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Michael

Ella venía dormida en mis piernas. Estaba recostada en mi pecho después de un día agotador. Bien, no tenía pensado cargarla.

Mucho menos dejaría que durmiera en mi cama de nuevo. Sí eso me hacía regresar al puto sillón paso. Llegamos a casa, Ashton decidió ir a dejar a Maya. Calum la cargó, pero tampoco ofreció su habitación por lo que la dejó en la de Ashton.

Corrí a mi habitación y me acosté en mi jodido territorio. Dios, esta cama era vida. Me quité la ropa quedándome en calzoncillos y me puse bajo las cobijas. Hoy sólo pensaba en dormir un buen rato. Había pasado lo que pudieron haber sido cinco minutos, cuando sentí que la cama se hundía. No me jodas.

- Diganme que es un gato, por favor maúlla -pedí.

-Miau -dijo su voz y después la acompañó una risita.

Abrí un ojo y la vi tapándose con mis cobijas.

Cerré mis ojos y maldecí. 

- Pensé que estabas dormida -dije y jalé la cobija para taparme.

-Me desperté y me di cuenta que no era tu cama -bostezó y sí parecía un gatito.

- Tu lo has dicho MI cama -respondí.

-Es más cómoda y estás tú -tocó mi nariz.

- ¿Qué haces? -fruncí el ceño y le di la espalda-. Regresa a tu sueño.

-Huy, gruñón -se acercó a mí por atrás y me besó la mejilla-. Dulces sueños, perra mía.

- Tu eres la única perra aquí ¿okay? -refunfuñé-. Sigues siendo una zorra aunque intentes parecer una santa

-Sí, ya lo sé -me dijo.

Fruncí el ceño. Lo había aceptado. Ok, esto ya se estaba volviendo muy raro. Me volteé a verla y vi que también me daba la espalda.

- ¿Es todo? -pregunté y ella no contestó-. ¿No vas a responderme algo totalmente fuera de lo común y darme la contraria a todo lo que diga?

-¿Quieres que lo haga? -suspiró-. Estoy un poco cansada -se dio la vuelta para mirarme. Bien, esta zorra era bonita y sus ojos también.

Me golpeé mentalmente. Deja eso.

- ¿Y qué sí quiero que me la mames en este momento? -pregunté.

Ella acercó su cuerpo al mío.

-¿Podemos dejarlo para mañana? Realmente estoy cansada -me miró a los ojos.

- ¿Pretendes que duerma en la misma cama con una mujer semi desnuda sin hacer nada? -pregunté.

-Sólo esta noche -me pidió con ojos de perrito-. Fue un largo día -dijo y luego hizo una media sonrisa. Sí se veía un poco cansada-. Me divertí mucho molestándote cada vez que podía.

- ¿Y pidiéndome un helado de bolitas cada que terminabas uno? -pregunté y ella comenzó a reír. Rodé los ojos-. Sólo... No hagas nada sí ese es tu plan.

-Bien -ella asintió con la cabeza-. Buenas noches, Mikey, descansa -susurró.

- Lo que sea -apagó la lámpara y cerró sus ojos. Tragué saliva. ¿Qué pretende esta puta? ¿Ser amable? Já, eso no me lo demostró los últimos días. Ella comenzó a respirar, su cuerpo se alzaba y después bajaba. Su piel brillaba a la poca luz. Tenía tantas ganas de tocarla y... Ugh. No podía hacer esto. No. Yo... No. Me puse de pie y tomé una almohada para salir del cuarto. No podía dormir en la misma cama que ella. No podía dormir en la misma cama de alguna mujer sin hacer algo antes.

Luces, cámara, acción » m.c.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora