Silver no le prestaba atención al café humeante delante de ella que decía bébeme por todas partes. Su mirada estaba centrada al frente, con los brazos cruzados, en la mujer que con una sonrisa engullía un pedazo de pastel demasiado dulce para su gusto
Ambas se encontraban sentadas en la cafetería de la esquina, lejos de cualquier oído resbaladizo que pudiera difamar su conversación.-Tu café se va a enfriar- Dulce se limpió los labios delicadamente con la servilleta y la dejó doblada a un lado.
Silver no podía negar que aquella mujer tenía un encanto desgarrador. Con su cabello brilloso peinado en perfectas ondas, un maquillaje perfecto en rasgos bien ubicados, una marcada cintura que no se preocupada de dejar en evidencia y un aura a su alrededor que atraería incluso a cualquier beta.
-¿Qué deseas hablar conmigo?- sabía perfectamente la respuesta de esa pregunta pero por respeto lo hizo.
-Bueno, en primera, conocer a la persona que fue capaz de arrebatarme a mi alfa y segundo decirte algunas cosas- La sonrisa no se esfumaba de sus labios.
-Yo no te arrebate a tu alfa, él es el que insiste en perseguirme-
-No seamos ilusas. Soy una omega y se perfectamente que no ganaré nada en luchar cuando encontró a su otra mitad o pareja destinada, como recalcan ellos. Todavía recuerdo la última vez que lo hicimos, el brillo de sus ojos, no me miraba a mí-
Silver suspiró y tragó conteniéndose de levantarse.
-Bueno ya me conociste, que quieres decirme además-
-No eres muy sociable- la omega inclinó la cabeza
Silver cerró sus ojos, ahora mismo su vida era un caos ¿qué quería esa omega? ¿qué saliera con ella con una enorme sonrisa y le dijera que su vida era una maravilla? pues no, tenía que pensar en muchas cosas, una de ellas escuchar a la supuesta ex del alfa con sus reclamos.
-No importa- Dulce parecía de buen humor -Ahora que hablé contigo me siento más tranquila. Pensé que serías una omega que estaría detrás de Falcón por su dinero y que lo quisieras atar a ti para vivir en lo más alto de la sociedad, pero mirándote me doy cuenta que no eres así-
-Tengo mis propios problemas como para pensar tan lejos-La vio hacer un puchero.
-Hay algo que me preocupa. Hueles un poco raro, tus feromonas son débiles, ¿no crees que eso es un inconveniente a la hora de darle un cachorro?-
¿Cachorro? Los ojos de Silver se abrieron. Hijos. No había pensado en ese momento en eso, no le había prestado importancia. No tenía intenciones de formar una familia con Hans tan pronto pero la sola mención del hecho hizo que su cuerpo se estremeciera involuntariamente. La imagen de ella con una panza inmensa cargando la descendencia de Falcón pasó por su mente en un pensamiento fugaz y sus mejillas se sonrojaron. Se mordió el labio. ¿Qué demonios pasaba con ella? Cada vez su cuerpo hacia lo que venía en ganas.
-No luches contra eso- le advirtió su acompañante -El lazo fue creado por una razón y si no estás con esa persona no te sentirás plena nunca-
Silver levantó la cabeza y la miró.
Ojalá todos los omegas pudiéramos encontrar el extremo de ese hilo rojo como tú- un resplandor de anhelo cruzó sus ojos- Sigue mi consejo. Sé que es difícil aceptarlo, lo acabas de conocer pero dale una oportunidad, verás que no es nada de lo que te imaginas-
-¿Por qué me pides que este al lado de él cuándo hasta hace poco tu ocupabas ese lugar-
-No te voy a mentir, estoy celosa y me gustaría incluso pelear contigo pero no ganaría nada. Conozco a Falcón desde hace mucho y solo te puedo decir que se merece todo y más. Es un alfa impresionante y te aseguro que por más molesto que este nunca volteara su violencia contra su omega, por eso le deseo lo mejor y si encontró a su media alma quiero que sea el alfa más feliz del planeta. Solo retrocedo porque eres tú su mitad, pero te advierto que si lo encuentro solo lo recuperaré con dientes y garras-
Por primera vez en toda la conversación Silver sonrió levemente.
-No sé si eres demasiado buena o me estas tomando el pelo-
-Si te estuviera tomando el pelo, sería literal y nuestra conversación estaría subida de tono- Dulse le devolvió la sonrisa
Esta vez Silver agarró la taza de café y la llevó a sus labios reflexionando en toda la conversación. Y si cedía, qué podría ocurrir. Estar junto a Falcón no le parecía desagradable en ningún sentido, incluso se sentía de maravilla, aunque ella lo negara. Vivir con él como le había propuesto era un paso difícil de dar pero cada célula de su cuerpo se empeñaba en hacerla cambiar de opinión y no dormir precisamente en el cuarto de invitados. Y ahora que no estaba la opción de quedarse en su casa era como si todas las condiciones se estuvieran preparando para eso.
Después de terminar el trabajo de la tarde y casi dejar la mayoría del proyecto por parte de ellos adelantado recibió en correo con la palabra urgente en su ordenador. Lo leyó y entrecerró los ojos.
-¿Una convención, en estos momentos?- se acarició la barbilla pensativa.
-¿Ocurre algo directora?- su equipo se dignaba a salir de vuelta a sus casas después de varios días de horas extras.
-Todo bien váyanse, es nada sin importancia- les dijo mirando aún el mensaje. Minutos más tarde y estando sola en la oficina escuchó unos pasos y el olor de Falcón se hizo presente. Entró caminando rápido pero con elegancia y se sentó en el borde de la mesa.
-Lo viste-
Ella respondió con un movimiento de la cabeza
-¿Eso es?-
-Una prueba de fuego- respondió el inclinándose más hacia ella pero manteniendo la distancia- ¿Quieren ver hasta cuanto he avanzado con esta nueva empresa así que ellos han organizado una presentación especial de proyectos. Esos viejos no pierden ni aunque e corten la cabeza- una sonrisa de medio lado cruzo sus labios
-Es dentro de tres días, el proyecto esta adelantado pero aún le faltan algunos detalles para poder mostrar una solución contundente-
-Cuento contigo, mi directora capaz. Necesito que esos detalles estén listos para dentro de dos días, el viaje es largo y me gustaría prepararme para cuando salgamos para allá-
-¿Cuando salgamos?- Silver repitió sus palabras lentamente.
-Salgamos- El volvió a sonreír recalcando con sus brazos cruzados delante de sus brazos y dejando que su olor la envolviera. Ya conocía el efecto en los omegas y últimamente no la afectaba como la primera vez, tal vez se estaba acostumbrando- Eres la persona que más conoce del avance así que necesitare de ti sólido apoyo delante de esas hienas-
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YOMEGA. Destinada a ser suya (omegaverse)
RomanceÉl es un alfa y afirma que ella es su pareja destinada. Pero hay dos problemas. Primero: él esta comprometido Segundo: Ella es una beta. O eso le han hecho creer toda su vida.