Piscina

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Silver se dejó caer lentamente sobre el miembro de su alfa. Como siempre este era grande y le costaba un poco al principio aunque la resistencia solo duraba unos segundos acoplándose a la perfección. Era una locura lo que estaban haciendo. Tener sexo en medio de aquella casa, pero ella sabía que Falcon necesitaba recalcar su posesividad sobre ella.

No se lo había exigido pero por lo que había estudiado sobre los alfas, esto era parte del instinto. Y ella no se lo negaría. Nunca había visto a su pareja tan fuera de sí, ni siquiera el baño lo había ayudado a relajarse. Todo lo contrario, estaba aún más alerta, hasta había cerrado la puerta con llave. Parecía paranoico, pero solo lo hacía para protegerla y eso conmovió a Silver.

Al final lo había atraído a la cama y abrazado hasta que el comenzó a morder su cuello dejando marcas bien visibles sobre su piel. Poco a poco y como había aprendido dejó salir sus feromonas lentamente, no quería que él perdiera el poco control que le quedaba y eso lo incitó aún más. Ahora estaba sentada sobre su regazo mientras él chupaba con ansias uno de su pezones.

Las grandes manos de él amasaban sus nalgas aumentando la estimulación del miembro en su interior. Silver gimió enterrando sus uñas en los hombros de su pareja. Falcon siempre era amable cada vez que hacían el amor. Se tomaba su tiempo en estimularla y tocarla hasta hacerle perder la cordura pero hoy no. Era como si su instinto fuera el que mandaba.

No era agresivo como cuando estaba en celo, pero no era tierno como siempre. Silver no le puso trabas. Sabía que no le haría daño, solo necesitaba sentirse seguro de que ella era de él.

Besó la cabeza de su alfa. Nunca pensó sentirse tan de alguien. Era increíble como toda la perspectiva de su vida había cambiado desde que lo había conocido. Como su mundo dio un giro de 180 grados, uno de que no se arrepentía.

Las caderas de Falcon se impulsaron hacia arriba mientras él la empujaba hacia abajo sosteniendo su cintura entre sus manos. Silver soltó un agudo gemido ante la sobre estimulación de la profunda y poderosa penetración. Tembló en los brazos del alfa que siguió moviéndose constantemente y de manera firme.

La omega echó la cabeza hacia atrás, momento que aprovechó el alfa para lamer su cuello de arriba abajo raspando la piel con la punta de sus colmillos y allí en la curva del hombro los enterró.

Silver se apretó alrededor de su pene ante la ola de placer unido con dolor que la recorrió. Los brazos de Falcon la abrazaron fuerte contra él mientras su cadera arremetía en su interior. Y antes de darse cuenta estaba debajo de él. El alfa buscó sus labios y los besó, chupó y mordió. Parecía un cachorro pidiendo por más, y a la vez marcando territorio de lo que era suyo.

Silver acunó sus mejillas entre sus manos y enfocó los brillantes ojos de su alfa. Su parte salvaje estaba rayando pero aun así no tuvo miedo. Se entregó al demoledor placer que le propinaba.

La habitación se llenó tanto de feromonas como de gemidos. El olor de la sangre saliendo de la herida del cuello de la omega era fuerte aunque el líquido no recorría mucho camino antes de llegar a la lengua del hombro.

Un gemido grave salió de la garganta de ambos antes de que el calor abrazador los envolviera y el nudo se creara ante el aterrador orgasmo, que los unió ambos. Falcon besó a su pareja cariñosamente mientras se acomodaba para no recargar todo su peso sobre ella. Sus hombros comenzaban a relajarse y había una expresión de tranquilidad a pesar de haber terminado de tener sexo.

Silver besó su mejilla mientras lo abrazaba dejando que él recostara su cabeza en su pecho. Los alfas eran criaturas difíciles de comprender y a la vez tan fácil.

***

El sol naciente calentaba el interior de la mansión. Silver cerró la puerta de la habitación después de cubrir con la colcha a Falcon que todavía dormitaba. Se había removido cuando ella se levantó pero después de unas cuantas caricias en su cabeza volvió a tranquilizarse.

-Shhh, voy a salir un momento, tengo cosas que hacer-

Y efectivamente. Ella sería ahora una omega y había calmado las aguas pero de que estaba cabrona por lo que le habían hecho, lo estaba. Y más ahora que las heridas se estaban cerrando en su boca. Había zonas internas que estaban algo hinchas y eso que Falcon había tenido cuidado cuando la besaba.

