Luces, cámara, acción » m.c.

25

Carraspeé un poco mi garganta y puse mi mano sobre la de ella para detenerla.

- Quiero trabajar con ustedes jóvenes -dijo al fin y sonreí.

- Sería un gran honor señor -dijo Ashton.

No paraba de sonreír, pero tuve que bajar la mirada hacia mi entrepierna para ver cómo acariciaba mi pantalón

Puta zorra de mierda. No puede hacer eso aquí, no ahora. Me giré a verla.

- Para -susurré.

Me miró con una sonrisa perversa en sus labios y me guiñó el ojo para subir un poco su mano. Creí que iba a parar, pero entonces me desfajó un poco para meter su mano por mi bóxer.

Contuve mi respiración por un momento. Hija de su puta madre.

- Estuve investigándolos, no quiero que mi compañía disquera tenga a ciertos... Adefesios -dijo.

Contuve el aire mientras que ella me tocaba y acariciaba tan... bien.

- Oh no, no -empezó Ashton-. No lo somos. Podemos llegar a ser un poco... Pesados, pero adoramos nuestro trabajo, de verdad.

-Es como ganar dinero de lo que más amas hacer -dijo Luke.

Ella lo hacía tan lento y... Oh mierda. Comencé a sudar, esta perra me las va a pagar.

- ¿Qué pasó con su viejo productor? -preguntó la rubia y ellos me miraron. Tamara paró paro la punta la acariciaba con su pulgar. Mierda, oh Dios. Tomé la copa y llené de líquido mi boca.

Tosí un poco tratando de no ahogarme.

- Teníamos... - tragué saliva-. Diferencias -solté aire.

- ¿Te sientes bien? -me preguntó Bea y asentí.

- Hace calor, wu -dije echándome aire con las manos

¿Cómo es que lo hacía sin que nadie se diera cuenta? Ella lo disimulaba tan bien que... Dios, sus tetas. Ugh. Quería follarla desesperadamente. Quería tenerla sobre mí, azotar su trasero hasta dejarlo rojo y morder sus pequeños pezones hasta hincharlos. Mierda, no podía venirme aquí.

No puedo ser tan caliente, no, respira, Michael.

-Estamos escribiendo más canciones -dijo Luke.

- ¿Ah si? -preguntó Kennedy-. ¿Sobre qué?

-La vida -dijo Calum-. Nuestras canciones suelen ser sobre cosas que nos han pasado, como la que Mike y yo escribimos, ¡oh! y Luke trabaja en un proyecto sorpresa.

- ¿Sorpresa? -preguntó-. Muero por conocerla.

- Y yo -dije pero sonó más como un gemido. Tamara comenzó a reír en voz baja.

-Todos queremos oírla -dijo la zorrita y me miró-. De hecho Michael es el que parece más emocionado -todos me miraron.

Hija de su reputísima madre.

Me limité a decir algo. Sólo asentí y puse mi mano sobre mi frente.

-Tranquilo -me susurró en el oído.

- Cállate -dije y tomé su mano para quitarla de mi miembro. Acomodé mi pantalón-. Sí me disculpan, tengo que hablar con mi gran amiga -dije sarcástico las últimas dos palabras. Me puse de pie y miré a Tamara. Ella sonrió un poco y se levantó. Vi que Bea le daba una seña aprobatoria y ella continuó caminando hacia mí.

Salimos de la casa hasta escondernos entre el jardín.

- ¿Qué putas te sucede? -la miré-. ¡¿Qué pasa por tu cabeza?!