Capítulo 20

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Para qué negarle a la verdad

Nunca se imaginó todo lo que podía ocurrir en tres meses, de cómo conocer a uno de tus escritores favoritos pudiese cambiar por completo tu manera de sentir, de cómo sin siquiera entender, había tomado la confianza suficiente para poder enseñarle a alguien, una versión única de él mismo.

Desde el primer momento lo supo, Vera sólo le traería un revoltijo de emociones, pero, si lograba llevarlo de buena forma, ese revoltijo podía tomar la forma perfecta para él.

—Blazz, acabo de pasarte los nuevos capítulos. Ayer me quedé hasta tarde escribiendo pero ya siento que estoy en el mejor momento de la historia.

—¿En donde los protas se dan cuenta que esa tensión que existe entre ambos es realmente atracción?

—¡Sí! Estoy maravillada, ya Kairo se ha dado cuenta que realmente le gusta Solar—suspiró la chica, Blazz la miró embelesado por su actitud.

No quería que se notara pero no podía simplemente dejarlo pasar.

—Te entiendo Kairo, conozco esa sensación—murmuró, la chica se le acercó interesada en lo que había comentado.

—¿Te gusta alguien?

—¿Qué? No.

—Acabas de decir que conoces esa sensación, o sea, la sensación de darte cuenta que te gusta alguien, así que debe gustarte alguien.

—Hablaba del pasado, la conozco porque me llegó a pasar—el pasado para él era hace dos días atrás.

—No te creo—le dijo divertida mientras podía observar cómo las mejillas del chico se sonrojaba por los nervios que estaba sintiendo. No lo culpaba, ella lo estaba poniendo en una posición difícil...; a nadie le gustaba revelar sus sentimientos, los hacía sentirse vulnerables.

—De verdad...

—Tranquilo, Blazz, no haré que te sientas incómodo con esto, si no quieres hablarlo, no hay problema,

Esa era la cuestión, Blazz quería hablarlo, sólo que no sentía que tenía la confianza para escuchar lo que pudiese surgir de ello.

—Vera...¿crees que exista la posibilidad de que te guste alguien como yo?

La chica frunció el ceño ante la pregunta, quizás no quería entenderla.

—¿A-a qué te refieres?

—Mejor así, ¿crees que yo podría gustarte?

...

No supo qué responder, así que sólo rió y continuó la conversación como si eso no hubiese sucedido, sin embargo, luego de los minutos se había arrepentido de ello, ¿qué habría pasado si hubiese respondido? ¿Qué hubiese respondido realmente? ¿Le habría dicho que sí o era un rechazo a la idea?

¡Ni siquiera lo sabía!

Por eso se encontraba dudando de sus sentimientos en ese momento.

La idea de gustarle a Blazz había aparecido en algún punto pero estaba tan ocupada con su historia que no lo vio posible, pero la idea de que le gustase el chico...no era algo que se le hubiese pasado.

A pesar de todos los comentarios de Jennel sobre el chico y sobre lo bonito y fácil que podía ser gustar de él, Vera sentía que no tenía tiempo para ello. Estaba en medio de una nueva historia, tenía todos sus sentidos centrados en terminarla y que nada se le escapase que sólo pensar en esa posibilidad hacía que una sensación de asfixia apareciese en ella.

No tenía problema que le gustase Blazz, pero no veía futuro en ellos.

Quizás era la misma fuerza de razón que le hacía pensar de esa manera; él todavía era joven, y estar con una escritora novata que no podía publicar nada de lo que hacía, no era la mejor forma de ser feliz. O eso era lo que el miedo y la inseguridad de ella le hacía pensar.

—Vera, ¿me estás escuchando?

Miró a su mejor amiga y luego negó, para nada la estaba escuchando.

—Tengo la mente en otro lado.

—Lo he notado—bufó ella y luego pudo darse cuenta de que en realidad, tenía la mente en todas partes. Vera era una chica centrada, no era común verla en las nubes—. ¿Qué pasa?

—Blazz me ha preguntado si existe la posibilidad de que me guste él.

—Wow, ese chico tiene agallas—aplaudiò la determinación del muchacho—. ¿Qué le respondiste?

—No le respondí, no supe qué responder.

—Oh, tiene una respuesta ahí—le dijo—. ¿Te sientes confundida?

—No creí que confundida fuese la palabra, pero ahora que lo pienso, quizás sí lo estoy.

—Tienen una relaciòn muy cercana, es normal que empiecen a tener sentimientos por el otro.

Ella no era de mantener relaciones cercanas con todo el mundo, pocos eran los que podían decir que la tenía, por eso para Jennel era una señal que Vera pudiese abrirse fácilmente y mantener confianza con alguien en tan poco tiempo. A las personas a su alrededor, solía costarle un par de años, Blazz lo había logrado en menos de tres meses.

—¿Crees que los tenga?

—Sí te lo estás preguntando es porque pasa.

—No creo que sea así, quizás sólo esté dudando de mí misma.

—¿Sientes que sólo es una duda?

—La verdad es que no sé cómo me siento. ¿Qué debo hacer? Yo escribo novelas de amor, pero soy un asco para el romance en la vida real.

—Debes dejarte llevar, Blazz no es mal chico, no veo lo malo.

—Es menor.

—Es legal y ya casi se gradúa, tiene el futuro como editor asegurado. Además imagínate esa power couple de ustedes; escritor y editor, nadie los para.

Tenía que pensar mucho...o quizás no tenía que pensar nada, sólo hacer lo que sentía que era lo correcto para ella.

No había nada malo en estar con Blazz, pero había algo que se lo impedía de alguna forma. Quizás como ella había dicho, era una escritora de historias de amor, que tenía miedo de estar enamorada.

Al final, por mucho que lo intentara, el corazón y la razón, jamás iban en la misma dirección. 


Pilares Del RechazoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora