse... ¿Contenta? con ese tipo de noticia. Beatriz se aclaro la garganta.

-Doctor ¿Usted esta seguro?

-Muy seguro Betty , se lo quiero decir antes del viaje.

-Doctor, yo no soy ninguna experta en estos temas, pero, si se que los dos están sufriendo en esto, pero doña Marcela esta muy enamorada de usted y...

Usted es la mujer que yo necesitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora