Luces, cámara, acción » m.c.

13

Michael

Desperté gracias al ruido de la aspiradora. ¿Qué mierda? Me levanté y vi a ella aspirando la alfombra de la mesa de centro.

- Apaga esa mierda -dije.

Ella me ignoró y siguió aspirando. No parecía muy habladora desde ayer que la hice llorar enfrente del chico Barbie.

- Puta madre apágala -ella la pasó por mis pies y fruncí el ceño. Me puse de pie y la desconecté-. ¿Acaso no escuchas zorrita?

Ella ni siquiera me miró para volver a enchufarla.

- ¿Tienes un pene en la boca? -pregunté-. ¿Por qué no hablas?

Tamara al fin me miró. Su mirada parecía que me quería ahorcar o clavar millones de espadas. Damn. Siguió aspirando.

- Ugh, cómo quieras Clarke -caminé al baño. Estúpida puta sentimental.

Entré al baño para escuchar cómo apagaba la aspiradora. Estúpida zorrita. Me la iba a tirar tan duro como jamás lo he hecho. Me metí a bañar y no tardé mucho cuando ya estaba en mi cuarto cambiándome. Ella entró en la habitación mientras que me cambiaba. Caminó hacia uno de los cajones y se estuvo ahí un rato.

- ¿Qué haces? -pregunté y ella no respondió. Iba a colmar mi paciencia.

Sacó lo que pareció ser un arma a primera vista y me hice para atrás, pero luego vi que era de ¿pintura? ¿qué demonios? ¿por qué mantenía esa en el cajón? 

-Voy a salir -dijo apenas.

- ¿Con Ken? -pregunté irónico.

-De hecho así es. Me enseñará a jugar Paintball -admitió sin mirarme. Levantó la vista.

- ¿Paintball? -asintió-. No puedes ir.

-No recuerdo haberte pedido permiso -se puso algo en los labios y camino fuera de la habitación.

- Estas dentro de mi casa, no puedes ir -respondí.

-Él me gusta, Michael y él me está aceptando así -me dijo.

- No puedo dejar que juegues Paintball -refunfuñé-. Esas mierdas te dejan moretones y la próxima semana hacemos el video.

-Me importa una mierda tu video -admitió.

Comencé a reír.

- Te importa una mierda mi video, tanto que te quitaste la ropa y comenzaste a tocarte para ganar.

-Hasta yo estoy sorprendida -confesó-. No tenía ni idea del video, sinceramente creí que sería divertido ya después, pero ahora veo que nope -se encogió de hombros y tomó su bolsa al llegar a la puerta.

- Hey Clarke -me miró-. Usa condón -comencé a reír y ella me levantó el dedo medio.

Y luego lo metió a su boca. Perra. Cerró la puerta detrás de ella. Esta putita estaba sentida, seguro esperaba una disculpa de mi parte o que me humillara. Esperen, ah es lo mismo.

Es decir, la había hecho llorar y eso, pero ya se había arreglado todo con el hermano de Barbie, ¿no? ¿Por qué seguía enojada?

Quizá porque no cogimos ayer... ¿Y sí se puso celosa de la mesera del restaurante? Bueno, eso sería muy obvio. O sea, nos tiró agua. Definitivamente estaba celosa. ¿Y yo lo estaba? Definitivamente no. No estaba celoso de Ken. No, claro que no.