Como que tendría que poner algunos puntos sobre las íes. Y al parecer el destino estaba de su lado.

-Te encontré- sonrió cunado se dio cuenta por uno de los grandes ventanales de la mansión que daba a la gran piscina del patio lateral, que la persona que buscaba estaba ahí.

Silver caminó de forma firme hacia allí. Los criados la miraban extrañados porque además de que era una invitada era una omega. Aunque lo que más llamaba la atención era su porte. Su vida no había sido la más lujosa pero por su cargo y los viajes había confeccionado un armario lo bastante distinguido y ahora más que su pareja insistía en vestirla con lo mejor. Por lo que su vestido negro, con un corte sencillo y ceñido, a la mitad de los muslos y los zapatos de aguja también negros hacía que pareciera una mujer del mismo nivel que la dueña de aquella casa.

Y tampoco había que dejar de lado la pronunciada herida de su cuello hecha en la noche y la que estaba adornando su nuca, bien visibles por su corto cabello.

Bajó las escaleras hasta el apto, le tomó algo de tiempo llegar pues aquella cas era inmensa pero no mostró el dolor el menor cansancio cuando se detuvo a unos metros de Ofelia la cual se impresionó cuando notó su presencia. Y no ocultó el desprecio en su rostro sobre todo cuando recorrió las marcas en la omega y reconocer el olor posesivo de su hijo que la bañaba. Silver en cambio sonrió levemente, aunque sus ojos estaban oscurecidos.

-Realmente me pregunto que hice para que me trate de esa forma- habló pausadamente.

Ofelia bufó cruzando sus brazos delante de su pecho.

-Acaso tengo que decirlo- entrecerró los ojos- Mira nada más, ni siquiera das los buenos días-

Silver alzó una ceja.

-No creo que alguien que pone vidrio en la comida de los demás sin pensar en las consecuencias tenga derecho a mis buenos días, sobre todo cuando no lo son- el tono de la omega cambió a más seco.

Ofelia frunció el ceño.

-Voy a ser clara, tú no tienes el mismo nivel que mi cachorro. Falcon merece algo mejor, alguien de una familia distinguida que le dé más reconocimiento del que tiene. Hasta su padre casi si escandaliza cuando te vio. Dulse era la mejor opción, pero tenías que aparecer tú y arruinarle la vida-

Mientras la omega parloteaba Silver se revisó la manicuri. Solo escuchaba bla, bla, bla después de la palabra cachorro, ya con eso se lo decía todo. Espero que terminara de hablar para hacerlo ella.

-Me gustaría dejar tres cosas bien claras- Silver la encaró sin temerle, aquella mujer al parecer estaba acostumbrada a tratar a los demás como le venía en gana- Primero, acaso no ha visto a su hijo, Falcon no es un cachorro y menos de los que necesite su resguardo para vivir. Es un alfa independiente y seguro de sí mismo, sino no me hubiera conquistado, bastante que insistió- alzó la mano cuando la otra omega quiso interrumpirla- Segundo, si, no nací en una llena de lujos pero estoy orgullosa de lo que he logrado por mis medios yo sola, al menos eso tiene más valor que ser alguien que tiene miles de limitantes y tiene que vivir bajo las apariencias de los demás. Y tercero y lo más importante, su hijo me marcó, soy su omega y sobre todo su pareja destinada y lucharé con uñas y dientes para defender lo que me pertenecer y Falcon es mío-

-Tú- el rostro de Ofelia estaba completamente rojo de la rabia. Silver ni se inmutó.

-Y otra cosa y no menos importante. A pesar de que usted me odie con todo su ser como acaba de demostrar, al menos de mi parte no tengo intenciones de que Falcon rompa relaciones con su familia. Prueba de ello es que todavía estamos aquí cuando él quería irse ayer mismo, si lo hubiera hech9o estoy segura de que le costaría volver a restaurar relaciones con su hijo. Se bien el dolor de tener una familia...disfuncional, no deseo que él pase por lo mismo-

Vio a Ofelia abrir la boca para volverla a cerrar.

-Eso es todo lo que quería decirle. Ahora me retiraré, Falcon debe estar por despertar. Ayer me tomó mucho calmarlo y de seguro quiere que partamos cuanto antes- Silver dio media vuelta y comenzó a alejarse.

Pero Ofelia no iba a dejar las cosas así. Segundos después la superficie tranquila del agua de la piscina se rompió salpicando a todos lados cuando un cuerpo se precipitó hacia el interior. 

YOMEGA. Destinada a ser suya (omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora