Luces, cámara, acción » m.c.

12

Me miré al espejo con el bikini puesto. Oh si Clarke, te vez bien. Probablemente conquistaría a alguien con esto puesto. 

-Damn, girl, hace calor aquí -dijo Ashton detrás de mí.

-Hola, daddy -lo saludé y él frunció el ceño haciendo cara de asco.

- Odio que me digan así -soltamos una carcajada.

-Lo sé -admití y me encogí de hombros-. Me duele la espalda como la mierda, eso me pasa por ser muy linda.

- ¿Te ayudo? -preguntó abriendo un poco sus brazos y asentí. Èl se acercó a mi-. Por tus brazos así -puso mis puños en mi nuca y me rodeó con sus brazos para tronar mi espalda.

-Fuck sí -gemí, parecía un ronroneo.

- Vaya, vaya -escuchamos la voz de Michael detrás de nosotros.

Aún estaba con los ojos cerrados y me moví un poco para completar el proceso.

-Se sintió bien -suspiré.

- ¿La metida o la cogida? -preguntó Mike irónico.

Reí y negué con la cabeza.

-Todo -abrí los ojos.

- No le extraña, aun sigues siendo una puta -se encogió de hombros.

- Sólo le ayudé con su espalda -dijo Ashton entre risas.

-Idiota -le dije a Michael mirándolo.

- Puta -respondió y rodé los ojos.

Le saqué la lengua y caminé chocando mi hombro con el suyo. Tomé un vestido y me lo puse encima. Era algo veraniego y suelto color rojo, se veía bien con mi piel.

-Nos vemos, girls -les dije.

- ¿Vas a la playa? -preguntó Calum y asentí.

- Oh, hay que ir -dijo Luke.

Fruncí el ceño.

-Los veo allá, entonces. Maya dijo que ya está afuera -le dije mostrando el celular.

- Yo me quedo aquí -dijo Michael mientras se sentaba en el sillón.

-Da igual -dije-. No tengo tantas ganas de verte de todas formas.

Salí de la casa dando un portazo, no sin antes tomar mis cosas. Tomé el primer taxi que encontré y me llevó a la playa. Maya me habían dicho que estaría en el muelle frente a los helados. Al parecer se presentó algo y no podría pasar por mí. La vi con sus lentes de sol y un chico alto y castaño muy atractivo a lo lejos.

Me acerqué a ella y sonrió.

-Hey -saludé.

- ¡Tamara! -brincó y me dio un abrazo-. Lamento dejarte mal, lo siento.

-No te preocupes, fue bueno conocer los taxis de aquí -reí.

-Soy Edward, hermano de Maya -sonrió el alto.

Oh, su hermano. Por un momento pensé que salía con él. 

- En realidad es Eduardo -dijo Maya. Comenzó a reír y él le dio un codazo.

-Eduardo suena más sexy -admití.

Él soltó una risa nerviosa.

- Me dice Maya que no eres de por aquí -mencionó.