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Michael

Esta puta estaba buenísima, en cuanto la vi supe que tenía que estar entre mis piernas. Tenía las mejores tetas del mundo. Tenía entre mis dientes sus pezones, ella gemía. Escuché pasos arriba y miré a Calum y Luke entrar al cuarto con ella. Gruñí un poco a mis adentros.

¿Y si ella cogía con ellos? Oh, mierda, no podía permitir eso. Me separé de la chica tetas y fruncí el ceño.

- ¿Qué pasa Mikey? -preguntó la rubia y la miré-. Cambio de planes, vamos arriba.

Subimos escaleras arriba y abrí la puerta. Ellos estaban sentados en la cama con ella y reían con ganas.

- Afuera, ella es mía -apunté a la zorra y arqueó una ceja. Ellos entendieron a la primera y la puerta se cerró detrás de mí-. Siéntate -le dije a la tetona.

Me di la vuelta para cerrar la puerta con llave y las chicas se estaban besando. Santa gloria.

Sentí que mi erección casi llegaba al cielo. Me recargué en la puerta y la zorrita puso una mano en el seno de la rubia. Malditas putas.

Ella abrió los ojos aún con sus labios en los de la tetona y me guiñó un ojo. Nunca había estado tan caliente en mi vida. La zorrita era buena acariciando a la otra puta.

Podía notar sus lenguas sobresalir y la rubia le quitó la blusa. Oh Dios, esta iba a ser una noche buena. Era como una puta porno con mi zorrita y otra chica. Todo en vivo. Para mí.

No tardaron mucho en estar completamente desvestidas. Ahí fue cuando empezaron a tocarse de verdad. La puta era buena, le metía mano a la zorra y la zorra hizo lo mismo. No me podían sorprender más. Me quité mi pantalón junto con mi ropa interior. Fue cómo sí mi pene hubiera enviado una señal a ellas al mismo tiempo gatearan hacia mí.

Se lo compartieron entre las dos. Los labios de mi zorrita eran tibios, como me gustaban y la lengua de la tetona era como una serpiente. Cada una estaba a un lado, sus lenguas se tocaban a veces y llenaban sus bocas con mis bolas. Si Clifford, te has ganado la lotería.

Me acosé en la cama y la arriba se sentó en mi verga dándome la espalda. Jalé la pierna de la zorrita y acerqué su entrepierna a mi boca.

La tetona empezó a moverse arriba de mí. Oh mierda, se sentía tan bien. Acomodé con mis manos su piernas sobre mí y pude sentir su humedad sobre mi nariz. Este sería un manjar de los Dioses. La acaricié con la lengua y vi cómo ella se tensaba bajo mi tacto. Nunca había besado su entrepierna y sabía a la puta gloria. Metí mi lengua lo más que pude y mordí un poco, ella gimió. Puta madre, la tetona estaba sacando la mierda de mi.

-Hijo de puta -dijo mi zorrita mientras gemía.

- Mmm, Clifford -gritó la tetona. Y le di una palmada en el trasero.

Tenía a dos chicas gimiendo por mí. Parecía que había hecho algún tipo de pacto con el diablo.

Quité las piernas de la zorrita de mi rostro y cambiaron de lugar. La zorra de puso arriba de mí y la otra puta a mi costado. Acerqué mi mano a su feminidad y comencé a frotar mis dedos mientras penetraba a la morena.

Entonces sentí la puta gloria en mi miembro. Estúpidas putas. Estaba tan excitado, que no pude evitar explotar dentro de mi zorrita y ella también se descontroló y jadeó.

Ella salió de este y se puso a lamerlo. Le di una nalgada a la puta para que de uniera. Ambas comenzaron a hacerlo suyo de nuevo. 

- Sabes tan bien Clifford -dijo la rubia y sostuve el cabello de ambas.

Luces, cámara, acción » m.c.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora