Estábamos en la sala de práctica y estaba bastante asustado por como me atacaban de manera exagerada.
- Realmente están locas - Dije riendo cuando Jean y Hermione comenzaron a dispararme maldiciones.
- ¡Tu no puedes morir y puedes defenderte, eres el mejor muñeco de pruebas del mundo! - Me gritaron.
- Que molestia - Dije sentándome en el piso - Ya no me defenderé - Dije sonriendo - Si alguna me daña le daré un regalo - Les propuse alegremente haciendo que sus rostros se iluminan exageradamente mucho.
- ¡Bien! - Gritaron.
- Nunca podrá - Murmure emitiendo un poco de magia en forma de barrera.
Cuando los maleficios y maldiciones se acercaban a mi se dispersaron dejando un brillo agradable pese a la intención de dañarme.
Eran...simples, no se complicaba a la hora de atacarme, era pura intención de matar.
Obviamente ellas saben que no me pueden matar, sería una tarea titánica para cualquier humano.
- Débiles - Dije soplando el fuego maldito que se apago al instante.
Podía ver la frustración en sus ojos ante mi defensa total, era algo curioso.
- Bien, ¿Se rinden? - Les pregunté.
- Nunca - Respondieron mientras con calma Jean caminaba hacia la punta opuesta de Hermione.
Es evidente que querían atacarme de dos lados a la vez, parece lógico pero es ineficiente.
Cerré los ojos y puse mis manos en dirección de cada una.
- Lo siento - Susurré emitiendo un poco de mi magia.
De repente sus ataques cesaron.
- Gane - Dije victorioso.
- ¿Que hiciste? - Reclamo saber Hermione mientras agitaba su varita sin resultado.
- Simplemente no me pueden atacar - Dije todavía con las manos apuntando hacia ellas.
- Tu y tus trucos raros - Se quejó Hermione frustrada. Jean maldijo por lo bajo lanzándome su varita y golpeando mi mano al desviarla. No pense que haria eso -
- ¡Hey, te dañe! - Dijo victoriosa al ver mi cara de sorpresa.
- Pero... - Estaba a punto de defenderme antes de que me fulminara con una mirada - Cierto - Dije débilmente.
- ¡No vale! - Reclamo Hermione con las mejillas hinchadas.
- Me daño - Dije alzando la mano para mostrarle la marca de la varita.
- ¿Como te dejó esa marca con una varita? - Preguntó Hermione sorprendida.
- No lo se y no me es relevante - Dije sonriéndole a Jean - ¿Que regalo quieres? - Pregunte tranquilamente.
- Mmmmm, no lo pensé - Dijo sonriendo - Lo dejaré en tus mano - Dijo librándose de la decisión.
- Tsk - Me queje - ¿Inmortalidad? - Propuse vagamente. Es curioso que sea un regalo simple para mi.
- No, en cualquier caso no me dejarías morir - Dijo con total seguridad.
- Tsk, no es divertido si ya saben que no morirán - Me queje. Hace parecer mis regalos simples, aunque la inmortalidad lo era para mi.
- Quiero algo magnífico - Dijo alzando los brazos hacia los lados.
- Ay por dios - Lamente la propuesta mientras pensaba.
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Resurrecion en Harry Potter (Corrección)
Fanfiction-Quien eres tu?- interrogó el joven. - Yo soy Dios - respondió la figura brillante.