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Armando hoy se fue más temprano a la oficina. El día anterior su asistente se había reportado enferma así es que hoy la conocería.
Pese a mostrarse relajado, en su interior algo lo tenía ansioso. Tenía claro que las francesas eran bellas y que encendían pasiones o al menos eso le había dejado muy en claro su amigo Calderón, cuando le contó con pelos y señales sobre su aventura con una y que casi lo lleva a romper su récord de soltero eterno y libre.

Y cuanta razón tenia, al verla entrar quedó encantado. Una mujer alta, de pelo castaño, ojos verdes,tez blanca, senos exuberantes un trasero que ya se quisieran muchas. Era preciosa.

Buenos días ¿usted es Armando Mendoza? - dijo la mujer-

Armando reaccionó contestando:
Si, soy yo... ¿Y usted es?

Anne Richard, soy su asistente. Encantada de conocerlo - dijo sin dejar de verlo a los ojos-

Armando sintió extraño ante su mirada penetrante.
El placer es mío. Espero nos llevemos bien y congeniemos en lo que a trabajo se refiere - delimitó Armando ante su insistente mirada-

¿Necesita algo don Armando? ¿Un café? ¿Algo? - le dijo Anne-

Si por favor. Amargo. Gracias - dijo Armando -

Anne se fue absolutamente encarada. ¡Que porte!, ¡que estilo!, ¡que garbo!. Su jefe tenía todo,todo muy bien puesto. Y esa voz y el aroma de su perfume. ¡Ay, la hicieron volar! ¿Será soltero? - se preguntó-

Mientras Beatriz llegaba a su oficina. Había bastante papeleo por ingresar. Así que sin más, se dispuso a trabajar.
Estaba contenta por la bienvenida que les darían oficialmente en la cena de esta noche. Le intrigaba conocer finalmente a todos los ejecutivos.
Pero a pesar de la intriga siguió trabajando, ingresando pagos, y prestaciones.

Hoy al la hora de almuerzo por fin pudo verse con Armando. Almorzaron juntos en la cafetería.

¿Cómo a estado tu mañana amor? - dijo Armando al verla-

Normal, ingresando datos, facturas, pagos. ¿Y la tuya?- dijo ella-

Hoy conocí a mi asistente, Anne Richard. Como toda francesa, es muy bonita. Espero sea igual de eficiente - dijo Armando intentando obviar el comentario de "bonita"-

Ya veo. - se limitó a decir Betty-

Beatriz, no le veo puesto el anillo que le regale, mi amor. - dijo Armando extrañado-

Cariño, ayer lo dejé en la mesita de noche y hoy con el apuro, no me lo coloqué -rio Beatriz-

Esta bien. Pero hoy en la noche quiero verla con ese anillo en su dedo ¿le parece? - dijo Armando-

Beatriz no alcanzó a contestar cuando vino Clarissa, la asistente de Ricardo a decirle que la necesitaba en su oficina.

Debo irme. Te amo - le dijo Beatriz al oído-

Ella se dirigió a su oficina.
¿Qué me necesitaba don Ricardo?
- dijo Beatriz-

Beatriz, por favor. Quíteme el don, yo para usted soy Ricardo - le dijo él-

Eh... ¿para que me necesitaba? - dijo con nerviosismo Betty-

La cena se cambió para las ocho de la noche. Por lo que hoy todos saldremos a las cinco. No quiero abusar del sueño de mis empleados Beatriz. ¿Hay algún inconveniente si la paso a buscar a las siete? - dijo Ricardo-

Al escuchar su tono de voz, se sintió extraña. Recordó las palabras de Armando. Debía cuidarse ante tanta atención y galantería.

Como usted bien sabe, yo tengo una relación con el vicepresidente de esta compañía. Creo que es mejor si me da la dirección en donde se realizará la cena y yo llegaré con Armando. - dijo Beatriz algo confundida con la actitud de él-

La mujer que no soñé Donde viven las historias. Descúbrelo ahora