-Estas bromeando conmigo ¿verdad?- por primera vez en su vida Zacarias sintió el sabor del pánico en su boca.
Ella negó con la cabeza gacha. Todo su cabello rojizo caía en una cascada rizada cubriendo totalmente su rostro.
-Quieres que acaso quede como el imbécil ahora. Bloqueé a todos los contactos con los que tuve relación, te traje a este maldito viaje y lo único que quería pedirte es que fueras mi enlace y ahora me sales con esa- no pudo regular su tono de voz ni feromonas que hicieron temblar a la omega.
Pero no fue eso lo que la hizo temblar aún más. Fue la declaración de Zacarias. Sus ojos se llenaron de lágrima y apretó tanto la mano en su brazo que enterró sus uñas. El celular cayó de sus dedos rebotando en la alfombra en el suelo.
-Dime Erika, ¿por qué demonios tenemos que dejar de vernos? Sé que no te soy indiferente. Tenemos buena química, nuestros cuerpos son compatibles y podemos tener una relación que pase más allá de lo sexual. ¿Por qué rayos me dices que terminemos con todo?-
El alfa caminaba por todo el cuarto como un tigre enjaulado. Las feromonas de él casi la asfixiaban pero ella no dijo nada. Aún si sus piernas querían doblarse.
-Dime- exigió otra vez. Aun no podía creer que ella lo estuviera rechazando así sin más.
Estaba seguro que ella estaría de acuerdo con enlazarse con él. Habían estado más tiempo dentro de la cama teniendo sexo que caminando por ahí o haciendo cualquier cosa. Y a ninguno de los dos le había incomodado eso.
Le había costado mucho darse cuenta de sus sentimientos, estos días habían ayudado a mirar las cosas desde otro punto de vista, y tomar la decisión definitiva solo para ser botado así sin más. Con que así era como se sentía el rechazo.
Realmente dolía como una perra.
-¿Es porque no soy el alfa apropiado? ¿Es porque no tengo suficiente dinero?- hablaba por a hablar solo porque su lengua necesitaba moverse y soltar la frustración que obtenía para no romper nada de la habitación- ¿Es porque el sexo no te satisface? ¿Porque no te gusto? ¿Por qué?- se llevó las manos a su cabeza donde esta palpitaba.
-Encontré mi destinado- dijo ella interrumpiéndolo.
La atmósfera de pronto se enfrió dentro de aquellas paredes y las feromonas de Zacarias se esfumaron.
Erika alzó levemente la vista y vio el rostro del alfa. Su pecho dolió. Que era aquello que reflejaba ¿Dolor, decepción, angustia?
-Es una broma, y una de mal gusto, por cierto- se carcajeó nervioso- Nunca hablaste de eso antes-
Erika tragó en seco. La persona que tenía delante no era para nada el alfa siempre controlado de siempre que parecía que nada le importaba. Eso a ponía nerviosa. Sabía bien que no le pondría un dedo encima, pero en su estado no estaba tan segura. Aun así prosiguió.
-Recuerdas el olor a alfa que tenía antes, pues era de él. Vino a buscarme antes de irme de viaje contigo- las palabras fluían de su boca poco a poco sacando cada pedazo de su alma.
-¿Y entonces porque demonios aceptaste venir conmigo si ya lo tenáis a él. Acaso me vez como que tengo que recoger limosnas de otro alfa- se pasó las manos por el rostro y se dejó caer en la cama totalmente frustrado. Apretaba su cabello con fuerza.
-Yo...yo no le creía al principio. No puedo sentir las feromonas al igual que SIlver como cuando no podía saber que Falcon era su pareja- su voz era temblorosa, sus manos estrujaban la parte de delante de su ropa- Pero los recuerdos de mis lagunas mentales han estado volviendo poco a poco mientras estaba aquí-
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YOMEGA. Destinada a ser suya (omegaverse)
RomanceÉl es un alfa y afirma que ella es su pareja destinada. Pero hay dos problemas. Primero: él esta comprometido Segundo: Ella es una beta. O eso le han hecho creer toda su vida.