Feromonas?

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-Acércate- le ordenó

Ella negó con la cabeza y retrocedió 

-No voy a hacerte nada, acércate-

Ella volvió a negar.

Falcón no tuvo más remedio que hacerlo él. Se levantó de su asiento y caminó hacia ella.

-Presidente, el proyecto- intentó enfocarlo en el trabajo, acaso no era para eso que estaba aquí.

-Creo que me debes una explicación, saliste de mi casa y ni siquiera me diste las gracias- su semblante estaba serio.

-Otro más que quiere explicación- dijo en voz baja con los dientes apretados pero el con sus sentidos desarrollados la oyó.

Lo vio fruncir el ceño y más cuando estuvo a una distancia prudente y se fijó en su rostro.

Cubrió la distancia entre ellos rápidamente y la tomó de la barbilla con cuidado 

-¿Qué le paso a tu mejilla?- plan fallido de ocultar el golpe.

-Me resbalé en el baño- esa fue la única excusa que se le ocurrió al estar impactada de lo rápido que se le había acercado y con la gentileza que la tocaba.

El regreso los ojos desde su mejilla a los ojos de ella mirándola fijamente. Cuando habló lo hizo pausado y casi en un susurro.

-No me mientas-

-No lo hago-  respondió rápido.

-Tu olor me dice que estas nerviosa, estás mintiéndome ¿Quién te hizo eso?-

Silver pudo ver como las venas de su garganta, bajo el cuello del traje se tensaban, Falcón estaba molesto y se estaba conteniendo.

-Tú tienes la culpa- de que valía ocultarlo- ya el sabía que la marca en su rostro era de una mano, ahora que el maquillaje se había difuminado un poco más era visible.

El frunció el ceño sin comprender.

No deberías dejar marcas de beso en el cuerpo de alguien que no te lo permitió.

-Si fuera por mí no solo tu cuello tuviera marcar de besos- se acercó hasta su oído- no dejaría ni un espacio libre en tu cuerpo-

Cada fibra de Silver tembló reaccionando a su voz y traicionando por completo su conciencia. 

Podía decir que había perdido el control de ella misma. No podía ser posible, pero así era. Sintió el aroma de aquel alfa llenar toda a la habitación y envolverla. Se sintió en una nebulosa y en vez de querer alejarse de él debido a los sucesos pasados, quería enrollarse junto a aquel cuerpo masculino y más grande que ella. 

Pero se contuvo y retrocedió un paso hasta topar con la pared, algo que al parecer a él le gusto y por lo visto parecía que se hacía costumbre entre ellos.

-¿Fue él?- Falcon preguntó calmado aunque había puesto una mano en la pared al lado de la mejilla de ella y la cerraba enterrándose las uñas en la palma- Fue tu novio- esta vez fue una afirmación.

Ella no respondió, solo bajó la cabeza y él lo tomó como un sí. Chasqueó los dientes pero se contuvo. Desgarraría el cuello de ese maldito, lo metería y en una fosa bien profunda y no se molestaría en enterrarlo. Había tocado a su mujer, había pegado a su omega. Eso no se lo permitiría a nadie, ni al él mismo.

Sus feromonas se hicieron más intensas. La mano de Silver se posó temblorosa sobre su pecho en un intento vano de separarlo.

-No hagas eso, me hace sentir- no podía coordinar bien sus palabras pues su cabeza daba vueltas. El olor de aquel alfa influía en ella como ningún otro que hubiera conocido y desde que había dejado de tomar las pastillas se había vuelto demasiado sensible.

Su interior comenzaba a palpitar caliente. Un ligero rubor se desplazó desde sus mejillas hasta el cuello y apretó sus piernas cuando un hormigueo se formaba en su estómago.

Falcon levantó levemente la comisura de sus labios ante la reacción de ella y eso solo lo motivó más. Agarró la mano de ella y la separó de su pecho llevándola a sus labios y besando cada uno de sus dedos.

-Falcon no- soltó un jadeo que podía pasar por un gemido, estaba casi fuera de si.

-¿Qué no quieres Silver?¿Qué haga esto?- besó su palma y siguió a lo largo de su brazo mientras rodeaba su cintura y pegaba ambos cuerpos que se acoplaron como si fueran uno. 

Silver volvió a gemir abriendo separando los labios y Falcon aprovechó para atraparlos entre los suyos y se sintió en la gloria. Suaves y dulces como los había imaginado. Los besó los mordió, introdujo su lengua y la enredó con la de ella y solo la dejó descansar cuando esta perdió todo el aire que tenía.

Aun cuando no podía con él, Silver hacía un esfuerzo por separarse del alfa que no le dejaba salida. Se sobresaltó cuando la mano que estaba en su cintura bajó hasta su muslo y comenzó a subir nuevamente llevándose el borde de la saya con ella. La textura de las manos de Falcon mandó diversos estremecimientos que le hicieron soltar un agudo chillido que calló contra el hombro de él. 

-Duele- la oyó quejarse- duele-

-No duele preciosa- besó la curva expuesta de su hombro, exitado- es solo tu cuerpo respondiendo a lo que eres, respondiendo al lazo que nos une- se rozó contra ella y tembló ligeramente.

-No juego Falcon- soltó Silver sin aire y sosteniéndose de su cuerpo- en serio duele-

Él se detuvo esta vez, no parecía que ella quisiera alejarlo en vano.

-Duele cuando me miras, duele cuando me tocas, duele cuando la tocas a ella-

Falcon sonrió y besó su oreja atrapando el lóbulo entre sus dientes para jugar con él.

-Ya no tienes que preocuparte por eso, ya está arreglado, no tocaré a otra mujer además de ti-
Pasaron unos segundos antes que ella respondiera.

-Mentira-

-Soy un alfa fiel, preciosa- jugó esta vez con su mejilla- si voy a estar en una relación lo hago en serio, ahora solo quedas tú-

Ella se incorporó y lo miró con sus ojos nublados.

-Yo, ya no, ya no estaré con Hans, él, él me pegó- si no fuera porque sabía que era por sus feromonas que la tenían afectadas, pensaría que estaría borracha.

-Entonces ven conmigo- besó ligeramente sus labios- Tu eres mi pareja destinada, nadie se opondrá a que mi omega viva junto a mi- 

Falcon pensó que ya tenía la guerra ganada. Nada más alejado de la realidad cuando la oyó negar

YOMEGA. Destinada a ser suya (omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora