Luces, cámara, acción » m.c.

22

Michael

Abrí mis ojos y lo primero que pude ver fue a Tamara con su saliva de fuera. Reí a mis adentros y negué. Por un momento había olvidado lo que era dormir en un colchón.

Se veía tan tierna. Acerqué mi mano hacia un cajón y tomé un plumón Sharpie. Le dibujé un pene y "i love MC's dick"

Le tomé un par de fotos con mi teléfono y comencé a reír. Me quedé ahí acostado mirando Twitter. Definitivamente eran groseros con ella, decían cosas horribles.

Decidí escribir un post.

"@Michael5sos Métanse en sus asuntos mientras yo me meto en los míos #disappointed"

Está bien, odiaba ver a chicas llorar y eso implicaba que odiaba ver a Tamara llorar. Y más porque indirectamente era mi culpa. Más o menos.  Vi que ella se despertaba y simulé mirarme al espejo.

Escuché un suspiro de su parte.

-Buenos días -me dijo.

- Hola -dije e intenté aguantarme la risa.

-Gracias por quedarte conmigo esta noche -sonrió.

- Sólo quería dormir en mi cama -confesé.

-Sí -dijo no muy convencida.

- Bueno pues... Ahí nos vemos -salí del cuarto y bajé para comer algo. A los segundos escuché un grito y solté una carcajada.

Me iba a matar.

-¡Michael Fucking Clifford! -exclamó y escuché la puerta del baño cerrarse.

- Suerte con el Sharpie -grité-. Dicen que es permanente.

-¡Te detesto! -gritó. Fue como música para mis oídos.

Solté una carcajada y negué. Esperé unos minutos, ella no salía del baño.

-Ya no soy Michael Girl desde el día de hoy -bufó y sonreí.

Ella salió y tenía su mejilla roja y aún se veía el plumón.

- ¿Es un nuevo maquillaje? -pregunté.

-Te detesto -admitió.

- Oh que amable, gracias por ofrecerte a hacer el desayuno -respondí.

-Jamás -dijo enojada.

- A eso me refiero -le guiñé el ojo y ella cruzó sus brazos.

Rodó los ojos y corrió al baño de nuevo.

-Creí que oficialmente nos habíamos hecho amigos -dijo desde el baño.

- Y así es -confesé-. ¿Acaso no hacen eso los amigos?

-Pues sí, pero éramos amigos de los buenos -dijo. Reí y mordí mi labio.

- Y lo somos Clarke -confesé. Ella miró no muy convencida-. Tranqui.

Se talló la cara con jabón y agua para después tallarse con una toalla. Ya se le estaba quitando.

-Recuérdame quitar los Sharpies de tu cajón cuando durmamos juntos -dijo.

- Tengo por toda la casa -confesé y ella rodó los ojos.

-Me voy a vengar si lo vuelves a hacer de nuevo -frunció el ceño.

- Sólo era una broma zorrita -respondí.

-Okay, te perdono porque ya se me quitó -sonrió.

- Nenita -dije por lo bajo y ella brincó sobre el sofá para caer arriba de mí.