Luces, cámara, acción » m.c.

Epílogo

Mierda, esta chica era realmente buena. Miré a la morena tendida sobre mi cama, le di un vistazo a el reloj. Qué lástima. Tendría que despertarla. Le di una nalgada y ella gimió. Abrió los ojos y sonrió.

-Hola, hermoso -besó mi cuello.

Me levanté de la cama y abrí las cortinas dejando que entrara la luz a mi habitación.

- Si, hola -la miré-. Fue un gusto coger contigo, pero en este momento realmente no me sirves de nada, así que sí te puedes ir yendo, mejor.

-Entonces me llamas luego -me guiñó el ojo y la miré mientras que se ponía su putivestido de vuelta.

Había pasado un año aproximadamente desde que ella me dejó y aún dolía como el primer día sin ella. Me senté al costado de la cama y vi las sábanas revueltas. Nada era igual, la casa, los chicos. Calum terminó con Dennize, Ashton tiene problemas con Maya y... Luke, bueno... Difícilmente ve a Bea. En cuanto a mí... Simplemente ninguna mujer me daba lo que yo quería.

Nadie nunca me lo daría.

Después de tomar el desayuno, tomé mi viejo iPhone. Al fin me cambiaría al nuevo, joder. Tendría que descargar todo del último primero. Tendí mi cama y saqué mi computadora. Aún tenía nuestro fondo de pantalla. No podía quitarlo.

Conecté el cable y comencé a sincronizar. Abrí las carpetas y todas las fotos las pasé al álbum de iCloud. Estaba demasiado lleno ya. Tendría que borrar algunas cosas. Humm... Veamos... Santa Mónica, Tamara, ensayos, Tamara, nudes de los putos, Tamara, screenshots, un vídeo. Oh, ¿qué mierda?

Mi iCloud tenía un video que no tenía en mi teléfono o que no había visto. La vi en un camisón rosa apenas en la oscuridad. La luz que la iluminaba era la de la luna. Se veía perfecta.

-Mike -dijo a la cámara-. Amo estar enamorada de ti -sonrió tierna.

-¿Te digo un secreto? -escuché mi voz-. Yo te amo a ti.

-Michael, mierda, enserio te amo tanto -vi que rió y se tiró de espaldas a la cama-. Me vuelves loca, me encanta todo de ti, eres... Mierda, eres tú y estoy jodidamente enamorada de ti y no puedo evitarlo -miró hacia arriba para verme.

¿Qué demonios?

- Clarke, no sé que mierda me pasa cuando estoy contigo -escuché que dije yo-. Me vuelves loco, haría lo que sea para que no te alejes de mi.

Ella reía. Era tan hermosa.

- Me haces mejor persona Clarke -dije-. Me encantas.

-Llámame por mi nombre, me gusta como suena eso -dijo Tamara.

La cámara se acercó más a ella.

- Tamara -dije-. Tamara, Tamara.

Ella comenzó a reír.

- Tamara, ¡Tamara! -grité y se ahogó en su risa. Su hermosa sonrisa hacía que se me fuera el aire.

-¡Ya! ¡Ya entendí! -siguió sonriendo. Parece que me acosté a su lado porque la cámara se movió.

Estábamos increíblemente borrachos, no jodas.

-Te amo, te amo tanto -sonrió con su sonrisa borracha-. Te amo, Mikey. No... No pretendía que sucediera pero no pude hacer nada para evitarlo.

- Se mía -vi que besé sus labios-. Oh Tamara Clarke, se mía -la besé nuevamente.

-Ya soy tuya, Mike -me dijo-. Sólo tuya y de nadie más.