Capítulo 10

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Sinceramente, no lo sé

—Blazz, ¿puedes repetir lo último que explicó tu compañera?—preguntó la profesora de música, Blazz bajó la mirada avergonzado porque no había estado prestando atención a su clase.

Miranda, su compañera de puesto, arrastró una pequeña nota en el escritorio.

«Debatimos sobre las bandas actuales

One Direction abrió paso a nuevas boybands»

—Ahh—hizo una pausa—. One Direction abrió el paso a nueva generaciones de boybands.

—¿Por qué?

—¿Porque son guapos?—la profesora lo miró seria—.Y muy talentosos, con un estilo interesante que marcan nuevos pilares.

Su compañera rió bajo y Blazz permaneció mirando a la profesora esperando una aprobación.

Un suspiro de alivio salió de su boca, Miranda rió y luego se acercó un poco a él para que la profesora no los escuchara.

—Me debes una.

—Mmm, deberte a ti es peor a que me castiguen—respondió él. Ella lo miró ofendida.

—Pido el autógrafo de Joanne Jones y estamos a mano.

—Ves—le dijo—.Ya tienes como cinco, uno en cada libro.

—Sólo dos.

—Es más que uno, es suficiente.

Miranda rodó los ojos indignada para luego reírse de la tonta pelea que estaban teniendo. Miranda era una compañera de clases de Blazz, se conocían desde que estaban en la primaria y siempre se habían llevado bien, solían molestarse entre sí pero ella siempre lo ayudaba en sus momentos de distracción en clase cada vez que un profesor se daba cuenta.

No eran los mejores amigos, pero siempre estaban ahí para él otro.

—Pido leer el manuscrito del libro que estás editando.

—No, sólo Otis lo lee.

—Tonto Otis, siempre obtiene lo mejor—mencionó, Blazz rió, sabía que a ella le gustaba su mejor amigo.

—Está lejos pero te aseguro que te escuchó, siempre escucha cuando alguien dice su nombre—ella rió.

—Lo sé—ambos chicos voltearon para ver al mencionado, y este se encontraba mirándolos desde lejos. Alzó una ceja haciendo que rieran.

Ambos regresaron la mirada hacia su profesora y su compañera que hablaba sobre la importancia de las bandas adolescentes. Miranda se acercó a Blazz y susurró en su oído.

—La única banda que me importa es Zeus, y siguen en hiatus.

Blazz rió por su comentario e intentó por el resto de la clase, prestar un poco de atención.

...

—¿Por qué esas ojeras?—preguntó Otis llegando al lado del chico mientras él esperaba afuera del salón de clases—. ¿Volviste a trasnocharte?

—No, bueno sí, un poco—confesó—, pero tengo una razón mega importante para ello.

Otis alzó una ceja sin creerle en nada. Blazz siempre agradecía tener un amigo que se preocupase por él como Otis, eran como familia.

—A ver—mencionó—. ¿Cuál es la razón?

—Vera irá a mi casa este sábado para revisar su manuscrito.

Otis se llevó las manos a la boca sorprendido.

—Qué, oh por dios, no puede ser, esto, es que, wow—balbuceó, Blazz asintió alegre.

—Lo sé—dijo él—, he revisado las correcciones como mil veces para que piense que son perfectas y que no es un ataque a la bella escritura que tiene.

—Esa chica no sabe lo fan que eres, ni se lo imagina—rió el chico. Blazz sonrió apenado, a veces no controlaba su admiración por Vera—. ¿Qué harán ese día?

—Veremos el manuscrito, me dijo que se llevará en un pendrive el libro en digital y se pondrá conmigo a acomodar y revisar ideas—mencionó—. Mis manos tiemblan sólo con pensarlo.

—Qué bobo eres—rió.

—Seguro te comportarías igual si Griffin Arlen te dice para revisar juntos una canción.

—Pero es que Griffin Arlen es el dios señor de todo lo bueno—confesó—, es la base de Kloss.

Blazz rió por el momento fan de su mejor amigo. Otis colocó su brazo alrededor de su cuello y caminó junto a él hasta la entrada de la cafetería. Todas las miradas llegaron a ellos incomodando al chico, Otis sonrió con confianza y saludó a todos para luego soltarse del chico y caminar hasta la barra para buscar sus almuerzos.

—El sábado me tienes que tener enterado de todo—mencionó Otis—, es como una cita.

—Vamos a revisar su historia—dijo intentando restarle importancia.

—Es la cita de tus sueños.

Era algo cierto, Blazz soñaba con conocer a Vera; sin conocer su rostro se había creado miles de escenarios distintos en donde él pudiese confesarle lo mucho que la admiraba. El amor de Blazz por las historias de Vera iba a un nivel diferente que su amor por otras historias, era como si sólo pudiese sentirse en casa cuando leía algo que había escrito ella.

Por lo que sólo la simple idea de tenerla a su lado, leyendo juntos la historia que ella había escrito, escuchando todas las opiniones que él le podría dar, era el sueño más grande que se había imaginado miles de veces pero que no pensó que podía llegar a suceder.

Pilares Del RechazoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora