CAPITLO XXV

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–¿Doctor cómo esta Betty? ¿Esta bien verdad? ¿Verdad?

El doctor ríe de manera simpática y animado – Si señor Mendoza, Beatriz esta bien, la enfermera la esta ayudando a vestirse, pero si es necesario hacer unos exámenes de rutina, nada complejo, con una biométrica hemática descartaremos cualquier cosa, pero solo fue una baja de tensión, me imagino que trabajan mucho, no seria mala idea que se tomaran unas vacaciones.

A Armando le brillaron los ojos ante esa propuesta, pero tendría que ser dentro de unas semanas, después de la colección, pero sobre todo después de que todos supieran oficialmente que el ya tenia dueña, y era nada más y nada menos que su Betty.

– Estoy lista, doctor muchas gracias, la enfermera ya me paso la orden para los exámenes clínicos.

– Muy bien Beatriz, trate de descansar lo mejor que pueda, se lo de su trabajo, así que mínimo le pido sus ocho horas de sueño y que coma sustancioso pero saludable, que unos kilitos arriba tampoco le vendrían nada mal ¿Si?, ya le dije a su novio de un buen remedio, después le platicara... bueno jóvenes, los dejo, tengo una consulta más, cuídense.

– Gracias doctor – contestaba Armando mientras se terminaban de despedir del medico, se acerco a Beatriz para darle un abrazo, de esos donde sabes que estas en los brazos de la persona correcta. – Mi amor, ¿Te sientes mejor?

– Si Armando – Le decía mientras acuñaba su cara entre sus manos – aunque tengo que confesarte que si tenia un poco de miedo en venir y que me dijera otra cosa el doctor...

– ¿Algo como si estuvieras... embarazada? – Armando la miraba curioso y Betty no pudo hacer otra cosa que terminar de esconder su cabeza en el pecho de su novio, Armando rio ante la ternura que le provoco ese gesto – Pero mi amor, si eso hubiese ocurrido no seria para nada una tragedia, seria solo la muestra de nuestro amor, ¿O no?

–Armando... por favor, creo que seria algo... muy lindo – Sonrió mirando hacia la nada, para él ese gesto no paso desapercibido – pero, tu sabes bien que no es para nada el mejor momento para algo así, tenemos tantas cosas pendientes y por resolver, además... siento que tengo que disfrutar más de ti antes de compartirnos con una persona más, ¿No crees?.. ademas no se porque algo de disfrutarte tiene que ver con la recomendación del doctor...

Betty lo miro con una chispa en sus ojos, Armando la miraba con tanta emoción, sentía que aunque el día de hoy había sido un desastre todo poco a poco se iba materializando.

– Eres divina... ¡Divina mi vida!, y si queremos que todo eso se cumpla señorita, incluida la magnífica recomendación del doctor que después sabra que es – La mira de manera picara – nos vamos este mismo momento a su casa. Beatriz, esta noche seremos novios de manera oficial y correcta, ¡Dios mío ayúdanos!

Beatriz aunque se estaba muriendo de los nervios no puedo evitar reír ante el comentario de su novio, y ella también rogaba las mismas plegarias que él.

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– Doctor, ¡Pase por favor!, ¡Julia! Mire quien llego... pase, pase doctor, y usted niña, ¿Porqué no me dijo de que el doctor iba a venir a pasar por acá? ¿Ah?

– Que el doctor iba a venir – Decia Betty corrigiendo a su papá.

–Por eso mija, doctor disculpe la pregunta y no me la tome a mal, para nada, para nosotros que un distinguidisimo empresario de tal envergadura este en esta su casa, pero, ¿Qué lo trae por acá?

Usted es la mujer que yo necesitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora