Venda?

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Falcon cerró la puerta de su cuarto y pudo jurar que estaba temblando, de pies a cabeza. Apoyó la espalda hacia atrás y cerró por un momento los ojos dejándose embriagar por las deliciosas y fuertes feromonas. Esas que eran las feromonas de un omega en celo, su omega.

Se relamió los labios en consecuencia. Ya comenzaba a reaccionar y la erección en sus pantalones era la evidencia de aquello. Siempre se decía que los omegas eran los más débiles y Falcon nunca había estado de acuerdo con eso, después de todo, ningún alfa podría resistirse a un olor tan plácido como aquel. Entonces quién era el más débil

Tampoco ayudaba la imagen delante de él. Silver estaba sentada con algo de trabajo sobre la cama con las manos agarradas en su regazo con fuerza. Su cabeza también baja y su cabello cubriéndole el rostro. Sus hombros subían y bajaban con la rápida respiración, dando a entender que su celo estaba llegando a un momento crucial.

Y por dios, la ropa que llevaba. Falcon se mordió el labio inferior. Era uno de esos juegos de dormir de ropa interior de encaje con un pequeño roponcito de tul encima que mostraba más de que ocultaba. Siempre había querido ver a su pareja en ese tipo de prensa, incluso había pasado por su mente comprar uno aunque no se atrevía pues cría que sería rechazado, pero quizás no. Ya destinaría una parte de su fortuna a comprar prendas de ese tío pues sabía que con su deseo no durarían en perfecto estado más allá de una noche.

Comenzó a caminar lentamente hacia la cama quitándose la camisa mojada y dejándola que se desplazara  por sus hombros hasta caer con un sonido sordo sobre el suelo. Liberó un poco de sus feromonas, no tan fuerte, quería que se mezclaran con las de su omega. En consecuencia ella tembló un poco cuando envolvieron su cuerpo y alzó la cabeza con los labios entreabiertos transpirando.

Su cuerpo debía estar sufriendo realmente por el fuerte deseo sexual y ahora que había detectado a su alfa sería peor, aunque no tanto como debía ser. Sus feromonas todavía eran bastante débiles en comparación con un celo real, eso significaba que su cuerpo todavía no se había mejorado del todo. Al menos ella tendría un poco de conciencia todavía. Eso le gustó, no quería que ella se entregara completamente a él solo por el deseo. Quería que lo aceptara como su pareja en todos los sentidos y que no le tuviera miedo.

Falcon se quedó quieto por un momento con lo nuevo que había descubierto, deteniendo el movimiento de sus manos sobre el broche de su prenda inferior. Una venda estaba alrededor de los ojos de su omega. Su ceño se frunció y se acercó. Sus dedos tocaren ligeramente su sien acariciando el borde de la tela. La cabeza de Silver se inclinó ante su tacto. Las mejillas de ella estaban sumamente rojas, así como parte de su cuello y el inicio del valle de sus senos haciendo que se viera aún más sexy.

Y esos labios hinchados eran toda una invitación.

Obviando el tema de la cinta, de lo cual tuvo una idea de porque era y no comentaría nada, se dignó a inclinarse. Sus labios rozaron suavemente los de su omega ante de hablar sobre ellos con voz grave y un poco sofocada. Las feromonas comenzaban a nublar su juicio.

-Tranquila amor, soy yo, confía en mí, no te haré daño- volvió a besarla y aunque podía sentir un temblor proviniendo de ella sus feromonas le indicaban que eran por la misma excitación.

Silver alzó sus manos a ciegas palpando el cuello de su alfa y lo acarició para rodearlo después y hacer el beso más profundo. Su conciencia no se había esfumado por completo pero necesitaba alivio. Su cuerpo estaba en llamas y el calor de Falcon lo aliviaba con solo un roce. Abrió los labios y dejó que el alfa hiciera con su boca lo que quisiera.

Al tener sus ojos vendados las sensaciones eran más vividas y la voz grave de su alfa la hacía estremecer borrando la imagen de aquella noche, siendo sustituida por aquella que la despertaba cada día, tan hermoso y glorioso que la hacía estar orgullosa de tenerlo al lado.

YOMEGA. Destinada a ser suya (omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora