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Beatriz se despertó con una insistente música. Era el sonido de su celular. Contestando la llamada aún sin ser muy consciente. Era Ricardo, preguntando por qué aún no había llegado al trabajo. Eran las nueve de la mañana y ella entraba a las ocho.

Miró a su alrededor y Armando no estaba. Le pareció extraño que no la haya despertado para irse juntos. Pero debido al retraso se duchó y vistió rápidamente.

¡Que vergüenza!-pensó-

Al llegar a la oficina se reportó con Ricardo. Él la esperaba en la oficina.

Beatriz ¿se encuentra bien? - preguntó él algo preocupado-

Si, don Ricardo. Lo siento mucho, no soy de las personas que acostumbran llegar tarde a su trabajo. ¡Que vergüenza! - dijo Beatriz totalmente ruborizada-

La entiendo y lo sé Beatriz.

Sabe, ayer no pude decírselo, pero me quede con las ganas de que me concediera una pieza de baile. Beatriz usted baila con la gracia de un cisne. Y luego al llevarla a su apartamento...-decía Ricardo mientras se acercaba lento a ella-

No, no siga por favor, don Ricardo-dijo Beatriz-

¡Déjeme decírselo! Verla así, vestida así. Parecía un ángel Beatriz. ¡Me dolió ver como Armando la besó en la pista de baile! ¡Me dolió que fueran los labios de él y no los míos Beatriz! - le dijo mientras la tomaba con fuerza acercándola a él y besándola con total descaro-

¡No, no! No me confunda más. Esto no... esto no está bien. - dijo confundida Beatriz-

En ese instante Armando abre la puerta.

¿Beatriz se encuentra bien? Me dijeron que estaba acá. Y vine por usted. - dijo Armando-

Evidentemente no vio, ni escuchó lo qué pasó. Sino la historia sería otra.

Si... por favor vamos - dijo ella con la voz algo inquieta-

Estaba visiblemente descompuesta, temerosa. Ni siquiera sabía si decirle a Armando lo que había pasado. Se sentía mal, porque no opuso la suficiente resistencia a ese beso. Estaba confundida.

Amor, en la tarde ¿le parece si salimos un rato? Le tengo una sorpresa. - dijo Armando-

Beatriz no respondió nada. Estaba sumida en sus pensamientos. Torturándose pensando en que Armando tenía razón. Finalmente Ricardo no era el hombre que parecía. La había besado aún sabiendo que ella tenía pareja.

¿Beatriz?  -dijo Armando-

Esta bien - le dijo Betty cuando por fin halló su voz-

Armando salió de la oficina.

Mientras Betty intentó trabajar durante todo el día. Evitando a Ricardo.

Le dieron las siete ingresando pagos y prestaciones. Firmando cheques.

Armando llegó por ella.

¿Nos vamos? - le dijo-

Si. Déjame tomar mi chaqueta y salgo.

- dijo Betty-

Le había dicho hoy que se ve preciosa Beatriz. - le dijo él cariñosamente-

Ella llevaba puesto un enterito rojo a espalda descubierta.

Contésteme una cosa doctor ¿Por qué no me despertó hoy? Tengo una vergüenza enorme. Hoy llegué tarde al trabajo. - dijo Beatriz ocultando parte de lo qué pasó -

La verdad es que tuve que salir muy temprano del apartamento, por eso no lo hice amor. ¿Pasa algo malo? - dijo Armando-

Beatriz sentía el corazón palpitar a mil. Estaba en una encrucijada. Decirle o no decirle todo lo qué pasó con Ricardo.  Pero decidió callar. Aunque eso posiblemente tuviese consecuencias.

La mujer que no soñé Donde viven las historias. Descúbrelo ahora