Al poner un pie en mi casa encontré un juzgado en la sala de estar, todas estaban sentadas en el sofá con sus caras de: «te estamos esperando para que nos cuentes todo, recuerda serás culpable hasta que se demuestre lo contrario»
A no, así no era o ¿sí? en fin, mi madre, mi hermana y Nicole esperaban por mis aclaraciones acerca de la cita con Mario.
–Buenas tardes familia– las saludé haciéndome la tonta para ver hasta donde llegarían estas tres.
–Buenas tardes Grecia– dijeron al unísono, al parecer habían practicado la escena, en sus caras se veía una malicia, un deseo notable por saber de lo sucedido, jodida familia chismosa tenía.
–Están algo raras ¿saben?– traté de evadirlas y justo cuando intenté subir a mi habitacion la voz de Lucía me frenó.
–Hermanita no tendrás algo que contarnos– Dios, la más pequeña dió el primer paso, no la culpaba no fue fácil crecer con mis charlas educativas acerca de los 101 pasos para obsesionarse con un chico que nunca te hará caso y la 1024 reglas de acoso al sexo opuesto, la entendía en cierto punto, al fin era real y todos querían saber, la emoción era bien recibida, hasta yo la desbordaba por por los poros.
–Bueno ok, les voy a contar todo, solo que para la próxima no me esperen como abogadas en juicio, me asustan.
–¿Próxima?– preguntó la detective Sherlock Nikki que no se le escapaba ni una, en ese momento y antes de contar lo sucedido hoy en el kiosco de helado tuve que decir que mañana en la tarde tendría otra cita.
–No jodas Wilson– grita Nicole, quizás más emocionada que yo.
–Esto es...increíble– Lucía intentaba buscar la palabra y concuerdo con que "increíble" era la correcta. Mi pequeña no cabía en su asiento, creía que empezaría a hiperventilar.
En cambio Margarita, mi queridísima madre, no decía nada, solo se me quedó mirando con los ojos salidos de las órbitas y una expresión de "wow"
La verdad nadie en ese momento lo creía, hasta para mi era difícil.
–Os cuento, escuchen. En la mañana cuando salimos, fuimos caminando...
En cuanto conté todo a mi jurado juzgador y al obtener sus miradas de: "al fin algo bueno con tu caso" me levanté del banquillo de los acusados y fui directo a tomar una ducha.
Después de un baño de un aproximado de dos horas, cuando los deditos de mis pies se estrujaron como pasitas, pasé a secarme el cabello y vestirme con lo mas cómodo que encontre: unos shorts de tela deportiva y una camiseta de la fraternidad de mi padre. Siempre he amado entrar al closet de Félix y robar o bueno tomar prestados las camisetas de su juventud, me quedan enormes pero son cómodas, la mayoría me tapan la mitad del muslo; esta era gris y tenía plasmada el rostro de Arjona en ella, mi padre desde...siempre, era muy fanático a la música latina y pues me inculcaba alguno de sus gustos.
Luego vino la cena con mi madre y con Luci, ya que mi papá nunca llegaba a cenar y Nikki tuvo que irse a su casa, al rato estuve hablando por Sky con ella y luego pues a dormir, mañana tenía otra cita y aunque era en la tarde debía descansar.
Ni en sueños había imaginado esto justo después de la primera cita con él, al día siguiente empezaría la segunda.
[...]
Desperté muy tarde, ya era pasado el mediodía, no sé que me había pasado, solía despertarme tarde pero no tanto y menos teniendo algo tan importante como lo era mi encuentro con el rubio.
Eran los primeros días de febrero y parecía mayo, este año era anómalo, ni en el cumple de Marina hubo frío, estos días más bien parecían de primavera, cosa rara en esta zona del país.
ESTÁS LEYENDO
El Silencio Que Dejaste.(Proceso)
Teen FictionGrecia calla muchas cosas que siente y eso hace que pierda mucho en el intento, pero ¿Por qué decide callar? ¿Será que sus motivos no son suficientes para luchar? [...] "La cura existe, si al principio hubo herida" Borrador(faltas de ortografía) C...