YOMEGA. Destinada a ser suya (omegaverse)

Elección?

Erika abrió los ojos lentamente. Sus párpados se sentían pesados al igual que todo su cuerpo Intuitivamente se llevó la mano a su barriga preocupada de que las cachorritas que se formaban allí les hubiera ocurrido algo. Para su alivio su barriga estaba intacta y no dolía. Eso era bueno pero ¿Qué había pasado?

...

Ahora recordaba.

El empujón, la caída el miedo y...y...unos brazos a su alrededor que la envolvían protectoramente. Y allí estaba ella vacilando nuevamente cuando se suponía que debía retroceder. ¿Por qué la sombra de Zacarias la perseguía? Al parecer no había sido una buena idea haberlo llamado. Nunca esperó nada de él, pero el alfa parecía muy empeñado en estar a su lado

Entonces...

¿Por qué había estado con aquella omega?

Apretando sus labios e intentando calmarse comenzó a enderezarse en la cama encontrando que su mano estaba siendo agarrada con los dedos entrelazados. Una cabellera rubia descansaba sobre el costado de la cama. El rostro de Zacarias se notaba cansado y con ojeras mientras parecía dormir profundamente.

Erika se quedó quieta y sentó lentamente recargando su espalda hacia atrás para no despertarlo. Imbécil ella, aun pensaba en él cuando le seguía haciendo daño. Definitivamente tendría que tomar alguna terapia para mejorar con su autoestima y amor propio porque se estaba volviendo masoquista en eso del amor.

-¿Está despierta?- la voz suave de una enfermera irrumpió en la habitación.

Ella giró la cabeza y la repasó de arriba abajo antes de asentir ligeramente. Ella le sonrió y se acercó.

-¿Le duele en algún lado?-

Erika negó con la cabeza.

-Eso es bueno. En sus exámenes de esta mañana todo salió bien por lo que se esperaba que despertara hoy en algún momento. Gracias a eso su alfa por fin pudo descansar- el rostro de Erika se torció en una extraña expresión y la enfermera se apresuró a explicarle- Verá, tuvo un ligero intento de aborto debido al estrés acumulado en su cuerpo debido a su condición delicada. Usted trae gemelos y no es algo muy común en los embarazos de alfas y omegas. Además al no estar marcada todavía no está influenciada directamente por las feromonas de su pareja ocasionando una recarga en su organismo. Pero puedo decirle que ya todo está bien. Su cuerpo fue influenciado estos tres últimos días con las feromonas de su pareja y eso reguló muchos patrones de su embarazo-

Erika estaba lo suficientemente aturdida como para entender todo el lenguaje que usaba la mujer pero si captó perfectamente que había tenido casi un aborto y fueron las feromonas de Zacarias las que habían regulado su cuerpo. Como ocurría antes.

-¿Estuve aquí tres días?- murmuró en voz baja para no despertar al alfa.

-Sí, y su pareja no se separó de su lado ni durmió en todo ese tiempo. Solo cuando le dijimos que estaba en una condición estable se dejó convencer por el doctor de dormir o tendríamos a dos pacientes ahora- la sonrisa de la enfermera era amable, no como las típicas sonrisas de superioridad que acostumbraban a tener todas las mujeres con quien se revolcaba Zacarias.

Ella bajó la mirada y aunque en su interior se sintió feliz por la atención que le daba aun no podía quitarse de la cabeza lo de la noche anterior.

-Él...no es mi pareja-

-¿Disculpa?- la enfermera no pareció comprender bien.

-Él no es mi pareja- Erika alzó la vista hacia la mujer con rostro serio- Él solo es...-

-Soy el padre de sus hijas y su futuro esposo- la voz de Zacarias salió grave mientras se enderezaba lentamente ahora despierto y bostezaba. Alarmó a las dos mujeres que se tensaron por la sorpresa- ¿O acaso me equivoco?